La primera parada de la gira por Europa cumplió con las expectativas de Alberto Fernández. El Presidente se llevó un fuerte respaldo del primer ministro de Portugal Antonio Costa en medio de la negociación con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
El premier hizo pública su mirada sobre el tema durante una conferencia de prensa conjunta que compartieron ambos líderes luego de un encuentro privado realizado en la tarde de Lisboa. “Le he transmitido todo el apoyo de Portugal en este tema e intentaremos sensibilizar al FMI para que al menos durante esta crisis se puedan suspender los sobrecargos”, puntualizó.
La posición de Costa no es novedosa. Fernández ya había estado en Portugal como candidato del Frente de Todos a la Presidencia. Suele utilizar a ese país europeo como referencia porque atravesó una situación similar a la que ahora enfrenta la Argentina con respecto a los intereses de un préstamo del FMI.
“Yo me he enfrentado con el mismo problema que tiene la Argentina. Teníamos préstamo que era superior a la cuota de Portugal en el Fondo. Pagábamos un sobrecargo muy significativo y felizmente hemos logrado convencer al FMI de liberarnos de ese sobrecargo. Hoy estamos en una situación muy particular y creemos que es un momento para suspender ese sobrecargo para poder ayudar a los países que están combatiendo el COVID-19″, desarrolló Costa.
El presidente argentino explicó cuál es la posición de su gobierno sobre la cuestión: “Queremos alcanzar un acuerdo con el Fondo, pero pedimos que no nos condicione el futuro, que no condicione el desarrollo de un país que necesita terminar con la desigualdad”.
“Nosotros buscamos un acuerdo se pueda sostener en el tiempo y que no postergue más a los argentinos. Los argentinos ya han sido postergados por el enorme crédito que le ha dado el FMI. Cuando yo era candidato, advertí que iba a ser impagable y por lo tanto quiero un acuerdo que no postergue a los argentinos. Le pido al Fondo comprensión sobre la naturaleza de ese acuerdo que fue nocivo para la Argentina y comprensión por el tiempo que vive el mundo por la pandemia. Ojalá podamos llegar a ese cuerdo rápido”, completó.
Tras un almuerzo en Lisboa, la comitiva argentina partirá rumbo a Madrid, la segunda escala de la gira relámpago por Europa. Mañana tiene previsto un encuentro en el Palacio de la Zarzuela con el Rey Felipe VI y a continuación una encuentro de trabajo con Pedro Sánchez, jefe del Gobierno español. La agenda será igual que en Lisboa: encontrar apoyo para lograr un acuerdo con el FMI que esquive un plan de ajuste para la Argentina y la posibilidad de refinanciar la deuda a partir del 2022.
El encuentro de Fernández con Costa sirvió además para poner en marcha acuerdos entre el Mercosur y la Unión Europea para luchar en conjunto contra el cambio climático. El acuerdo macro entre los dos grandes bloques anunciado en 2019 deberá seguir trabajándose, admitieron ambos dirigentes.
También hubo tiempo para hablar sobre vacunas. Costa expresó su malestar por la reciente declaración pública de la alemana Angela Merkel en contra de la liberación de patentes. Fernández contó su malestar por las demoras de AstraZeneca en cumplir los compromisos firmados con la Argentina. Reveló que el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, le aseguró que antes de fin de mayo llegarán las primeras dosis que se fabricaron con principios activos producidos en una planta bonaerense.
La reunión
Alberto Fernández y Antonio Costa tienen sintonía personal, ideológica y política. El Presidente y el Premier de Portugal se reunieron en Lisboa, para analizar un asunto clave del Gobierno: la negociación con el Fondo Monetario Internacional (FMI) destinada a refinanciar una deuda de 44.000 millones de dólares que Mauricio Macri tomó a través de un crédito Stand-By en épocas de Christine Lagarde y Donald Trump.
“Mi amigo Alberto, qué gusto verte, esta vez como Presidente...”, saludó el anfitrión al encontrarse cara a cara con el mandatario argentino, que agradeció la cálida recepción. Habían pasado minutos de las 7.30 (hora de Buenos Aires) cuando ambos posaron para las fotos antes de iniciar la reunión a solas en el Palacio de Sao Bento.
Argentina, como país deudor, tiene que enfrentar dos vencimientos de capital cercanos a 4.200 millones de dólares que caen en septiembre y diciembre. Y la decisión política de Alberto Fernández -aunque se niegue a reconocerlo en público- es refinanciar estos vencimientos hasta marzo de 2022, o cancelarlos con los Derechos Especiales de Giro (DEG) que recibirá del propio FMI antes que concluya agosto.
El Presidente ya planteó a Kristalina Georgieva, directora gerente del Fondo Monetario Internacional, su deseo de acordar un nuevo programa económico que ponga un horizonte con menos asfixia financiera a la Argentina. En este contexto, necesita los avales geopolíticos de los países más importantes de Europa y el apoyo explícito de Joseph Biden, sucesor de Trump en la Casa Blanca.
La reunión del presidente con el premier portugués apuntó a consolidar esta pretensión política respecto al FMI. Costa comparte la perspectiva de Alberto Fernández, y en la última cumbre Iberoamericana no solo respaldó la posición de Argentina frente al Fondo, sino que también exigió que el organismo multilateral de crédito reduzca los sobrecargos aplicados a los países con muchísima deuda que buscan una nueva refinanciación.
Además de la propuesta económica y financiera de la Argentina al FMI, Alberto Fernández y Costa dialogaron sobre la situación política y legal del acuerdo Mercosur-UE. Los dos son presidentes pro tempore de ambos bloques multilaterales, y los dos creen que el tratado es un hecho diplomático histórico que no puede quedar al borde del camino.
Sin embargo, este acuerdo comercial trabajado en los últimos 20 años tiene ciertas acechanzas que no se podrán resolver en la urgente coyuntura. Emmanuel Macron, presidente de Francia, va por su reelección en 2022 y el lobby agropecuario de su país juega en contra del tratado Mercosur-UE.
Macron, entonces, no pondrá mucho énfasis en lograr que los 27 estados de la UE se apuren en lograr su ratificación parlamentaria. Y como Francia, por razones de competencia pura y dura, Irlanda y Polonia también se oponen a esta construcción multilateral que puede crear un mercado gigantesco para los bienes y productos del Cono Sur y Europa continental.
El cónclave entre Alberto Fernández y Costa sirvió además para analizar la situación mundial atravesada por la pandemia del COVID-19. En este punto de la agenda bilateral, ambos mandatarios exhibieron sus coincidencias de fondo: Argentina y Portugal plantearon hace meses que las vacunas contra el coronavirus debían distribuirse de manera simétrica y que los laboratorios farmacéuticos tenían que ceder sus derechos intelectuales para que el virus fuera acorralado sin límites de tiempo y espacio.
Alberto Fernández y Costa también cuestionan la política de acaparamiento de los países más poderosos frente a las naciones más débiles de África, Asia y América Latina y consideran necesario que las Naciones Unidas establezcan reglas de juego precisas ante una pandemia que aún sobrevive por la distribución asimétrica de las vacunas.
Con información de nuestro enviado especial, Román Lejtman
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