El 22 de abril la oposición le dijo que sí al gobierno nacional: que estaban de acuerdo en posponer por un mes las elecciones legislativas de este año, tanto las PASO como las generales. El objetivo era ganarle tiempo a la pandemia del coronavirus. Pero el acuerdo por el momento no se transformó en una ley del Congreso, lo único que puede correr el calendario electoral. Por el contrario, se trabó.
Por eso, tanto el gobierno nacional como la Cámara Nacional Electoral siguen adelante con el cronograma vigente como si los comicios fuesen el 8 de agosto las PASO y el 24 las generales. El miércoles pasado hubo una reunión entre el ministro del Interior, Eduardo “Wado” de Pedro, y los jueces de la Cámara. Ambos son los máximos organizadores de la elección. En ese encuentro no se habló de la postergación de las elecciones. De Pedro solo dijo que había tres proyectos en el Congreso. “No dio ninguna pista de lo que puede pasar”, le dijo a Infobae una fuente que participó de la reunión.
Tan es así que el calendario electoral ya se puso en marcha. Y para adelante hay una fecha clave. El 10 de mayo es la fecha límite que tiene el gobierno nacional para convocar por un decreto a las elecciones internas. Para ese plazo falta una semana. Sin cambie de fecha, la convocatoria será para agosto y octubre. Pero el decreto puede aclarar que la fecha queda supeditada a una nueva que fije el Congreso Nacional. Eso hizo la provincia de Buenos Aires en su convocatoria a los comicios. Dijo que si se modificaban a nivel nacional iban a adherir.
¿Y qué ocurre con el cronograma si se modifica la fecha? “Se corre para adelante”, coincidieron ante la consulta de este medio en la Cámara Electoral y en el gobierno nacional. “Lo que no podes hacer es no avanzar en la organización porque si finalmente no se pospone ninguna elección después se junta todo. Además porque la ley fija los plazos de cada paso en la organización”, explicó una fuente.
El ministro de Pedro le informó a los jueces de la Cámara Electoral, Santiago Corcuera, Raúl Bejas y Alberto Ricardo Dalla Vía, en la reunión que el gobierno avanza con el cronograma electoral y que están cumpliendo los plazos. Comunicó que el gobierno avanzó en la adquisición de alcohol en gel, barbijos y otros elementos de higiene que se van a necesitar para este elección en pandemia y ya se convocó en la licitación para el escrutinio provisorio.
El viernes el Gobierno también publicó en el Boletín Oficial el decreto 283 en el cuál constituyó el “Comando General Electoral” que tendrá a su cargo la custodia y la seguridad de las PASO y las generales. En ese decreto las fechas de las elecciones son agosto y octubre.
Por su parte, la Cámara Electoral también empezó a cumplir el cronograma que comenzó a regir el martes pasado. Ese día se inició el cierre del padrón provisorio en todo el país para depurarlo con los cambios de gente fallecida, que se mudó y los nuevos electorales. Ese padrón provisorio será publicado el 7 de mayo para que todas las personas puedan consultarlo y chequear que estén inscriptos con los datos correctos. Y el plazo para pedir que se modifiquen errores es hasta el 21 de mayo.
Mientras tanto la política debe definir cuándo se harán las elecciones. En el Congreso hay tres proyectos. Uno para posponer las las dos elecciones un mes (las PASO en septiembre y las generales en noviembre); el segundo para hacer las dos juntas en un mismo día y el tercero para que no hay internas sino directamente la elección general.
EL 22 de abril el interbloque de Juntos por el Cambio -la UCR, el PRO y la Coalición Cívica- aceptaron postergar un mes las elecciones pero siempre y cuando se establezca que ese cambio es por única vez y que así se establezca en la ley. Pero desde entonces la iniciativa no se trató. No hubo convocatoria para debatir el tema en ninguna comisión. Y la única forma de modificar la fecha de los comicios es por ley.
“Desde que le comunicamos al gobierno la aceptación no tuvimos más respuesta. La situación actual está con un nivel de improvisación enorme de parte del Gobierno”, le dijo a Infobae un hombre de la oposición que formó parte del acuerdo con el gobierno. La oposición aceptó la postergación siempre y cuando se aplique una clausula de reaseguro que establezca que el cambio de fecha de las elecciones es por única vez. El PRO, la UCR y la Coalición Cívica quieren asegurarse que habrá elecciones este año sin nuevos cambios.
“Desde lo jurídico esa clausula es ridícula. Si ya estás diciendo en una ley que vas a modificar la fecha para volver a hacerlo necesitas otra ley”, respondió un integrante del Ejecutivo que igual confía que la fecha se modificará. “El consenso político para postergar está pero el problema en la oposición es que no sabes quién manda”, criticó.
Tanto oficialismo y oposición coinciden que el único proyecto viable es el de postergar un mes las elecciones. En el oficialismo creen que en un mes el tema se podrá tratar y saben cuenta con una llave que es la de tener una mayoría para hacerlo sin la cláusula de reaseguro. “En esta pandemia no sabes cómo vamos a estar dentro de dos meses, si la situación está para ir a votar”, señalan. En la oposición dicen que votar este año es inevitable porque lo contario sería cambiar las reglas del juego de la democracia.
Para la elección, en cualquier fecha que sea, De Pedro y los jueces de la Cámara Electoral avanzaron en la organización de un comicio atípico por la pandemia. Una de los acuerdos, que ya el tribunal venía hablando con la directora Nacional Electoral, Diana Quiodo, es que para esta elección habrá más lugares de votación. Un 30% más que en la última elección de 2019. Esto es para que haya menos gente en cada centro electoral y que se puedan cumplir mejor los protocolos sanitarios.
También se habló de crear la figura del “facilitador sanitario”. Una persona que se encargue de controlar que se cumplan los protocolos de distancia, uso del barbijo y que estén todos los elementos sanitizantes. Lo que se analiza es quién cumplirá esa función. Puede ser un delegado electoral, personal del comando electoral o médicos.
La vacunación fue otro tema de la reunión. Los jueces insistieron en que se vacune contra el coronavirus a todo el personal que trabajará en los comicios. De Pedro dijo que hablará del tema con la ministra de Salud de la Nación, Carla Vizzotti. El reclamo es de todos los jueces electorales del país. Pero sobre las vacunas el eje se puso sobre las quiénes serán autoridades de mesa.
Se trata de las personas que actúan como presidente y vice de cada mesa de votación y que se necesitan cerca de 200 mil. Los jueces de la Cámara quieren que todas estén vacunadas. El objetivo es que no haya deserciones masivas de quiénes por motivos de salud atendibles -como estar todo un día en un lugar constantemente con gente- se excusen de intervenir. O que se presente la posibilidad de que pocos días antes de la elección informen que fueron contacto estrecho o sospechoso y no se presenten.
Los jueces y el ministro del Interior analizaron tres alternativas. La ideal es mantener es esquema de sorteos de las autoridades y que esas personas sean vacunadas. El inconveniente es saber si se va a contar con vacunas. La segunda es que la justicia cuando con el listado de las personas que ya fueron inoculadas contra el coronavirus para sortear de allí a las autoridades. Pero De Pedro planteó que podría haber problemas sobre privacidad y confidencialidad de información.
En la reunión apareció una tercera posibilidad que tendría consenso. Que las autoridades sea se designen entre la gente de los grupos esenciales que ya están vacunados y si alguno no lo está se lo inocule. Un ejemplo son los docentes, que años atrás eran las autoridades de mesa de todas las elecciones, que forma parte en muchas provincias de los grupos vacunados.
En esa línea, una de las alternativas que analiza la Cámara es adelantar la convocatoria de las autoridades para hacer más previsible uno de los puntos más sensibles de todo elección y más en la de este año con la situación sanitaria que se vive. Ese contexto epidemiológico hará que sea un comicio distinto requiere una organización especial que presentará escenarios inesperados a otros años. Quienes trabajan en la organización ya lo saben.
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