El gobierno nacional se tomará unos días para terminar de definir el texto del proyecto de ley que anunció días atrás Alberto Fernández cuando comunicó las nuevas restricciones que regirán hasta el próximo 21 de mayo.
Esa es la fecha establecida como límite por parte del Ejecutivo para presentar en la Cámara de Diputados lo que Fernández dijo que será “un proyecto para que, en función de criterios científicos claros y precisos, se faculte al Presidente de la Nación y a los gobernadores a tomar restricciones y medidas de cuidado durante esta situación excepcional”.
Los encargados de redactar la norma son el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, y la secretaria de Legal y Técnica, Vilma Ibarra. Esta última fue la que, hace un año atrás, ya le había planteado al Presidente la estrategia de enviar un proyecto de ley que otorgara facultades a los Ejecutivos de la Nación y de las provincias. Sin embargo, en ese momento los jefes de los estados provinciales se negaron a compartir el costo político de la decisión de ir a un encierro.
Pero los acontecimientos locales e internacionales le volvieron a dar lugar a la idea de Ibarra. En uno de los informes que recibió Fernández respecto de las medidas que se toman en el resto de los países apareció el caso Alemania y la iniciativa que fue recientemente aprobada en donde la canciller Angela Merkel quita competencias a los Bundesländer -las provincias- para centralizar la gestión de la pandemia y poder tomar decisiones para combatir la pandemia de manera centralizada.
La idea ahora le gustó a Fernández y fueron Cafiero e Ibarra quienes insistieron para que esté en el discurso del viernes pasado.
La intención es que entre en la Cámara de Diputados antes del 21 de mayo, lo que le da tiempo al jefe de Estado de poder conversar con la autora original de la idea, Angela Merkel, con quien se reunirá en una semana con motivo de su gira por Europa -luego visitará Italia, Francia y España.
La ley que aprobó la Cámara alta del Parlamento de Alemania (Bundesrat) hace una semana, y que es denominada por los medios germanos como “freno de emergencia”, otorga al gobierno de la canciller Merkel más poderes para combatir una tercera ola del coronavirus.
La nueva ley alemana permite imponer toques de queda entre las 22 y 5:00, así como límites en reuniones privadas, actividades deportivas y aperturas de tiendas. Asimismo, las escuelas cerrarán y volverán a las lecciones en línea si la incidencia del virus supera los 165 casos por cada 100.000 habitantes.
En el caso del gobierno argentino, lo que busca es que las decisiones sean uniformes. Pero Alberto Fernández dijo que con este pedido al Congreso estará “ratificando” su “vocación de diálogo” y, tras remarcar que su “único enemigo es el virus”, sostuvo que no tiene “otros enemigos ni rencores con nadie”.
En Juntos por el Cambio las opiniones están divididas. Hay un grupo que espera, con desconfianza, a ver el texto de la norma y hay otro que ya anunció su oposición a esto que denominan como un pedido de superpoderes.
El titular del interbloque de Diputados nacionales de Juntos por el Cambio, Mario Negri, se refirió al mensaje presidencial: “Alberto Fernández ha tenido, desde que comenzó la pandemia hace más de un año, todos los instrumentos legales a su disposición. El Congreso le brindó todas las leyes solicitadas y, además, el Ejecutivo dictó 83 decretos de necesidad y urgencia (DNU) y 35 decretos de facultades legislativas delegadas vinculados a la crisis sanitaria, económica y social que desató el coronavirus”.
“Debatiremos el proyecto que enviará el Presidente. Pero bajo ningún punto de vista vamos a conceder facultades extraordinarias para disponer de la libertad de los argentinos o avasallar las autonomías de las provincias o la Ciudad Autónoma de Buenos Aires”, advirtió el diputado radical.
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