Llamados, encuentros, mensajes de WhatsApp. Sergio Massa, presidente de la Cámara de Diputados, y Máximo Kirchner, titular del bloque del Frente de Todos, trabajan para lo que en los pasillos del Congreso se conoce como el “poroteo” con el fin de sumar voluntades que les permita aprobar el proyecto de ley de emergencia COVID-19 que envió el gobierno nacional y que otorga facultades especiales al Ejecutivo.
El proyecto ya cuenta con dictamen y tendrá media sanción la semana que viene en el Senado , donde el Frente de Todos cuenta con la mayoría para que se apruebe sin problemas.
Sin embargo, no sucede lo mismo en la Cámara de Diputados donde el oficialismo es la primera minoría pero no cuenta con el número suficiente para alcanzar el quórum y, mucho menos, la aprobación de la norma.
El otro problema que se le presenta son los plazos. El Decreto de Necesidad y Urgencia sobre las restricciones que está vigente vence el próximo 21 de mayo. El miércoles que viene sería aprobado en el Senado, el jueves 20 podría ser debatido en comisión de Diputados y, de obtener un dictamen positivo de mayoría, podría ser tratado el viernes en el recinto ya que en la Cámara baja no está la regla de los 7 días, que rige en el Senado, entre que un proyecto tiene dictamen de comisión y se vota.
Pero el oficialismo aún no logra conseguir el número. Con 119 diputados propios, necesita llegar a 129 voluntades para que el tema comience a ser discutido en el recinto. Por ahora está lejos.
El bloque de Juntos por el Cambio (115 legisladores) no apoyará y otra vez la discusión es en la pecera de los 21 legisladores que no forman parte de los bloques mayoritarios. En esas aguas nadan los dos diputados de Izquierda que no apoyarán, el Interbloque Federal que tiene 11 miembros y que suele dividirse a la hora de votar, el de Unidad Federal para el Desarrollo que son otros 6 y que conduce José Luis Ramón.
El bloque de los “ramones” suele acompañar al oficialismo pero la negativa del senador por Río Negro Alberto Weretilneck hace suponer que el diputado de la misma provincia, Luis Di Giácomo, que es miembro del bloque, vote en contra.
En este grupo ya hay 253 diputados de un total de 257 que tiene la Cámara.
Además de la duda del diputado rionegrino, se suma la certeza de los cuatro legisladores cordobeses que forman el bloque Córdoba Federal, que también son parte del interbloque Federal. El diputado nacional por Córdoba Federal Carlos Gutiérrez adelantó que el bloque “rechazará toda ley que avasalle las autonomías provinciales”. En diálogo con Cadena 3, expresó no entender el sentido del proyecto “que no sea el de contradecir lo que ya la Corte Suprema de Justicia dijo hace pocos días al respecto”. En tanto, descartó que se trate de una normativa que otorgue “superpoderes” al Ejecutivo y ratificó que la posición de Córdoba Federal será negativa.
Ahora deberá disputar el voto del resto del Interbloque entre los que está el diputado Eduardo Bucca, Graciela Camaño, Luis Contigiani, Enrique Estevez, Alejandro Rodríguez, Jorge Sarghini y Miguel Zottos. En este grupo, los legisladores Camaño, Rodríguez y Sarghini están descartados por el oficialismo por lo que el interés está puesto en lo que puede hacer Bucca, Contigiani, Estevez y Zottos.
Según fuentes de la Cámara de Diputados, el bloque que conduce Kirchner habría sumado hasta ahora entre 123 y 124 votos, por lo que aún le queda un camino por recorrer durante esta próxima semana si quiere conseguir darle viabilidad la norma.
En el Frente de Todos señalan que “aún hay tiempo” para conseguir ordenar las voluntades necesarias. Sin embargo, crece el nerviosismo con el paso de los días por los plazos acotados que se manejan. De no conseguir la aprobación para el viernes 21 de mayo, el Ejecutivo nacional debería publicar nuevamente un Decreto de Necesidad y Urgencia planteando la continuidad de las restricciones, no solo de la presencialidad escolar sino de los horarios autorizados para la movilidad de las personas y los horarios de cierre de los comercios.
Pero mientras el oficialismo busca conseguir los votos para aprobar la ley que la oposición denomina como “superpoderes”, en paralelo avanza también en la caza de voluntades para llevar adelante la ley de modificación del Ministerio Público Fiscal.
“Todavía no tienen los votos pero tampoco están muy lejos. Y no solo eso, sino que en una misma semana puede ser que saquen las dos leyes, la delegación de poderes en el Ejecutivo y la modificación del Ministerio Público Fiscal. Y puede ser que sea el mismo día”, observan en Juntos por el Cambio.
En el bloque opositor saben que no tienen más votos que los propios y ya quedó comprobado en la última sesión que quiso realizar y que no sólo no llegaron al quórum sino que hasta faltaron legisladores propios. Y ahora se complica más porque la diputada radical Regidor pidió licencia porque está siendo investigada por la denuncia que pesa en su contra por pedirle parte de los sueldos a sus asesores.
Tanto es así que algunos piensan que la legisladora debería renunciar para que pueda asumir otro representante en su lugar para que el bloque no siga perdiendo un voto en una Cámara de Diputados, donde nadie se saca ventaja.
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