Una mujer de 60 años, con patologías previas, se encontraba internada transitando un cuadro de COVID-19 conectada a un respirador. Sin embargo, por circunstancias que aún no están aclaradas fue derivada a uno de los centros de aislamiento que montó el Gobierno de Formosa para personas infectadas con coronavirus, donde finalmente falleció en menos de 24 horas. Su familia denunció que hubo abandono de persona y que no recibió asistencia médica, mientras que desde el hospital donde se encontraba internada previamente informaron que se trató de una muerte súbita.
Juana Gómez ingresó al centro de aislamiento que funciona en la Escuela Provincial N.º 3, “Dr. Luis Sáenz Peña”, en la capital de Formosa, el domingo por la tarde.
La habían trasladado desde el Hospital Central de la misma ciudad para que cumpliera la cuarentena debido a que el hisopado le dio positivo para COVID-19, sin embargo desde que llegó el resto de las compañeras de habitación notaban que no se sentía bien.
“Era una persona que no podía respirar bien, no podía escucharnos, tenía dificultades para caminar”, explicó María quien también estaba haciendo cuarentena en el lugar y agregó que: “La pusieron lejos de los baños y le costaba mucho trasladarse”.
Detalló que cuando les trajeron la cena, como les dejaban la comida fuera de las habitaciones y había que buscarla, todos comieron menos ella, porque a raíz de sus impedimentos para moverse no pudo acercarse a buscar la comida.
Juana empezó a sentirse mal y las otras mujeres que estaban en la planta alta del edificio con ella le pidieron al policía que vigilaba el centro que llamara a los médicos para que la vieran. “Llamamos a las nueve de la noche y llegaron a las once. Le tomaron el pulso, la temperatura y después se fueron sin hacer nada más”, explicaron.
Relató luego que la mujer fue a ducharse como pudo y cerca de la una de la mañana del lunes se acostó. Sus compañeras escuchaban que respiraba con gran dificultad y que después se durmió recostada hacia un lado de la cama.
“Cuando nos levantamos la vimos recostada en una posición incómoda, quisimos levantarle las piernas a la cama, pero estaban rígidas. Ahí nos dimos cuenta que ya no respiraba”, dijo quien compartía la habitación. Tres horas después llegó la ambulancia con el médico para constatar lo obvio y retirar el cuerpo.
Muerte Súbita
Cerca del mediodía el Dr. Mario Romero Bruno, director del Hospital Central de la ciudad de Formosa, desde donde habían derivado a la mujer fallecida, explicó que tenía COVID positivo y factores de riesgo como la obesidad e hipertensión arterial: “El coronavirus afecta no solo a los pulmones, es una enfermedad sistémica que abarca todo el aparato cardiovascular, renal, piel y neurológico”.
“Fue atendida en el transcurso de la noche de la guardia del Hospital Central y en la madrugada se descompensó de nuevo”, aclaró y dijo luego que “se trató de una muerte súbita por una obstrucción aguda de las arterias coronarias que no da tiempo, por eso este diagnóstico de muerte súbita se debe al coronavirus”.
“No quiero que haya otra Juana”
El hermano de la mujer fallecida, Gumercindo Gómez, dialogó con Infobae y contó que su hermana tenía cuatro hijos. “Ayer por la tarde hice una videollamada con ella y pude ver que ya tenía dificultades para respirar y para hablar”, aseguró.
Relató que, en el Hospital, ella estaba con respirador y oxígeno por lo cual el estaba tranquilo. “Me despedí esta mañana y me entero, a través de uno de mis hermanos que vive en Formosa, que la habían trasladado. ¿Cómo es posible? Ella tenía una patología previa, tenía problemas respiratorios, cardíacos, hipertensión arterial, fue operada y tenía un stent, además de su sobrepeso”, explicó.
Se preguntó cómo la sacaron de un centro especializado y la llevaron a una escuela. “Es como que prácticamente hicieron un abandono de persona. No pueden mandar a alguien con esas patologías a un lugar que no está preparado con otras cinco personas”.
Gumercindo dijo además que quienes estaban con ellas le comentaron las dificultades que tenía para ir al baño y pudo saber cómo fueron las últimas horas en las que su hermana padeció un deterioro rápido sin control médico. “La chica que estaba con ella me contó que vino una persona, que debe ser médica o enfermera, y solo le tomó la presión y nada más. Se fueron y no la medicaron, no la vieron nada. Mi hermana estuvo agonizando hasta que falleció porque se quejó y llamaba a las chicas”.
Respecto de la versión del epidemiólogo Romero Bruno, quien es responsable del Hospital donde estaba su hermana, dijo: “Es abandono de persona y el doctor Romero sale a decir que fue muerte súbita. ¿Qué somos? ¿Todos ignorantes? Una persona con las patologías previas como las que le comenté no puede ser muerte súbita”.
“Lo que digo es que quieren tapar las ineptitudes y las irresponsabilidades legales que le caben tanto a ese doctor como a la negligencia del señor Gildo Insfrán, el mejor gobernador según el presidente Alberto Fernández. No quiero que haya otra Juana”, concluyó.
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