Un nuevo vuelo de Aerolíneas Argentinas despegará hoy a las 12:50 desde el Aeropuerto Internacional de Ezeiza hacia Beijing, China, para traer un cargamento de un millón de vacunas Sinopharm contra el COVID-19 que permitirán dar continuidad al plan de inmunización que lleva adelante el Gobierno nacional y que se aplicarán como segunda dosis. Así, superará los 10 millones de dosis de vacunas para distribuir en todo el país.
Bajo el número AR1050, el vuelo tendrá una escala en Madrid. El regreso está estimado para el próximo jueves a las 19.10 hs.
“Queremos anunciar que este jueves llegarán 1 millón de nuevas dosis de Sinopharm y así habremos transportado con @Aerolineas_AR 8.926.945. Esta nueva operación a China parte hoy a las 12.50 hs desde Ezeiza y estima arribo al país el jueves a las 19.10hs”, escribió en su cuenta de Twitter Pablo Ceriani, presidente de Aerolíneas Argentinas.
En esta operación, cada caja de presentación contiene tres viales de la vacuna, razón por la cual el volumen de la carga se reduce y podrán ser transportadas 1.000.000 en un solo vuelo.
Las cajas de las vacunas producidas por el “China National Pharmaceutical Group Corp” son empacadas a su vez en contenedores denominados “envirotainers” que, de acuerdo a la estricta indicación del laboratorio, sólo pueden ser transportados en el área de bodega de las aeronaves.
Ayer por la tarde aterrizó el vuelo AR1051 con un cargamento de 371.200 dosis, otras 384.000 llegaron el domingo también transportadas por Aerolíneas Argentinas y otras 244.800 arribarán mañana traídas por la compañía Lufthansa.
Estos dos millones de dosis contra el SARS-CoV-2 estarán destinadas a completar los esquemas de vacunación ya iniciados, de acuerdo a la recomendación acordada en las reuniones de la Comisión Nacional de Inmunizaciones realizada la semana pasada y del Consejo Federal de Salud que se realizaron la semana pasada.
Según los datos del Monitor Público de Vacunación, que permite seguir en tiempo real el proceso de inoculación, hasta esta mañana se habían distribuido 8.709.608 dosis en todo el país, de las cuales ya fueron aplicadas 7.386.650: 6.507.572 de ellas corresponden a la primera dosis y 879.078, a la segunda.
Debido a la buena relación que el presidente Alberto Fernández mantiene con su par del gigante asiático, Xi Jiamping, la intención es que se firmen nuevos convenios para la compra de más vacunas.
Pero esto se demorará porque en China se avecina el 1 de julio: se cumplirá el aniversario número 100 de la fundación del Partido Comunista y el gobierno chino se propuso una gran campaña para tener vacunados a 520 millones de sus ciudadanos. Por eso, temporalmente, se prohibió la exportación de vacunas.
La esperanza del gobierno es que esta frecuencia para conseguir este insumo que escasea a nivel global se regularice durante mayo y junio. Sobre todo con el laboratorio anglosueco de AstraZeneca al que ya se le pagóp el 60% de un total de 22,4 millones de dosis de la Covishield, de las cuales todavía no llegó ni una.
Y en cuanto al mecanismo Covax, del que Argentina reservó 9 millones de dosis, ya se consiguieron dos embarques: uno de 218.000 dosis y otro más reciente el 18 de abril de otras 864.000 que sirvieron para reforzar el plan de inmunización.
Mientras tanto, el gobierno anunció que retomó las negociaciones con Pzifer luego que rechazara sus cláusulas abusivas para la compra de vacunas. Ahora, tiene que haber acuerdos entre las partes, y eso significa ponerse de acuerdo en la clausulas que en su momento no estábamos de acuerdo, sino también tener una propuesta interesante para la Argentina de entrega de esas vacunas en tiempo y forma”, indicó la asesora presidencial Cecilia Nicolini.
La llegada del nuevo cargamento de un millón de dosis de Sinopharm se produce en medio de la escalada récord de contagios y muertes de coronavirus, sumado a que la Ciudad de Buenos Aires, La Pampa y San Luis confirmaron que se quedaron sin vacunas.
El desolador panorama de la segunda ola también hizo que la ocupación de camas de terapia intensiva esté casi al límite. Eso hace que haya demoras de hasta 10 en el AMBA para conseguir una cama y que muchas prepagas tengan que derivar a sus afiliados para ser atendidos en el sector público.
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