El Gobierno decidió ayer cerrar las exportaciones de carne por 30 días. La decisión no cayó bien en el sector, pero tampoco en los gobernadores peronistas del interior del país. Omar Perotti (Santa Fe) salió al cruce de la medida y aseguró que “los cambios en las reglas de juego solo perjudican el futuro de la actividad” ganadera, la principal actividad agropecuaria de su provincia.
A través de las redes sociales, Perotti aseguró que “la solución es aumentar la producción y no cerrar las exportaciones”.
“Tenemos las condiciones para abastecer el mercado interno y externo, manteniendo la posibilidad de exportar nuestros productos al mundo”, justificó el mandatario santafesino en su cuenta de Twitter.
Allí, además, dijo que en su provincia “la ganadería genera trabajo, inversiones y tiene un inmenso potencial” y que “los cambios en las reglas de juego, con soluciones que no funcionan, sólo perjudican el futuro de la actividad” que tanto les brinda “a los santafesinos”.
En sintonía, Manuel Calvo, el vicegobernador cordobés a cargo del Ejecutivo provincial por la licencia médica de Juan Schiaretti, aseguró que la medida “atenta contra la producción, y se corre el riesgo de consecuencias ya vistas: disminución del stock ganadero, pérdida de puestos de trabajo y desinterés y desinversiones”.
“Tropezar dos veces con la misma piedra. En esa frase se puede resumir la decisión del Gobierno Nacional de suspender las exportaciones de carne vacuna por un periodo de 30 días, con el argumento de controlar el precio. Las recetas -ya aplicadas en el pasado sin resultados- constituyen, por lo tanto, un error por partida doble. Es con incentivación de los procesos y no con limitaciones que se logran mejores condiciones. Más producción es más carne y más competitividad”, completó a través de las redes sociales.
Ambas declaraciones se dieron mientras la Mesa de Enlace convocó a un cese de comercialización de hacienda por ocho días, desde este jueves hasta el viernes 28 de mayo. El sector agropecuario tiene en la memoria la debacle del sector ocurrida en 2006, cuando el por entonces presidente Néstor Kirchner implementó la misma medida para intentar bajar los precios de la carne en el mercado local.
En aquella oportunidad había sido anunciada por seis meses y se extendió por 10 años. Los resultados fueron el cierre de frigoríficos y la pérdida de entre 10.000 y 12.000 puestos de trabajo.
Hoy, durante la mañana, el presidente Alberto Fernández aseguró que “el tema de la carne se desmadró” y por ese motivo decidió cerrar las exportaciones para poder “ordenar” el sector y provocar una baja de los cortes que se consumen en el mercado interno.
“Como antes había personas que compraban camisas para exportarlas, ahora hay exportadores que compran carne y exportan. Entonces, todo eso genera una tensión en los precios que ya no se aguantan más”, aseguró el jefe de Estado en diálogo con el periodista Gustavo Silvestre en Radio 10.
“Tenemos que poner en orden a quienes exportan, tenemos que poner en orden el mercado de Liniers... No puede ser que el Mercado exporte carne porque se tergiversan los precios”, indicó.
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