A pesar de que por el crítico contexto sanitario que se vive en la ciudad y la provincia de Santa Fe, el ex gobernador Miguel Lifschitz no tuvo velatorio, el hall de ingreso a la Biblioteca Argentina fue el lugar elegido por sus familiares, amigos y ex funcionarios más cercanos para recibir las “muestras de afecto” de la sociedad y consolarse mutuamente.
Con un cálido y respetuoso aplauso que se sostuvo durante más de cinco minutos, el público presente despidió los restos de Lifschitz cuando el cortejo fúnebre que había salido de la casa velatoria Caramuto pasó por el ingreso de la Biblioteca Argentina, alrededor de las 10 de la mañana, para luego irse a un cementerio en Funes, donde se desarrollará una ceremonia íntima.
La pareja de Lifschitz, la diputada provincial Clara García, bajó por un momento del auto que la llevaba y recibió un cálido abrazo de la ex intendenta Mónica Fein. Un instante después, volvió a subir al vehículo y continuó con su trayecto mientras miraba con emoción los arreglos florales y los claveles rojos que inundaban las inmediaciones del lugar.
Miguel Lifschitz murió ayer por la noche, a los 65 años, en una clínica de la ciudad de Rosario afectado por un severo cuadro respiratorio derivado de coronavirus que lo mantuvo más de diez días conectado a un respirador.
“Con enorme pesar, estando en Lisboa, supe de la muerte de Miguel Lifschitz. Fue un hombre íntegro que puso todo su esfuerzo en favor del progreso de su querida Santa Fe”, tuiteó el presidente Alberto Fernández. Y agregó: “Reciban sus seres queridos el profundo pesar de alguien que lo ha estimado y respetado honestamente”.
La vicepresidente Cristina Kirchner también utilizó las redes sociales para darle el pésame a la familia de Lifschitz: “Lamento el fallecimiento por coronavirus de Miguel Lifshitz, ex gobernador de Santa Fe. Mis condolencias a familiares y amigos”.
El Jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, fue otro de los funcionarios nacionales que se expresaron al respecto: “Lamento la muerte de Miguel Lifschitz. Acompañamos en el dolor a sus familiares, amigos, y a la militancia del Partido Socialista de Santa Fe. La política despide a un dirigente honesto y comprometido”.
Esta mañana, visiblemente afectado por semejante pérdida, el ex gobernador Antonio Bonfatti, se acercó hasta la Biblioteca Argentina y destacó: “Es una pérdida enorme desde lo humano y también desde lo político. Estamos despidiendo a un tipo que nunca daba por terminado nada y que la peleó hasta el último momento”.
Lifschitz era el principal dirigente opositor de la provincia y permanecía internado en estado crítico desde el 19 de abril en el Sanatorio Parque de Rosario, poco después de confirmarse que había contraído Covid-19.
El líder socialista comenzó con síntomas el 10 de abril y él mismo confirmó al día siguiente que había sido hisopado con resultado positivo, informando además que se encontraba en buen estado de salud.
Pero con el paso de los días comenzó a presentar complicaciones y el 19 de abril fue internado, primero en sala común y luego en terapia intensiva.
Los sucesivos partes médicos fueron dando cuenta del deterioro de su salud e incluso desde hacía varios días estaba siendo asistido mecánicamente para respirar, hasta que sus allegados informaron su deceso este domingo.
Ingeniero civil de profesión, Lifschitz nació en Rosario el 13 de septiembre de 1955 y fue uno de los principales dirigentes del Partido Socialista que, en el marco del Frente Progresista Cívico y Social, gobernó la provincia entre 2007 y 2019, primero con el fallecido Hermes Binner, luego con Antonio Bonfatti y finalmente con su gestión.
También gobernó su ciudad en dos períodos, desde 2003 hasta 2011, fue senador departamental entre 2011-2015 y hasta su muerte fue presidente de la Cámara de Diputados de la provincia.
Desde diciembre de 2019 ocupaba la presidencia de la Cámara de Diputados de Santa Fe al ser electo legislador en los comicios de ese año, en los que Perotti, actual mandatario provincial, ganó la Gobernación desde el Frente de Todos.
Nacido y criado en Rosario, Lifschitz se recibió de ingeniero civil durante la última dictadura, en 1979, en la Facultad de Ciencias Exactas, Ingeniería y Agrimensura de la Universidad Nacional de Rosario (UNR).
Inició su militancia política algunos años antes en el Movimiento Nacional Reformista (MNR), brazo universitario del entonces Partido Socialista Popular (PSP), fundado en 1972, entre otros, por Guillermo Estévez Boero, formador de la mayoría de los dirigentes de esa fuerza política que luego ocuparon cargos institucionales en Santa Fe.
Inscripto por sus padres como Roberto Miguel, a Lifschitz todos lo llamaban por su segundo nombre.
Tuvo cuatro hijos con su primera esposa -de la que se divorció- y desde hace años estaba en pareja con Clara García, militante socialista que ocupaba un escaño en la Cámara Baja provincial por el Frente Progresista.
Lifschitz formó parte de la primera gestión socialista de la Intendencia de Rosario con Héctor Cavallero como jefe comunal (1989-1995), y luego integró el gabinete de Hermes Binner en el municipio rosarino (1995-1999 y 1999-2003), cuyas gestiones en materia de salud pública y descentralización administrativa sirvieron como trampolín del Partido Socialista (PS) a la Gobernación santafesina, en alianza con la UCR y otras fuerzas políticas.
Como gobernador continuó las políticas públicas de sus antecesores Binner y Bonfatti, centradas en la regionalización provincial y la salud pública, e hizo hincapié en la obra pública, la pavimentación de rutas y el mejoramiento de caminos rurales.
En 2018 Lifschitz impulsó una reforma de la Constitución provincial, una de las pocas que no contempla la reelección del gobernador, pero sin apoyo opositor desistió de convocar a un plebiscito.
SEGUIR LEYENDO: