La DAIA recibió al equipo de profesionales del Centro Médico de la Universidad de Hadassah de Israel que arribó al país para compartir su experiencia en el tratamiento contra el COVID-19 y avanzar en las gestiones para el desarrollo de la vacuna israelí en Argentina.
Entre los médicos israelíes se encontraba el profesor Yoram Weiss, director del hospital Hadassah Ein Kerem; y el Director Ejecutivo de Hadassah International, Jorge Diener. Y por parte de la delegación argentina estaban el presidente de la DAIA, Jorge Knoblovits; la asesora presidencial Cecilia Nicolini; el Embajador de Argentina en Israel, Sergio Urribarri; y la embajadora de Israel en la Argentina, Galit Ronen.
Actualmente, los expertos se encuentran realizando en la Argentina gestiones para iniciar un estudio de fase III de Brilife, la vacuna israelí COVID-19, que fue desarrollada por el Instituto de Investigación Biológica de Israel y probada principalmente en Hadassah.
Para el titular de la DAIA “recibir en nuestro país a esta prestigiosa delegación nos genera mucha expectativa positiva y un orgullo de que ambos países lleven a cabo acciones tendientes al mejoramiento de la salud de la sociedad”.
Como su vacuna está en Fase 3, el país de Medio Oriente necesita un amplio campo de prueba para probar su inoculación, justamente donde el virus esté en pleno apogeo, como es lo que sucede ahora en nuestro país.
Debido al gran caudal de habitantes inmunizados ante el coronavirus en Israel es difícil encontrar más interesados en contribuir con este estudio epidemiológico, por lo que Argentina juega un papel clave en el avance y progreso del mismo para tener éxito.
Con casi el 65% de su población inoculada al menos una vez (esto equivale a más de 10 millones de personas), Israel dio recientemente un paso importante con la reapertura de cafés, bares y restaurantes, el regreso a las aulas en las universidades, entre otras medidas de relajación de restricciones.
El Embajador Urribarri destacó el trabajo en conjunto entre ambas naciones en medio de la pandemia y la posibilidad de que Argentina produzca a nivel local la vacuna israelí. “El vínculo entre Argentina y el Hadassah fue una de las primeras tareas a las que me dediqué cuando llegué a Israel. Por iniciativa de nuestra embajada, se realizaron varias acciones en conjunto, entre ellas el intercambio entre profesionales del Hadassah y de nuestro Hospital Garrahan, que está en pleno desarrollo. Desde entonces, se forjó un vínculo con este nosocomio que está entre los más importantes de Israel y del mundo que ahora convoca a nuestro país para ser un actor central en el desarrollo de esta vacuna”, precisó el embajador.
El Hospital Hadassah será la institución encargada de organizar y coordinar las tareas por delante, en conjunto con el Instituto Israelí para la Investigación Biológica. El próximo paso será que ambas partes trabajen sobre el análisis de las reglamentaciones argentinas para seguir analizando la posibilidad de aprobar esta operación, informaron desde el Ministerio de Relaciones Exteriores.
En el encuentro que tuvo lugar en la DAIA, Knoblovits estuvo acompañado por el vicepresidente 1° de la entidad, David Stalman; el secretario general, Alejandro Zuchowicki; el tesorero, Marcos Cohen; el presidente de la Fundación Amigos de DAIA, Mario Ruschin y el director ejecutivo, Víctor Garelik.
La delegación fue acompañada por Alejandro Kelman, presidente de Hadassah Argentina; y diferentes expertos en COVID-19, entre ellos, el profesor Dror Mevorach, jefe de una de las Unidades de Brote de COVID-19 de Hadassah e inventor del exitoso tratamiento Allocetra; el profesor Sigal Sviri, director de la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) COVID-19; el profesor Yoseph Caraco, director del Centro de Investigación Clínica Hadassah, que administra la vacuna Brilife; y Claudia Poggi enfermera de la UCI COVID-19.
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