Otro país de América Latina firmó un contrato para comprar vacunas de Pfizer. Esta vez se trata de Brasil, el gigante de la región, que anunció un entendimiento para la adquisición de 100 millones de dosis. Un adelanto de un millón de vacunas ya había sido entregado a fines de abril, pero la mayor proporción de los inoculantes llegará en la segunda mitad del año.
El país gobernador por Jair Bolsonaro se suma así a otros Estados como Chile, Uruguay, Perú y Bolivia que no sólo firmaron contratos con el laboratorio americano, sino que ya aplicaron vacunas de Pfizer a parte de su población (ver Qué países de América Latina recibieron dosis de Pfizer en los últimos siete días).
El contraste es la Argentina. El año pasado fue escenario de las pruebas de fase 3 para el desarrollo de la fórmula que finalmente terminó siendo aprobada por reguladores internacionales. Tuvo además prioridad para firmar un acuerdo para la compra de inoculantes, pero la negociación se frustró y el gobierno nacional decidió darle impulso a negociaciones con otros laboratorios que demoraron más de lo previsto en entregar las aplicaciones comprometidas.
Recientemente el presidente Alberto Fernández anunció que retomó el diálogo con autoridades de Pfizer para la compra de vacunas, pero hasta el momento no hubo ningún anuncio concreto sobre la cuestión.
Esta mañana, la Argentina recibió 500 mil dosis de la vacuna rusa Sputnik V, cuyos informes de Fase III fueron calificados como deficientes recientemente por la prestigiosa publicación científica The Lancet.
La ministra de Salud, Carla Vizzotti, prometió que antes de fin de mayo llegarán casi 4 millones de AstraZeneca, un contrato que en gran parte se pagó por adelantado el año pasado y su cumplimiento se encuentra atrasado.
El ministro de Salud de Brasil, Marcelo Queiroga, fue el encargado de realizar el anuncio sobre el avance en las negociaciones con Pfizer. La cartera de Salud indicó que ya firmó el contrato de compra y se encuentra a la espera de la firma del laboratorio, con el que ya se han logrado contratos anteriormente.
Queiroga precisó que la “autorización” para esta nueva compra la otorgó el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, y defendió que Brasil es el “quinto país que tiene más dosis de vacunas distribuidas a su población”. “Y tenemos potencial para vacunar a más de 2,4 millones de brasileños al día”, agregó.
Asimismo, precisó que los inoculadores de Pfizer que se comprarán se entregarán a finales de este año, “más de 30 millones en septiembre y los demás en diciembre”.
“Entonces, tenemos vacunas, de reconocida eficacia, probadas por las agencias de salud más estrictas del mundo y vamos a vacunar a todos los brasileños”, dijo el ministro.
Según el consorcio de medios de comunicación que analiza la COVID-19 a diario, Brasil aplicó 53,9 millones de dosis, con 36,5 millones de personas que han recibido al menos una dosis y 18,3 que han adquirido también la segunda.
Por otro lado, Bolsonaro decidió que su gobierno destine 5.500 millones de reales (más de 1.000 millones de dólares) para la producción y distribución de vacunas contra el COVID-19, incluidas 50 millones de dosis del inmunizador de AstraZeneca.
La Secretaría General de la Presidencia informó que el dinero debe garantizar el suministro de estas dosis en el segundo semestre del año y que será un complemento a los 20 mil millones de reales (un poco más de 3.800 millones de dólares) destinados a fines del año pasado para la compra de inmunizadores.
En un comunicado, el Ejecutivo expresó: “Ante este contexto excepcional derivado de la pandemia del COVID-19, que tiene impactos demasiado negativos en la salud pública, la economía y el desarrollo de otras políticas públicas, es imperativo abrir el crédito extraordinario en cuestión”.
Y agregó: “El Estado brasileño redobla sus esfuerzos para garantizar la oferta regular de servicios y programas dirigidos a la población en general, especialmente a los más vulnerables, otorgando a los organismos y agentes públicos el acceso a instrumentos capaces de mitigar los efectos nocivos de pandemia en la sociedad brasileña”.
La decisión del Ejecutivo brasileño llega en momentos de fuertes cuestionamientos en materia de vacunación. Al gobierno de Jair Bolsonaro se le reprocha la lentitud en el proceso de inoculación de la población.
Confirmación de Europa Press
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