Alberto Fernández fue claro. La situación sanitaria que está atravesando todo el país es muy complicada. La segunda ola de coronavirus impactó de lleno en las mayorías de las provincias y la única forma de parar el crecimiento exponencial de contagios es restringiendo lo máximo posible la circulación. Hay que tomar medidas más duras. Es el momento.
Ese fue el mensaje que les transmitió a los 12 gobernadores con los que estuvo reunido hoy en un encuentro virtual que encabezó desde la Quinta de Olivos. Junto a él estuvieron la ministra de Salud, Carla Vizotti; el ministro del Interior, Eduardo “Wado” De Pedro y el secretario presidencial, Julio Vitobello.
Durante la exposición el Jefe de Estado remarcó que en la provincia de Buenos Aires los contagios cedieron semanas atrás porque las escuelas estaban cerradas, mientras que en la Ciudad de Buenos Aires no lograron el mismo cometido con tanto éxito porque siguen manteniendo la presencialidad.
La presencia de los chicos en los colegios permanece como una pelea de fondo entre el gobierno nacional y Juntos por el Cambio. Una discusión que atraviesa todas las negociaciones que puedan existir para establecer más medidas en un contexto de gravedad sanitaria. Es una contrapunto donde se entrelazan la política y la salud.
En el Gobierno existe la necesidad de que los mandatarios que aún mantienen las escuelas abiertas, les den la razón sobre el impacto positivo que, según entienden, generan la suspensión de la presencialidad. Fernández cree que es una batalla ganada que nadie le reconoce.
“Tenemos que adoptar las medidas en forma conjunta y hacerlas cumplir. La única solución es restringir la circulación”, le aseguró a Infobae uno de los gobernadores presentes en la reunión virtual. Otro fue más directo. “Hay que tomar medidas extraordinarias para bajar la circulación. Estamos todos incendiados”, sentenció.
Un tercer mandatario, ante la consulta de este medio, se expresó en la misma línea que sus pares. “Es momento de restringir y vacunar. Debemos volver a un aislamiento fuerte. A una especie de Fase 1″, reveló. Varios de los gobernadores presentes le anticiparon al Presidente que tomarán medidas más duras en sus provincias a partir de la publicación del próximo DNU. Era la señal que estaba esperando Fernández.
Durante la reunión el Presidente les pidió más controles y más medidas. En la mayoría de las provincias los casos comenzaron a subir a un ritmo muy vertiginoso durante los últimas días y los sistemas sanitarios trabajan bajo presión. El rebrote generó un escenario epidemiológico muy delicado y en la Casa Rosada entienden que hay que avanzar con un paquete de nuevas medidas que sean más duras.
El próximo viernes se vence el último decreto de Necesidad y Urgencia y Fernández buscó consenso político entre los mandatarios provinciales para que las medidas tengan carácter nacional y el mensaje atraviese a la sociedad.
En el encuentro virtual de hoy estuvieron los gobernadores Raúl Jalil (Catamarca), Jorge Capitanich (Chaco), Gustavo Valdés (Corrientes), Gustavo Bordet (Entre Ríos), Gildo Insfrán (Formosa), Gerardo Morales (Jujuy), Ricardo Quintela (La Rioja), Oscar Herrera Ahuad (Misiones), Gustavo Sáenz (Salta), Omar Perotti (Santa Fe), Gerardo Zamora (Santiago del Estero) y Juan Manzur (Tucumán).
Todas las provincias presentes en la reunión están viviendo una situación delicada. El virus atravesó la barrera del AMBA, ingresó con fuerza en la zona central del país y empezó a expandirse, a toda velocidad, hacia el norte argentino. Para el Presidente es determinante tomar medidas urgentes a partir del fin de semana. Se los dijo con claridad. Los gobernadores ya no tienen más margen de especulación para posponer las restricciones.
El Gobierno siguió esta semana la misma hoja de ruta que ya recorrió antes del último decreto. El lunes hubo una reunión de las autoridades nacionales, de la provincia de Buenos Aires y de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires para poner el foco de la discusión en las medidas que se tomarán en el AMBA.
Un día después el gobierno porteño anticipó que aplicará restricciones los fines de semana. Desde la sede de Uspallata anticiparon un plan de acción que contempla un cierre estricto de la circulación durante el sábado y domingo, y mantiene la presencialidad en los jardines de infante y las primarias.
En la provincia de Buenos Aires, en tanto, decidieron esperar a las medidas que tome el gobierno nacional y plegarse automáticamente. Después evaluarán si algunas de las restricciones serán más profundas en el distrito. Además, anticiparon que no elevarán la voz para pedir más cierres porque consideran que sus reclamos no fueron escuchados.
Para mañana está previsto un nuevo Zoom con el resto de los gobernadores. De ese encuentro virtual participarán también el mandatario de Buenos Aires, Axel Kicillof, y el Jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta. Será la última parada previo a la decisión final. El jueves se terminarán de cocinar las definiciones en la Casa Rosada. El Jefe de Estado aún no terminó de definir si el anuncio será este jueves por la noche o el viernes.
Aún las medidas no están definidas pero entre las que se analizan está la posibilidad de ampliar el horario en el que estará restringida la circulación, tanto en la semana como durante el fin de semana, el horario de apertura y cierre de los comercios, y la continuidad de la construcción.
Después de dos semanas de descenso de casos, en los últimos días los contagios comenzaron a subir y lo están haciendo a un ritmo muy vertiginoso. Por eso en el Gobierno miran con extrema preocupación los próximos quince días. Los datos que tienen en su poder describen un escenario de extrema complejidad y nuevos récords de contagios.
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