Los controles vehiculares en el Conurbano bonaerense, en los que efectivos de la Policía provincial tomaban la temperatura a los ocupantes de los vehículos, generaron enormes demoras y un caos de tránsito en la Panamericana y los principales accesos al territorio bonaerense durante la mañana y la tarde del sábado.
Los distintos retenes en rutas y autopistas, que generaron largas colas de vehículos durante toda la jornada, fueron parte de los controles sanitarios dispuestos por la el gobierno de Axel Kicillof con el objetivo de desalentar la circulación durante el fin de semana, explicó el jefe de Gabinete bonaerense, Carlos Bianco.
“En este caso son controles sanitarios, que reforzamos los fines de semana, porque tenemos que movernos pura y exclusivamente para ir a las actividades estrictamente obligatorias: el resto del tiempo hay que priorizar quedarse en la casa”, señaló el funcionario provincial.
En diálogo con el canal TN, el dirigente oficialista remarcó que la Provincia establece “controles permanentemente, de carácter sanitario, pero también en la circulación, independientemente del horario”. “En los horarios en los que no está permitido circular los controles son más estrictos: se pide el certificado Cuidar. De día eso no se hace. Se toma la temperatura y nada más”, señaló.
En ese sentido, Bianco destacó que la circulación es libre en el horario que va de las 6:00 a las 20.00, ya que la queja de los automovilistas afectados por los controles era que no había razón para que se hicieran los retenes.
Previamente, la ministra de Seguridad, Sabina Frederic, se había referido a la multiplicidad de controles en rutas y accesos a la Ciudad de Buenos Aires, tanto por parte de la Nación como del Gobierno porteño y el bonaerense, y había remarcado que “todo suma”.
“Lo importante es no colisionar. Pero todo contribuye a desalentar la circulación de gente”, había señalado la funcionaria nacional, que aclaró que en los controles que hacen las fuerzas de seguridad federales no se tomaba la temperatura.
Ante esta situación, el secretario de Transporte y Obras Públicas de la Ciudad, Juan José Méndez, manifestó su malestar con el operativo y aseguró que no le encontraba ningún “sentido sanitario”.
“Hubo un gran control en medio de la autopista y lo que llama más la atención que esta medida es contraproducente, pues si está cortada la autopista, la gente tomaría el transporte público y eso no está bueno. No encuentro el sentido sanitario de tomar una decisión de estas características”, dijo Méndez en radio Rivadavia.
Por otro lado, el funcionario porteño agregó que “no está mal” que la gente se mueva en auto “si van con familiares o convivientes”.
“En el transporte público estuvimos siempre alineados y coordinados. Hoy yo me enteré por los medios de esos sorpresivos controles. Esto produce el efecto contrario a lo deseado. Al salir con tu auto y encontrarte con estos controles produce una lógica frustración. Este tipo de medidas no valen la pena”, concluyó Méndez.
Desde la Secretaría de Transporte y Obras Públicas porteña recordaron que en la ciudad se optó por cerrar 18 accesos, pero dentro del horario de 20 a 6, y luego se reforzaron los controles en la ciudad, pero los asociados a los centros de transbordo, con el objetivo de chequear que el transporte público sea solamente utilizado por el personal esencial.
Al mismo tiempo, varios referentes de la oposición utilizaron las redes sociales para cuestionar el operativo. “Demasiado drama se está viviendo como para que ahora Axel Kiciloff juegue a ser Gildo Insfran”, lamentó el jefe del interbloque de diputados de Juntos por el Cambio, Mario Negri.
Y reclamó: “Paren con esa locura, liberen los accesos en horario sin restricciones, van a provocar un desastre”.
En la misma línea, el ex senador del PRO Federico Pinedo publicó una foto del embotellamiento acompañada de una irónica frase: “Piquete estatal en sentido provincia. El maltrato no es necesario”.
“Gobierno de científicos”, publicó el ex presidente del Banco Central, Alfonso Prat Gay, junto a otra captura del caos de tránsito generado por los retenes.
El analista político Julio Bárbaro fue uno de los cientos de conductores que quedó atascado durante horas en la autopista. “Estoy Panamericana llegando al Acceso Norte y llevo 2 horas de estar acá parado. Esto es porque Kicillof decidió que es duro el control de la enfermedad. Esto es es contra el ciudadano”, se quejó.
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