El final del ciclo de Guillermo Nielsen como presidente de YPF se conoció el 19 de enero pasado. El propio economista contó la noticia en aquel entonces y confirmó que Alberto Fernández le había ofrecido “un nuevo desafío”: la embajada en Arabia Saudita. Sin embargo, tras 112 días de su renuncia, sigue esperando que la Cámara de Senadores apruebe la designación que le prometió el jefe de Estado.
Antes de asumir en la petrolera estatal, Nielsen tuvo una extensa carrera en el ámbito público. Se convirtió en el hombre de mayor confianza de Roberto Lavagna como negociador de la deuda pública. Más adelante se desempeñó como secretario de Hacienda porteño en la gestión de Jorge Telerman y, tras su renuncia por un conflicto con el gremio de los empleados municipales, fue designado embajador ante Alemania.
En 2010 se alejó del gobierno y volvió al sector privado como consultor de empresas europeas, hasta que se acercó nuevamente al peronismo, en este caso de la mano de Guillermo Moreno. Nielsen colaboró activamente en la campaña de Alberto Fernández y, tras las elecciones de 2019, su nombre comenzó a sonar como posible ministro de Economía. Luego, como negociador de la deuda, y finalmente fue designado como presidente de YPF. Su principal tarea era mantener y profundizar el manejo profesional de la petrolera; en particular, el rol de Vaca Muerta. Por supuesto, sus planes se vieron alterados por la pandemia.
A comienzos de enero pasado comenzaron a circular rumores de su alejamiento de YPF por tironeos dentro de la coalición gobernante. El principal problema habría sido que La Cámpora, que tiene una firme presencia en la petrolera, nunca vio a Nielsen con buenos ojos. Esta versión cobró fuerza en una primera instancia cuando designaron un CEO -Sergio Affronti- impulsado por Cristina Kirchner, y se consolidó con el anuncio de su reemplazo en el directorio de YPF: Pablo González, por entonces vicegobernador de Alicia Kirchner en Santa Cruz y actual diputado nacional del Frente de Todos.
Después de que se confirmara su renuncia de la petrolera, Nielsen publicó una serie de mensajes en su cuenta en Twitter, en los que aclaró: “En el marco de las versiones de público conocimiento sobre mi salida de YPF, les comento que se origina en un nuevo desafío que me fuera ofrecido por el Presidente de la Nación”. Tal como había adelantado Infobae en aquella oportunidad, Alberto Fernández le había prometido su designación como embajador ante el Reino de Arabia Saudita. De esta manera, ocuparía el cargo que ostenta desde octubre de 2018 Marcelo Gilardoni, nombrado por el gobierno de Mauricio Macri como representante argentino en Riad.
Lo cierto es que muchos se preguntan si las promesas que se hacen desde el Ejecutivo pueden cumplirse porque, a 112 días del ofrecimiento, el embajador en Arabia Saudita sigue siendo Gilardoni y Nielsen continúa esperando.
La designación de Nielsen, al igual que la de todos los magistrados judiciales y oficiales superiores de las Fuerzas Armadas, entre otros cargos, debe ser aprobada por la Comisión de Acuerdos de la Cámara de Senadores. En el cuerpo legislativo todo pasa por las definiciones de su presidenta, Cristina Kirchner, quien además cuenta con la senadora mendocina Anabel Fernández Sagasti como su persona de confianza a cargo de la mencionada comisión.
De bajo perfil, desde que dejó la presidencia de YPF, Nielsen se mantuvo alejado de los medios de comunicación y su participación en las redes sociales es casi nula. Mientras tanto, espera que el Senado trate su pliego y le dé el visto bueno para ocupar la embajada en Arabia Saudita.
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