Alberto Fernández y Kristalina Georgieva se encontrarán mañana en Roma para tratar las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Será la primera vez que el Presidente y la directora gerente del FMI compartan una reunión presencial, tras sucesivos contactos telefónicos y vía zoom destinados a consolidar una hoja que permita a la Argentina honrar su deuda externa sin ejecutar un plan de ajuste que profundice la crisis social y económica del país.
El jefe de Estado y la directora gerente tienen empatía mutua y esa sintonía permitió a Martín Guzmán avanzar con las negociaciones para refinanciar todos los vencimientos de la deuda de 44.000 millones de dólares que Mauricio Macri contrajo cuando ocupaba la Casa Rosada y Christina Lagarde era la imagen pública del FMI.
Alberto Fernández no quiere pagar un sólo centavo de dólar al FMI durante 2021, y la instrucción a su ministro de Economía es evitar que la Argentina caiga en default por obra y gracia de dos vencimientos de capital que tienen que cancelarse en septiembre y diciembre. Si no hay acuerdo con el Fondo, los vencimientos caerán y Argentina estará en default.
En este contexto, la reunión de Alberto Fernández con Georgieva es fundamental para encontrar consensos que permitan esquivar el default, satisfacer las expectativas de los estados que prestaron 44.000 millones de dólares y quieren recuperar sus propios fondos públicos, y diseñar un plan que establezca nuevas reglas de juego entre el FMI y los países deudores.
Hay una línea ideológica que intenta proponer un nuevo orden mundial post pandemia COVID-19. Ese mirada geopolítica es empujada por Joseph Biden en Estados Unidos y Francisco desde el Vaticano.
Y a partir de allí, una puñado de actores políticos y financieros, de líderes regionales y referentes académicos, se suman a una idea que está en ebullición desde que el coronavirus atacó a traición sin preguntar edad, sexo o religión.
Kristalina Georgieva, Andrés Manuel López Obrador, Pedro Sánchez, Mario Draghi, Alberto Fernández y Emmanuel Macron, por citar casos que exhiben lo heterogéneo del movimiento que se apalanca en la Casa Blanca y en Santa Marta, son la avanzada pública que pretenden coronar las nuevas ideas en el FMI, el G20, el Mercosur y la Unión Europea.
Desde esta perspectiva, el cónclave de Alberto Fernández y Georgieva no puede resumirse sólo en una mesa de negociación adonde un deudor y un acreedor se exigen -mutuamente- mejores condiciones de pago. En rigor, la reunión del Presidente y la directora gerente apunta a lograr consensos sobre el pago de la deuda externa que dejó Macri, pero también a encontrar una hoja de ruta que permita una mayor armonía entre los países con dificultades estructurales y el FMI.
Con este escenario planteado, Alberto Fernández aprovechará la ocasión frente a Georgieva para describir su propuesta de nueva arquitectura financiera del Fondo Monetario Internacional. El presidente tiene una ventaja: Antonio Costa (premier de Portugal), Pedro Sanchez (jefe de Gobierno español), Macron (presidente de Francia) y Mario Draghi (premier de Italia) han aceptado su perspectiva y además debatir sus aspectos fundamentales durante la reunión del G20 prevista en Roma durante octubre.
Georgieva no será sorprendida por las ideas de Alberto Fernández. La directora gerente tiene cercanía con Francisco y en Washington está su despacho de directora gerente del FMI. Ella sabe que el presidente argentino empuja cuatro reformas de difícil resolución a corto plazo, pero factibles en los próximos años si el G7 apoya con todo su poder geopolítico.
Esas cuatro reformas, que Alberto Fernández conversó hoy con Francisco, establecen lo siguiente:
1. Alargar los plazos de los créditos -Stand-By y Facilidades extendidas- para aliviar la sucesión de pagos de los países deudores.
2. Bajar las tasas que pagan los países deudores frente a la actual crisis económica
3. Hacer un pool con los DEG de los países poderosos y luego distribuirlo a los países medianos de manera proporcional
4. Eliminar los super cargos que se aplican a los países deudores y que implican millones de dólares de transferencia a favor del FMI.
La reunión entre Alberto Fernández y Georgieva será en el hotel Sofitel de Villa Borghese, a las 9.00 en punto (hora de Italia). No se descarta que el ministro Guzmán y el secretario de Asuntos Estratégicos, Gustavo Beliz, también participen del cónclave con la directora gerente del FMI.