El gobierno de Axel Kicillof aclaró este martes que la posición de su Gobierno no apunta a ir hacia una Fase 1 que implique un cierre total y que la apuesta es “ir hacia una continuidad del esquema actual de medidas de cuidado, intensificando los controles para que las mismas se cumplan de manera estricta”.
La aclaración desde la gobernación bonaerense se dio en la antesala del inicio del diálogo formal entre la Nación, la Provincia y la Ciudad para definir cuál será el camino luego del 21 de mayo, cuando venza el DNU por las restricciones vigentes.
En el gobierno de Kicillof no quieren complejizar esa relación que quedó enfriada, ya que ven que esta vez, y producto de la delicada situación en la Ciudad, puede haber un acuerdo sobre el acatamiento de las medidas nacionales de parte de la gestión de Horacio Rodríguez Larreta.
Infobae dio cuenta que el objetivo del presidente Alberto Fernández es volver a repetir la foto tripartita junto a Larreta y Kicillof. En la provincia no son tan optimistas sobre la foto en sí.
“No tenemos nada nuevo para proponer ni buscamos que se cierren nuevas actividades”, aclararon a través de un comunicado desde la administración bonaerense. “Concurrimos a la reunión convocada por el jefe de gabinete (Santiago Cafiero) con la vocación de escuchar y dialogar. Ya hemos planteado, semanas atrás, los escenarios a los que nos arriesgábamos en caso que no se tomaran a tiempo las medidas que proponíamos”, agregaron cerca del mandatario provincial.
La situación epidemiológica de la Ciudad también cambió, lo que inclina la balanza para que CABA acerque su posición a una línea de restricciones mayores. Hay un indicador que explica la preocupación. Es la media móvil de casos confirmados de los últimos siete días. La gráfica muestra un descenso de los contagios de COVID-19 a partir de los últimos días de abril, producto de las medidas que restringieron la circulación nocturna y acotaron el horario de atención en comercios. Lo que en un principio era una caída pronunciada, se transformó en una meseta durante la primera semana de mayo. Y a partir del miércoles pasado se advierte un giro en la curva que demuestra que los casos están nuevamente en ascenso.
Un indicador que también analizan con preocupación en la provincia de Buenos Aires es que el coronavirus va desplegándose con fuerza en el interior bonaerense. Este martes, el Jefe de Gabinete, Carlos Bianco, anunció que “ante la gravedad de la situación que hemos detectado y que nos comentaron algunos intendentes del interior puntualmente pasamos algunos distritos a Fase 2”.
Se trata de los municipios de Adolfo Alsina, Alberti, Pergamino, San Pedro que suman a la zona roja junto con los municipios del AMBA y de Carlos Tejedor, Carmen de Areco, Chacabuco, La Costa, Leandro N. Alem, Rauch, San Andrés de Giles, Trenque Lauquen, Tres Arroyos y Villa Gesell donde desde el sábado ya rigen las restricciones más fuertes.
Solo el municipio de Bahía Blanca logró abandonar la Fase 2 esta semana y podrá retomar la presencialidad escolar. “Están dados los indicadores. Esto no quita que no estemos monitoreando minuto a minuto la situación de ese distrito, porque es un distrito muy grande, muy populoso de la provincia de Buenos Aires. Como se trata de una cabecera de la región sanitaria, tenemos un particular análisis y monitoreo permanente de la situación de Bahía”.
La situación en el interior bonaerense es preocupante. Al aumento de casos se evidenció también un crecimiento en la ocupación de Unidades de Terapia Intensiva (UTI) en el interior. Esta semana llegó a su pico máximo de ocupación. Hasta el lunes había internadas 492 personas. La semana pasada, en el interior bonaerense, se registró un promedio diario de 2.314 casos confirmados cuando siete días antes ese mismo indicador fue de 1.817 positivos. Implica una suba del 27%. En tanto que en el AMBA 40 los casos positivos cayeron 2,7%, de una semana a la otra: fueron 6.870 promedio diario la semana pasada y 7.061 la anterior semana.
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