En los meses de diciembre del 2020 y enero del 2021, las personas mayores de 80 años representaban entre el 10 y 20% de los ingresos de Unidades de Terapia Intensiva (UTI) en la provincia de Buenos Aires. Mientras que, en esa misma franja temporal, las personas de entre de 70 y 79 años ocupaban entre el 20 y el 30% de las camas. Sin embargo, ese indicador bajó y las autoridades sanitarias del gobierno de Axel Kicillof explican que es por la efectividad de la vacuna, ya que la franja de adultos mayores es porcentualmente, detrás del personal de salud, al que más llegó a vacunar.
Entonces, aquella foto de los números de principio de año cambió. Actualmente, las personas que tienen más de 80 años ocupan menos del 10% de la capacidad de las UTI y las que tienen entre 70 y 79 años, están por debajo del 20% de la demanda de camas. Ambos rangos etarios presentaron una caída constante de su presencia en unidades de cuidados intensivos desde que se inició el proceso de vacunación.
La contracara es que subieron los ingresos en UTI de otras franjas etarias como quienes tienen entre 50 y 59 años y 60 y 69 años.
“Reducimos la letalidad, los ingresos a UTI y los contagios de los grupos de riesgo ya vacunados”, dijo el viceministro de Salud bonaerense, Nicolás Kreplak. En el equipo de Salud del gobierno provincial trabajan en una estrategia sanitaria que permita dar la mayor cantidad de primera dosis posible para llegar a más grupos etarios.
Infobae había dado cuenta del problema que generaba que la vacunación sea optativa y con inscripción abierta ya que la gente se sigue inscribiendo día a día. Eso hace que “los rezagados”, sigan ampliando día a día los grupos, lo que ponía a las autoridades en una encrucijada sobre si seguir vacunando a los grupos que aún faltaban completar o avanzar lo más posible y llegar a otros nuevos sectores priorizados.
Se optó por lo segundo y desde esta semana, luego de alcanzar evidencias científicas, se abrió la vacunación a personas embarazadas, personas de entre 40 y 59 años con comorbilidades, mayores de 60 sin comorbilidades y personas con discapacidad.
Otra de las reacciones que las autoridades sanitarias aducen al efecto de la vacuna es la baja en la tasa de letalidad. En la primera ola (del 1 de julio al 30 de septiembre) se llegó a una tasa de letalidad del 5%. En la segunda ola (en un período comprendido entre el 21 de marzo y 25 de abril), ese indicador había bajado al 1.9%. A este fin de semana la tasa de letalidad es del 2,54%.
Sin embargo, las nuevas variantes muestran un impacto más agresivo. “Hay que lograr que las personas no lleguen a terapia intensiva porque una vez que lo hacen no se puede asegurar su supervivencia”, decía el jefe de Gabinete Carlos Bianco, días atrás. En cifras, el porcentaje de fallecimientos por coronavirus en cuidados intensivos rondaba el 66% en mayores de 60 años. Es decir que seis de cada diez personas mayores de 60 que entran fallecen. Mientras que en menores de 60 años, ese número baja: cuatro de cada diez mueren.
Según el corte de la semana pasada, la Provincia había vacunado, al menos con una dosis, al 93,10% de los inscriptos que tienen entre 60 y 69 años con comorbilidades; al 88,9% de 70 años y más y al 95,9% del personal de Salud.
Además, al 71% de las personas inscriptas de entre 60 y 69 años sin comorbilidades; al 40,07% de personas de entre 50 y 59 años con comorbilidades y al 20% de los inscriptos que tienen entre 40 a 49% y presentan comorbilidades.
Lo que importa por estas horas como estrategia de vacunación y comunicacional en el equipo que coordina Daniel Gollan es echar por tierra que se precisan de las dos dosis para lograr la inmunidad efectiva. “Todas las vacunas tienen un tiempo mínimo entre las dosis, pero no un tiempo máximo. Lo que hace el organismo es generar los anticuerpos con la primera dosis y con las dosis subsiguientes, reforzarlos. El efecto no se pierde. El cuerpo tiene memoria inmunológica”, explicó el viceministro de Salud bonaerense.
En la provincia de Buenos Aires hay hasta este fin de semana 3.826.458 dosis aplicadas. De ese total, 3.182.384 corresponden a la primera dosis y 644.074 a la segunda.
Con las llegadas de las vacunas Sinopharm al país, esta semana se avanzó fuertemente en la aplicación de las segundas dosis en terreno bonaerense. Por ejemplo, el jueves 13 de mayo hubo un récord en la aplicación de la segunda dosis (85.637 aplicaciones). Dos días antes habían sido vacunadas con la segunda dosis apenas 840 personas.
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