Si bien admiten que todo es muy dinámico y que el número de casos es aún muy alto, en el Ministerio de Salud porteño miran con un prudente optimismo la situación sanitaria en la ciudad de Buenos Aires. Según los números que analizan con minuciosidad, hace ya casi tres semanas que se frenó el ascenso de los casos y empezaron a descender, aunque esta baja no se vea aún reflejada en los partes diarios que informa el Ministerio de Salud de Nación con las cifras para el distrito. El gobierno nacional y el bonaerense vienen reclamando mayores restricciones en la movilidad y las actividades por la crítica situación sanitaria y la altísima ocupación de las camas de terapia intensiva, y el propio Horacio Rodríguez Larreta reconoció ayer ante el presidente Alberto Fernández y un grupo de gobernadores la necesidad de bajar más la circulación para frenar la segunda ola de COVID-19.
Sin embargo, desde la cartera sanitaria de la Ciudad destacan que “hace 14 días que no crecen los casos y hace siete empezaron a bajar”. En el Ministerio a cargo de Fernán Quirós insisten en esos datos pese a las críticas que recibió el ministro porteño de Salud por haber dicho la semana pasada que los contagios en CABA se habían “estabilizado”. Su par bonaerense, Daniel Gollán, si bien admitió que los casos comenzaron “a bajar lentamente” en el AMBA, “hay que martillar y volver mínimo a la cantidad de casos que tuvimos en el pico de casos del año pasado” y volvió a pedir que las restricciones se tomen “en conjunto”, entre la Provincia y la Capital Federal.
La diferencia en la lectura de los números se debe a que el Ministerio de Salud de la Ciudad reasigna los casos informados diariamente por la cartera sanitaria de Nación -que con frecuencia tienen una demora en la carga respecto de la fecha del resultado positivo del test- al día en que se realizó el hisopado. La cartera sanitaria porteña explica que las personas se suelen hacer el análisis entre dos y tres días posteriores a la aparición del primer síntoma. Este método les permite tener una foto más ajustada en el tiempo de la situación sanitaria real, ya que -advierten- el parte sanitario de Nación suele reflejar lo que sucedía una o dos semana antes.
Y citan por ejemplo que, de los 3.560 casos informados por Nación el 22 de abril, récord desde el comienzo de la pandemia en la Ciudad, solo 150 contagios obedecían a positivos confirmados ese día. Otros 1.100 eran del 21 de abril; 1.550 del día 20 y el resto de días anteriores, 400 de ellos, más de 4 días antes. “Los partes del Ministerio de Salud nacional te cuentan una foto que llega 10 días tarde”, advierten en el entorno de Quirós. Pese a las diferencias en la lectura de los números, el ministro porteño busca no subirle el tono de la disputa política y prefiere concentrarse en el diagnóstico a partir de los datos sanitarios de la Ciudad que monitorea obsesivamente con su equipo.
Según el análisis de los datos que hacen en la cartera de Salud porteña, el pico en la media móvil, desde julio del año pasado hasta ahora, fue el 10 de abril con 2.750 contagios en un día. Se toma la media móvil para la semana, en lugar de los casos de un solo día, para compensar demoras en la carga de los datos, especialmente los fines de semana. O sea, ya se dejó atrás ese pico y ahora el escenario es otro, más allá de la preocupación por la ocupación de las camas de terapia que, en el sector público, en CABA es del 86%, y en el sector privado está entre el 90% y el 95% en promedio.
“CABA tuvo una curva epidémica terriblemente acelerada las primeras tres semanas de abril, justo después de Semana Santa. Fue traccionada por personas entre 20 y 40 años. El control de la nocturnidad y de las reuniones sociales fue el principal motivo por lo que los casos empezaron a bajar”, advierten en la administración porteña.
Qué pasa con los adolescentes entre 15 y 19 años
En medio de la disputa política por la presencialidad de las clases, un tema conflictivo que ayer Larreta eligió evitar en la reunión con el Presidente y los gobernadores, en el Ministerio de Quirós elaboraron una serie de gráficos con la evolución de los casos por franjas etarias, que el jefe de Gobierno porteño mira con especial atención para defender la presencialidad de las clases. Esas curvas y tablas revelan que en los últimos 14 días los contagios entre los 15 y los 19 años en la Ciudad disminuyeron un 21%, respecto de las dos semanas anteriores.
En efecto, en las últimas dos semanas, del 13 al 26 de abril, los nuevos casos totales en esta franja etaria sumaron 1.914, mientras que en las dos semanas previas, del 30 de marzo al 12, fueron 2.418, según las cifras oficiales que manejan en la Ciudad a partir de los datos difundidos por el Ministerio de Salud de la Nación.
El total de adolescentes y jóvenes de entre 15 y 19 años que fueron diagnosticados con coronavirus en CABA, desde el inicio de la pandemia hasta ayer, asciende a 26.505. Es el 7,8% de los 336.447 casos totales en el distrito porteño, reportados por la cartera sanitaria nacional en su último parte vespertino.
El pico de nuevos casos en un solo día de la segunda ola en la Ciudad, en el segmento entre 15 y 19 años, se produjo el 7 de abril, con 219 nuevos casos notificados en esas 24 horas.
En la administración porteña no miran solo la cantidad de contagios, sino también el R, conocido como factor de reproducción, que mide el potencial de propagación que tiene un virus. Si ese valor es mayor que 1, significa que cada persona infectada transmite la enfermedad a, por lo menos, una persona más. Desde el 14 de abril, en la Ciudad el R se ubica por debajo de 1. El lunes 26, era de 0,94, con un tiempo de duplicación de 90 días, indicador que mide la cantidad necesaria de días para duplicar el número de casos. El pico de abril fue el 6 de ese mes, cuando el R fue de 1,26 y el tiempo de duplicación de 56,8 días.
La evolución a lo largo de la pandemia
Si se mira la curva de evolución de los contagios en el segmento de 15 a 19 años desde que comenzó la pandemia, se observan claramente tres subas marcadas de casos a lo largo del 2020 y lo que va del 2021.
Uno fue en el peor momento de la pandemia el año pasado en agosto pasado: el récord fue de 67 nuevos casos el 26 de de ese mes, cuando no había clases presenciales. Ese día, el acumulado ya sumaba 3.892 contagios en esa franja etaria.
El otro gran pico arrancó en diciembre y tuvo un nuevo récord en pleno verano, el 1 de febrero, con 166 casos en un solo día y un acumulado de 9.956 contagios. “No había clases. Tuvo claramente que ver con el aumento de la socialización de los adolescentes y jóvenes”, observan en el Ministerio de Salud porteño.
Y el último aumento significativo, siempre en la franja de 15 a 19 años, empezó el 23 de marzo, cuando se contabilizaron 85 casos ese día. “Fue un mes después de comenzadas las clases presenciales y se produjo porque los adolescentes y jóvenes volvieron a socializar después de bajar los cuidados. Lo que muestra que este segundo pico no empieza en la escuela, porque no es el problema. Los de 18 y 19 años ya no están escolarizados. Y entre los de 15 y 17, la causa de la suba de contagios es la socialización, especialmente la nocturna”, señalan quienes hablan diariamente con Quirós.
Por eso, las autoridades porteñas reconocen que fue fundamental para la estabilización de los casos y el descenso que comenzó a verse en las últimas dos semanas en la Ciudad, el cierre a las 20 horas en lugar de a las 24, y la prohibición de reuniones sociales. Ambas medidas fueron dispuestas en el DNU dictado por el Presidente y no fueron cuestionadas por la administración porteña en la Justicia, en el amparo presentado por la suspensión de las clases presenciales.
“Los adolescentes están en una burbuja durante el día con protocolos en la escuela, pero a la noche se cruzan las burbujas y se mezclan todos. Lo que permitió reducir la curva en CABA fue el cierre nocturno y el límite a la socialización. Porque como dice (Axel) Kicillof, el virus fue un tsunami en la Ciudad que agarró, primero, a los que socializan, y después a los que viven con los que socializan. Si se suspenden las clases, le van a hacer pagar a los chicos la ineptitud política”, analiza un alto funcionario del gobierno porteño.
El médico infectólogo Eduardo López, del Hospital Gutiérrez, coincide en que los contagios entre los chicos y los jóvenes son “poco representativos” en relación a la evolución de la curva general de contagios en la población. “Claramente son los adultos jóvenes los que están direccionado la pandemia. Tanto en la Ciudad como en el resto del país. El 43% de nuevos contagios tiene entre 20 y 40 años”, asevera en diálogo con Infobae.
A nivel nacional, los adolescentes y jóvenes de 10 a 19 años contagiados suman desde el inicio de la pandemia, en todo el país, 202.536. Son el 7% del total de 2.928.890 contagios reportados hasta ayer.
En CABA viven 26.505 de los adolescentes y jóvenes de esa franja etaria que tuvieron el virus en algún momento desde el año pasado hasta ahora, el 9% del total.
En la cartera de Salud agregan que muchos de los adultos jóvenes de 20 a 40, que son los que se contagiaron en esta segunda ola, “tienen chicos de 0 a 9 años a los que los han contagiado a su vez, porque en las casas no hay protocolos y porque tienen una edad en la que hay mucho más contacto físico entre los chicos y sus padres. En cambio, los adolescentes no están encima de sus padres, sino que los contagios provienen de sus encuentros después de la escuela”.
Los menores de 10 años a nivel nacional que se contagiaron a lo largo de la pandemia son 65.454, el 2% del total de todos los casos acumulados entre toda la población. De esa cifra, 11.243 niños y niñas residen en la Ciudad, el 17%.
Infobae reveló ayer que para la franja de 0 a 9 años edad, en CABA, en la semana escolar del lunes 19 al viernes 23 de abril, hubo 411 nuevos casos detectados en menores de 10 años de edad. La semana previa - del 12 al 16 de abril-, había habido 372. Esto revela que hubo un aumento del 10,5% en la última semana, según los datos reportados por el Ministerio de salud de la Nación. Un porcentaje similar se dio en el Gran Buenos Aires en esa edad, pese a que no hubo clases presenciales.
¿Cómo se procesó la información?
La Unidad de Datos de Infobae monitorea diariamente el desarrollo de la pandemia a través de datos oficiales proporcionados por el Ministerio de Salud de la Nación y los de CABA y provincia de Buenos Aires.
En este caso se usaron los datos de la cartera sanitaria porteña, para la progresión de nuevos contagios y acumulados en la franja etaria que va desde los 15 a los 19 años de edad.
Si desea consultar y/o descargar la hoja de cálculo, siga este enlace.
Visualizaciones interactivas: Daniela Czibener.
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