Desde la presentación de su libro -Mi camino-, María Eugenia Vidal dejó de lado el silencio y volvió al ruedo y al día a día de la política y los medios. La ex gobernadora actúa como si fuese a competir en las elecciones legislativas aunque aún opta por la cautela y no brinda definiciones sobre su futuro. Por el momento continúa enumerando los errores del pasado a modo de autocrítica y cuestiona también el rumbo que adoptó el Gobierno de Alberto Fernández. Alarmada por el aumento de la pobreza, recordó la campaña del Frente de Todos y que el Presidente había prometido “que iba a haber asado en la heladera y hoy hay la menor cantidad de consumo per cápita de la historia de nuestro país”.
Si no hubiese sido derrotada por Axel Kicillof, hoy Vidal estaría administrando la provincia de Buenos Aires en medio de la pandemia de COVID-19. En ese sentido, se diferenció del ex ministro de Economía de Cristina Kirchner y sostuvo que en su lugar “hubiera trabajado mucho más con los intendentes, hubiera trabajado más en equipo y no hubiera avalado una cuarentena tan larga”. “Hay más cosas para hacer que solo prohibir e imponer”, agregó sobre las medidas epidemiológicas.
También cuestionó la campaña de vacunación que lleva adelante el gobierno bonaerense y dijo que ella “no vacunaría ni en sedes gremiales ni en locales partidarios”. “No politizaría la vacuna, la vacuna no te la da la política, te la da el Estado, no es algo para agradecer, es lo que corresponde”, subrayó.
En otra de las diferencias sustanciales que planteó con Kicillof, declaró que “si fuese gobernadora habría clases en las primarias y sería lo último que cerraría” porque el cierre de colegios “afecta a los que menos tienen”. “La educación virtual es para los que tienen recursos”, explicó.
Sin embargo, hoy su rol no está en el Poder Ejecutivo provincial y en parte es -según su mirada- porque “no se cumplieron las expectativas”. “La gente esperaba más de nosotros, nos comprometimos a más de lo que podíamos cumplir, no por mentirle sino porque pensábamos que el país estaba mejor de lo que en realidad estaba”, afirmó sobre sus cuatro años de gestión.
“Eso decepcionó a gran parte de los argentinos”, admitió. Pero mantiene la ilusión de que “vuelvan a confiar en nosotros ahora y en 2023″ porque “estamos mejor, vimos nuestros errores, y vamos a volver igual de honestos pero mucho mejor preparados y listos para transformar la Argentina”.
En declaraciones a Intratables, por el canal América, fue muy autocrítica sobre el rol que ella tuvo dentro de la coalición de Cambiemos. “Debí haber escuchado más mi voz”, dijo en relación a cuando la crisis económica se profundizo de tal forma que “era evidente que algo no estaba funcionando”.
Vidal asume que no alzó la voz internamente ni hacia afuera porque ponderó que “siendo un gobierno no peronista, si manifestaba diferencias podía poner en crisis la autoridad de Macri”. “Me reprocho no haber elevado mi voz mucho más fuerte hacia dentro de mi espacio”, insistió.
Según comentó en el gobierno de Mauricio Macri “había una mirada de que las cosas iban a mejorar pero las cosas no mejoraban”. “A veces pegar un grito no es desestabilizar un espacio, sino volver a encausarlo”, explicó, y enfatizó que pese a tener firmeza para haber enfrentado “narcos, policía corrupta y barrabravas”, le faltó “para dar más la discusión” dentro de Cambiemos.
Ya pensando en las elecciones de este año, Vidal dijo que aún se encuentra analizando presentarse: “La decisión la voy a tomar con libertad y responsabilidad”. No obstante, entregó algunos indicios de sus intenciones al asegurar que esta “no es la Argentina que quiero para mis hijos”.
Sobre la realidad del país enumeró las promesas de campaña que Alberto Fernández hasta el momento no llegó a cumplir. “El Presidente prometió terminar con el hambre y hoy el hambre es más escandalosa de lo que era cuando llegó; prometió unir a los argentinos y no hace más que dividirlos en sus discursos; prometió que le iba a aumentar a los jubilados y hoy los jubilados pierden contra la inflación al igual que los salarios; prometió que iba a haber asado en la heladera y hoy hay la menor cantidad de consumo per cápita de la historia del país”.
De todas maneras entiende que “hubo una pandemia en el medio” que afectó a todo el mundo, pero “a la Argentina le fue peor”. “Si no puede cumplir con lo que promete, tiene que admitir y decir lo que va a hacer en consecuencia. No sabemos cómo va a hacer para recuperar el empleo, para vacunar antes del invierno a los que faltan, es la incertidumbre permanente, no hay plan, no hay rumbo”, lamentó la ex mandataria provincial.
Asimismo, repudió las recientes declaraciones del procurador General del Tesoro, Carlos Zannini, quien justificó haberse vacunado contra el coronavirus junto a su mujer como “personal de salud”. “Me da vergüenza ajena”, sentenció Vidal.
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