El Gobierno nacional rechazó este jueves el lanzamiento de misiles Rapier desde las Islas Malvinas por parte del Reino Unido, con el que mantiene la disputa por la soberanía sobre el archipiélago del Atlántico Sur.
Según un comunicado del Ministerio argentino de Relaciones Exteriores, el Reino Unido inició entre el lunes y el miércoles de esta semana “maniobras militares en territorio argentino ilegítimamente ocupado”, que incluyeron el lanzamiento de dichos misiles.
“Estas maniobras constituyen una injustificada demostración de fuerza y nuevamente hacen caso omiso de los llamamientos de las numerosas resoluciones de las Naciones Unidas y de otros organismos internacionales, que instan tanto a la Argentina como al Reino Unido a reanudar las negociaciones, a fin de encontrar una solución pacífica y definitiva a la disputa de soberanía”, señaló el texto.
Estos ejercicios se realizaron semanas después de que el Gobierno argentino, a través de la Cancillería que encabeza Felipe Solá, enviara “una contundente nota de protesta” a su par británico tras enterarse de estos ejercicios, denunciando a su vez la situación ante el secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, y ante la Organización Marítima Internacional.
“El Gobierno argentino ha denunciado la situación ante el Secretario General de las Naciones Unidas y ante la Organización Marítima Internacional. El pasado 6 de abril, al tomar conocimiento de que este ejercicio iba a producirse, había enviado al Gobierno británico una contundente nota de protesta. Asimismo, en cumplimiento de sus responsabilidades y obligaciones en el Atlántico Sudoccidental en materia de seguridad de la navegación, y en el marco de la Organización Marítima Internacional (OMI) y de la Organización Hidrográfica Internacional, la Argentina, a través del Servicio de Hidrografía Naval, emitió el correspondiente aviso náutico con la debida salvaguarda de los derechos de soberanía argentinos, a efectos de que el tráfico marítimo en la zona de los ejercicios militares no sea puesto en peligro por los ilegítimos ejercicios militares británicos”, se especificó en el comunicado.
En ese sentido, para el Gobierno argentino dichos lanzamientos violarían la Resolución 41/11 de la Asamblea General sobre Zona de Paz y Cooperación en el Atlántico Sur, la cual exhorta a los Estados a que respeten “escrupulosamente” la zona del Atlántico Sur como “zona de paz y cooperación”.
Además, se remarcó la Resolución 31/49 de la Asamblea General de la ONU, vulnerada por la “persistencia” del Reino Unido en la realización de ejercicios militares en el Atlántico Sur. Por ello, el Ejecutivo argentino también emitió un “aviso náutico” con el objetivo de que el tráfico marítimo en la zona no fuera “puesto en peligro por los ilegítimos ejercicios militares británicos”.
“Estas maniobras militares demuestran una vez más que la ocupación ilegítima de Malvinas es la excusa para el establecimiento de una desproporcionada base militar”, aseveró la Cancillería, agregando que actualmente el destacamento cuenta con 1.200 efectivos en Monte Agradable y otros 300 civiles que realizan tareas de apoyo.
“Las Fuerzas Británicas en las Islas del Atlántico Sur (BFSAI) resultan desproporcionadas si se tiene en cuenta la persistente voluntad de diálogo expresada por el Gobierno argentino y su deseo de resolver la disputa territorial por medios pacíficos. Al mismo tiempo, el despliegue militar británico en el Atlántico Sur resulta funcional a los lineamientos políticos de la reciente revisión integrada de seguridad, defensa y política exterior del Reino Unido destinada a mantener una presencia activa en los lugares de interés, considerados estratégicos”, agregó.
En cualquier caso, “frente a este nuevo acto de hostilidad”, el Gobierno argentino volvió a reiterar su “voluntad de negociación” con el Ejecutivo británico para dirimir las disputas de soberanía sobre las islas.
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