El presidente Alberto Fernández encabezó una nueva reunión con gobernadores para definir las nuevas medidas restrictivas para enfrentar la segunda ola de coronavirus. En esta oportunidad mantuvo un encuentro virtual con los mandatarios del centro y sur del país. También estuvo presente el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta.
El encuentro se extendió por más de dos horas y se realizó en el Salón Norte, ubicado en el primer piso de la Casa Rosada. Allí estuvieron junto al Jefe de Estado, la ministra de Salud, Carla Vizzotti; el ministro del Interior, Eduardo “Wado” De Pedro y el secretario presidencial, Julio Vitobello.
En el inicio de la reunión Alberto Fernández tomó la palabra y dijo que hay un epicentro en el AMBA pero hay alertas en varios lugares del país. Pidió ayuda para hacer cumplir las restricciones y reforzar los controles. También les solicitó a los gobernadores que lo acompañen en las decisiones que tome con la implementación del nuevo DNU.
“No solo hay que cuidarse a la noche, hay que cuidarse de día. El virus no sale a las 20 horas. El virus está todo el día. Hay que recordar que los cuidados deben estar de día también, hay que hacer esa tarea docente con la sociedad”, sostuvo el Jefe de Estado.
Uno de los discursos más esperados era el de Rodríguez Larreta, debido al enfrentamiento que mantiene con Fernández en la actualidad. El mandatario porteño habló durante 15 minutos y dijo que comparte la estrategia del Presidente de reducir la circulación.
Además, dejó en claro que su gestión tiene intenciones de acompañar medidas que tome el gobierno nacional si apuntan a reforzar y ampliar los controles y restricciones. Rodríguez Larreta coincide con la apreciación de los expertos médicos que asesoran al Gobierno sobre la desaceleración de los contagios en los últimos días, pero entiende que esa baja se tiene que trasladar a la ocupación de las terapias intensivas.
La Ciudad de Buenos Aires tiene su sistema sanitario muy estresado. El sistema privado tiene una ocupación de camas UTI cercana al 85%, mientras que el sistema público está ocupado en un 86,2%.
Rodríguez Larreta destacó que es importante retomar el diálogo y coordinar las medidas. Reconoció que en la Ciudad de Buenos Aires hay una meseta muy alta de casos, que ronda los 2700 contagios diarios, que no es sostenible en el tiempo y lo obliga a reforzar las medidas para reducir los casos.
Además, pidió al Gobierno priorizar las actividades en los espacios abiertos por sobre los espacios cerrados y dio una señal con su silencio sobre un tema central. No habló de las clases presenciales. Evitó meter un tema que sabe que generará conflicto y está judicializado. Y como parte de abrir la puerta al diálogo, reconoció que las medidas del gobierno nacional están dando resultado.
“Se acordaron medidas entre los ministerios de Seguridad: cerrar veinticinco accesos, incrementar retenes y cerrar bocas de subtes. También controlar más la circulación durante la noche y solicitar el reempadronamiento para permisos esenciales”, sostuvo el titular de la administración porteña.
Axel Kicillof llegó a la reunión de hoy con la idea clara de seguir el planteo que viene machacando en los últimos días. La implementación de un cierre fuerte que no afecte la industria ni la producción, pero que genere disminuya abruptamente la curva de contagios.
Antes del Zoom en La Plata esperaban una señal del gobierno porteño para poder consensuar restricciones. Ese mensaje quedó expuesto durante la videoconferencia con la postura de Rodríguez Larreta. “Creemos que hay que ampliar las medidas para bajar la circulación”, habían anticipado.
“En la provincia sufrimos durante el último mes el crecimiento exponencial de casos y la utilización de la terapia intensiva como nunca en la pandemia. Hace una semana se estabilizaron los casos y se redujo el ingreso a las camas de UTI”, planteó el mandatario, dando una buena señal en el medio de la crisis sanitaria.
Sin embargo, Kicillof dejó en claro que si la meseta alta continúa “será un desastre”, por eso instó al gobierno a tomar medidas para “reducir los casos”. “Hay que aplanar urgente la curva. Hay que buscar la forma de reducir la circulación”, indicó durante su mensaje.
A diferencia de Rodríguez Larreta, el gobernador bonaerense se refirió al conflicto por la presencialidad. “Las escuelas implican una movilidad muy grande. Bajar la circulación implica bajar los contactos y los contagios”, explicó. Y cerró con un mensaje contundente. “Hoy tenemos una urgencia: hay que liberar camas en los hospitales”.
El gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti, contó que en su provincia “hay más casos en el interior que en la capital cordobesa” y que no tienen verificado que haya “circulación comunitaria de nuevas cepas”.
“Tomamos medidas para evitar circulación y recreación e iremos profundizando esas medidas. El virus va a llegar y vamos a estar complicados. Estamos en una meseta alta para la llegada del invierno”, sostuvo el mandatario cordobés.
Desde Santa Fe, Omar Perotti, describió el complejo escenario que hay en su provincia. Dijo que hay una 86% de camas UTI ocupadas y el 65% son pacientes con Covid-19. “Tuvimos un pico de 3000 casos, suspendimos cirugías y restringimos la circulación”, señaló. El próximo domingo en Rosario se juega el clásico. El gobernador propuso liberar la transmisión del clásico Newell’s-Central para no generar circulación.
El gobernador de Mendoza, Rodolfo Suárez, reconoció que su provincia está “en una meseta de casos alta, peligrosa, con el sistema sanitario complicado” y que la restricción nocturna” les permitió “controlar mejor los eventos y las fiestas clandestinas”, los núcleos de mayor contagio.
Además de Horacio Rodríguez Larreta (CABA), los gobernadores que estuvieron presentes fueron Axel Kicillof (Buenos Aires); Mariano Arcioni (Chubut), Juan Schiaretti (Córdoba), Sergio Zilliotto (La Pampa), Rodolfo Suárez (Mendoza), Omar Gutiérrez (Neuquén), Arabela Carreras (Río Negro), Alberto Rodríguez Saá (San Luis), Alicia Kirchner (Santa Cruz), Omar Perotti (Santa Fe) y Gustavo Melella (Tierra del Fuego).
Ayer el mandatario se reunió con los gobernadores del norte y les planteó la necesidad de profundizar los controles para frenar el aumento de casos de coronavirus en todo el interior del país. También les anticipó que el viernes se conocerá el nuevo DNU en el que se implementarían medidas que se puedan adoptar según la situación epidemiológica de cada provincia.
Los mandatarios le describieron la situación epidemiológica de cada provincia y le abrieron el camino para tomar nuevas medidas. Habrá un acompañamiento político a sus decisiones. Un consenso que no obtuvo hace 15 días, pero que el agravamiento del escenario sanitario le permitió obtener a la fuerza.
En la reunión virtual de hoy Fernández volvió a verse con Horacio Rodríguez Larreta, con quien mantiene un enfrentamiento dialéctico desde hace más de una semana por la presencialidad de las clases y las restricciones a la circulación en el AMBA. Al día de hoy la relación es muy tensa aunque ambos lo disimulan bien.
Este jueves el Gobierno encarará el tramo final de las negociaciones para tomar las nuevas medidas. El viernes el Presidente hará el anuncio oficial y expondrá al detalle el nuevo esquema de restricciones. En las horas que faltan hasta ese momento terminará de pulir junto a Santiago Cafiero, Carla Vizzotti y Vilma Ibarra la letra chica del documento.
La hoja de ruta comenzó el lunes con un encuentro de los principales ministros con los expertos médicos que asesoran al Gobierno desde el inicio de la pandemia. Los especialistas recomendaron esperar hasta el jueves para tomar las medidas, aduciendo que los casos podrían bajar como consecuencia de las últimas restricciones presidenciales.
Además, le plantearon a los ministros que el Gobierno se guarde una carta más por si el escenario sanitario se complica más adelante. Por eso les dijeron que descartaran la posibilidad de aplicar un confinamiento duro a partir de la próxima semana.
El martes al mediodía los jefes de Gabinete de Nación, provincia de Buenos Aires y la Ciudad de Buenos Aires se reunieron en el despacho de Santiago Cafiero. De ese cónclave salió la idea de seguir los consejos médicos, esperar 48 horas y tratar de coordinar las medidas en el AMBA. Dejar atrás las diferencias por unos días para lograr un acuerdo concreto en la aplicación de las medidas.
Este jueves se terminarán de definir todas las medidas. Alberto Fernández ya tiene el consenso político necesario para tomarlas.
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