El ex vicepresidente de la Nación Amado Boudou reapareció publicamente en un zoom de acceso público como orador en un seminario organizado por la facultada de Ciencias Sociales para hablar del lawfare, la teoría con la que se refiere cierto sector de la política latinoamericana y, en la Argentina, el sector ligado al kirchnerismo.
Condenado por corrupción, Boudou comenzó su exposición señalando que el lawfare más que una discusión legal “es un dispositivo de control social, de condicionamiento de la democracia”.
Para el también ex ministro de Economía, este modelo de “persecución judicial” no es algo propio de la Argentina sino que “sucede en todo el continente, no es de un invento de un partido, es un fenómeno que tenemos que analizar”.
“No es una cuestión individual, de más o menos dolor, es una cuestión del conjunto de la sociedad”, dijo en referencia a que no se ponía en el centro de la discusión. Y, sin nombrara, solamente hizo una referencia a Cristina Kirchner al asegurar que “un país en el cual la principal perseguida por el sistema de lawfare es la Vicepresidenta de la Nación, es una democracia que no tiene destino”.
A partir de esto, frente a una audiencia remota de 100 personas, Boudou dijo que este modelo “no es una conspiración trasnochada de diarios y jueces, es un dispositivo disciplinario” y sentenció: “Se parece mucho a las condicionalidades que el FMI pone a las políticas económicas y sociales de nuestros pauses, y es por eso que se concentra en personas y espacios políticos que buscan transformar la realidad”.
Desde su casa, en donde mantiene un arresto domiciliario, el ex funcionario del kirchnerismo señaló que lo que se busca es “una privatización del sistema judicial” y señaló a los jueces que fundan sentencias tomando los aportes periodísticos..
Su exposición fue sobre varios puntos, como por ejemplo la presencialidad de las escuelas y que aquellos que critican la definición de la virtualidad “son los que desfinanciaron el sistema educativo, son los que no entregan las notebook a los chicos”, en referencia a los referentes del PRO. También citó libros y películas pero, básicamente, se centró en explicar su teoría respecto a que el sistema judicial y el lawfare son un modelo que tiene como sentido “una cuestión de la democracia condicionada, no de las personas que lo sufren”.
Mientras los coordinadores hacían referencia a que un ejemplo de como accionan los grupos de medios es que “siguen insistiendo en que es un curso lo que está dando Boudou”, a pesar de que en la previa expusieron el ex canciller de Brasil Celso Amorín y el intelectual mexicano Rafael Barajas Durán.
El ahora ex funcionario y procesado en diferentes causas judiciales hizo referencia a que en los últimos años el lawfare incorporó “el castigo disciplinario” y cuestionó: ¿Qué sentido tenía irme a buscar a las 6 de la mañana con un chaleco antibalas y un casco? Eso es una vuelta al castigo espectáculo, que como como objetivo el condicionamiento de los que toman decisiones políticas”.
En otra parte de su extensa exposición, Boudou volvió sobre los hechos de la actualidad al señalar que no sólo hay una denigración de los medios de comunicación sino que también lo hacen “los que trabajan en los poderes populares. Cada vez que vemos que la oposición pierde una votación en las reglas de la República, rápidamente dice que lo van a judicializar. Antes era de las empresas la judicialización, ahora surge del propio sistema político porque de esa manera se va normalizando a los poderes”.
Y en algo que puede llegar a ser leído como un mensaje al ministro de economía, Martín Guzmán, en medio de la disputa que está teniendo con parte de La Cámpora y del Instituto Patria, fue cuando deslizó una crítica al sistema referenciada en el premio Nobel de Economía y mentor del ministro Guzmán, Joseph Stiglitz, de quien recordó que “es un economista progresista que asesoraba al ex presidente Barack Obama, que dijo jocosamente que durante su gobierno -el de Obama- se la fueron arreglando para ajustarle el cinturón a los que menos tenían y soltando a los que más tienen”.
En su parte final, Boudou señaló que el sistema del lawfare lo que significa es “un sistema de persecución, de deshumanizar, de no reconocer al otro, del horrible espectáculo público del castigo y de la desigualdad en el mundo, de instituciones que sostienen y defienden la inequidad, de un sistema que normaliza y asusta para que nadie se atreva a desafiar lo establecido. Estamos hablando de la democracia condicionada en México, en Brasil, Ecuador, Bolivia, Perú, Paraguay, Argentina. Estamos hablando de la soberanía para la toma de decisiones”.
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