“Ahora está de moda el tema del sistema de fases porque lo puso Alemania, porque lo estableció (Ángela) Merkel con criterios objetivos como lo hace la provincia de Buenos Aires. Nadie lo valoró mucho cuando nosotros lo pusimos, es más, muchos lo criticaron”, decía el jefe de Gabinete Carlos Bianco el martes pasado. La mano derecha del gobernador Axel Kicillof exteriorizó así una sensación que emana desde el gobierno bonaerense y tiene que ver con la administración de la pandemia. En La Plata creen por un lado que la Nación demoró en tomar decisiones y, por el otro, que por momentos se ató a los tiempos del gobierno porteño.
Sin embargo, destacan que en las últimas decisiones nacionales, el mandatario provincial logró dejar su huella. Antes de las últimas decisiones -y también las anteriores- el equipo de Salud de Kicillof hablaban de Fase 1 y cierre total por 15 días. Eso finalmente no ocurrió, aunque destacan que sí se consiguió que la Ciudad ajuste un poco más los controles. Sin embargo, las clases presenciales, al menos en la primaria, siguen en la CABA.
Según reconstruyó Infobae, antes de la reunión que el mandatario provincial mantuvo con otros gobernadores y el presidente Alberto Fernández, Kicillof volvió a estudiar el detalle de las 133 actividades que tiene segmentada la provincia desde junio del año pasado -con el sistema de fases- donde se habilita, limita o restringe la actividad según la fase en la que se encuentra cada municipio.
“Lo que anunció Alberto ya lo veíamos venir. Nosotros ya lo aplicamos acá y está calcado a nuestro sistema de fases”, resumió con algo de ironía un funcionario de primera línea del gobierno bonaerense en el mediodía del viernes, antes de que hablara Kicillof y luego de la ratificación de restricciones del gobierno nacional.
Lo dicho: en los últimos días hubo algunos cortocircuitos con la Nación. No escalaron pero existieron. Nación tuvo que reconstruir y retomar un sendero de acuerdos que incluía a la Ciudad y la Nación y había quedado frenado
Desde la anterior semana, el gobierno provincial alertaba sobre cómo estaba la ocupación de las Unidades de Cuidados Intensivos, tanto en el conurbano como en la Ciudad. Hubo un acercamiento con el gobierno que encabeza Horacio Rodríguez Larreta a través del jefe de Gabinete, Carlos Bianco, y el diálogo que llevó con su par porteño, Felipe Miguel. La administración bonaerense esperó que las medidas fueran en conjunto con la Ciudad.
El consenso hubiera sido completo si la administración porteña declinaba la presencialidad escolar. Pero Larreta fue contundente: “La educación es la base de nuestro desarrollo, del futuro de nuestros hijos, la que les va a dar posibilidades a los chicos de poder ser libres. Sabemos el enorme daño que causó que los chicos no concurrieran a las aulas el año pasado. Por eso insistimos mucho en la vuelta a la presencialidad. Es fundamental para el bienestar integral de nuestros hijos y de todos, y los datos nos confirman que la escuela no es un lugar de mayor contagio que el resto de la ciudad”, dijo. En lo restante, la Ciudad replicará el esquema del DNU del presidente Alberto Fernández.
La lejanía entre un lado y el otro de la General Paz pasa por las clases presenciales. Kicillof lo hizo notar en la tarde noche de este viernes cuando al anunciar que acompañaba las decisiones del gobierno nacional aseguraba también que “no es momento de forzar discusiones sobre federalismo, autonomía, menos todavía porque en cuestiones sanitarias la autoridad es el gobierno nacional encabezado por el Presidente”. El mensaje era destinado a Ciudad.
Lo que sigue para la administración bonaerense es adaptar la discriminación de regiones que hizo el gobierno nacional con esquema de fases que utiliza la Provincia.
Otra de las novedades es que según el gobierno nacional se encuentran dentro de los departamentos de Alerta Epidemiológica los distritos de Bahía Blanca y General Pueyrredón. De esta forma esos municipios pasarían a la Fase 2 de la provincia de Buenos Aires, es decir con las restricciones que hoy rigen para el AMBA y que incluyen también la suspensión de clases presenciales.
El detalle se conocerá este martes cuando el jefe de Gabinete provincial y el ministro de Salud, Daniel Gollan, brinden la tradicional conferencia de prensa con un parte epidemiológico de cada municipio que se mueve de fase.
La extensión y ratificación de las medidas de cuidados no es el escenario deseado cien por cien para la administración bonaerense. Sobre todo al ver los números que dan cuenta de que, a partir de las primeras medidas de restricción, los casos bajaron “levemente”.
El plan que imaginaba Kicillof y su equipo de salud era que con mayores medidas los casos se reducirían aún más.
La situación sigue siendo compleja en términos epidemiológicos en el territorio provincial. “El esfuerzo que se realizó a partir de las últimas medidas ha tenido un resultado contundente: la curva dejó de crecer vertiginosamente y estamos notando un leve descenso”. “Esto no alcanza de ninguna manera, ya que implicaría continuar con el sistema al borde del colapso y resignarnos a vivir con casos graves y cientos de fallecidos todos los días”, dijo este viernes desde el Salón Dorado de la Casa de Gobierno en La Plata.
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