La internación de pacientes en las Unidades de Terapia Intensivas (UTI) del sector público y privado en el conurbano bonaerense por complicaciones derivadas del COVID-19 aumentó de manera dramática en los últimos siete días. Intendencias como Ituzaingó, Escobar, Pilar, Berazategui, San Isidro y Tigre, tienen una ocupación superior al 90%, que por momentos llega al 100%.
Esa mayor demanda trajo aparejado que varios municipio no tengan más camas y la obligación de derivar a los enfermos a otros distritos que también se están quedando sin plazas de alta complejidad.
Esa situación no es sencilla de subsanar. El traslado de los pacientes puede demorar entre 10 y 15 horas. En algunas oportunidades la ambulancia, con el enfermo, estaciona en la casa del paciente mientras se lo controla a la espera de la cama.
La saturación de las UTI generó un aumento en el consumo de oxígeno medicinal en un 300%, razón por la cual el gobierno de Axel Kicillof trabaja contra reloj para equipar de mayores “burbujas” de ese gas enriquecido para suplir la mayor demanda.
El oxígeno es vital para el tratamiento de las complicaciones pulmonares derivadas del COVID-19 y que afecta, por lo general a los pacientes mayores de 60 años pero que también se da entre pacientes de edad inferior.
Los municipios más complicados
Según el registro semanal que realiza el Ministerio de Salud de la provincia de Buenos Aires, a cargo de Daniel Gollan, día a día se agrava la situación en las Unidades de Terapia Intensiva del conurbano bonaerense. El registro, que de manera exclusiva publica Infobae, incluye las camas UTI de los hospitales públicos y del sector privado.
El rojo en los cuadros de la evolución de internados en terapia intensiva en el conurbano entre el 17 y el 23 de abril son un reflejo de la dramática realidad que mantiene bajo estrés al sistema de salud. Esa es una de las razones por la cual el gobernador Kicillof es partidario de un cierre más estricto a partir de la próxima semana.
El distrito de Ituzaingó, registraba, al 23 de abril pasado, fecha del último corte realizado por el Ministerio de Salud, un 96,2% en las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI). Seis días antes, el 17, las plazas de alta complejidad tenían una ocupación de 93,1%.
Para las autoridades provinciales y municipales la situación sanitaria actual en ese distrito es de colapso. De hecho, el Hospital del Bicentenario, la única institución de salud pública en esa localidad bonaerense, y que fue inaugurado de manera virtual el 5 de agosto pasado por Alberto Fernández, está colapsado. Por el momento está en pleno funcionamiento solo el sector destinado a la atención exclusiva de personas con COVID-19.
Lo mismo sucede en Tigre. La ocupación de camas UTI es de saturación, 90,7%. La falta de camas llevó al intendente Julio Zamora a dictar medidas de mayor restricciones, como el cierre de plazas públicas, polideportivos, el Puerto de Frutos y los centros comerciales a cielo abierto. Comenzará a regir esta media noche y tendrá una vigencia de dos semanas.
En Escobar, el recorrido fue dramático: de una ocupación del 75,6% pasó al 92,7%. Si se observa el día a día en el cuadro, se observa claramente que el ingreso a terapia fue siempre en aumento, es decir que nunca egresaron pacientes, o si lo hicieron, fue en menor porcentaje a los que ingresaban al sector de cuidados intensivos.
Pilar también pasó del 75,4% al 91,5%. Berazategui, localidad ubicada en la zona sur del conurbano, evolucionó de un 82,1% al 91,3%.
Morón, en la zona oeste de conurbano bonaerense, paso del 72,6% de la ocupación de camas UTI al 78%, su ascenso en la semana fue gradual. Se mantiene en color naranja, es decir al borde del colapso. En ese municipio, se suma una particularidad. Desde su Secretaría de Salud le confirmaron a Infobae que “actualmente están recibiendo en sus hospitales públicos a pacientes de prepagas” que arriban desde distintos puntos del AMBA.
“En el Hospital Luciano y Mariano de la Vega y el Hospital Modular, que se construyó el año pasado en pandemia, entre un 20% y un 30% de los pacientes que allí se atienden tienen prepaga”, precisaron. Y agregaron que “más del 50% de los hisopados que realizan en esos dos hospitales pertenecen a pacientes de prepagas”.
No es en el único municipio que se da este fenómeno. En Moreno, la intendenta Mariel Fernández aseguró que casi el 30% de los pacientes UTI que ingresaron al sistema público de salud también son afiliados a alguna prepaga.
“Nosotros no preguntamos si tienen una obra social o una prepaga, atendemos a todos por igual”, dijo la intendenta que llegó a ese cargo desde el Movimiento Evita.
En Lomas de Zamora se repite algo similar a otros distritos. El 17 de abril, tanto en el sector público como privado, ascendió del 66,7% al 80,6%. La ocupación de estas camas creció de manera vertiginosa y, según las autoridades sanitarias provinciales que dialogaron con este medio, tiene una explicación.
“Los porcentajes de internaciones en las camas UCI en muchos casos no refleja la realidad sanitaria de la localidad. Cuando los hospitales vecinos se saturan, los pacientes son trasladados a los centros más cercanos que tengan camas. Y si se saturan los más próximos, se los derivan a municipios más alejados. La cuestión es salvar la vida de los pacientes”, reconoció un colaborador de Gollan.
Algo similar ocurre, por ejemplo, en La Plata. La ciudad capital de la provincia de Buenos Aires tiene una de las mayores concentraciones de hospitales y con un número importante de camas generales y de terapia. El Interzonal General de Agudos San Martín; el Interzonal Especializado de Agudos y Crónicos San Juan de Dios; el Interzonal General de Agudos Doctor Rodolfo Rossi, o el Hospital de Niños Sor María Ludovica, son alguno de ellos.
Por esa razón, el sistema de salud de La Plata, está recibiendo pacientes de otros distritos. Eso explica el aumento de internaciones que puso su capacidad en color naranja: pasó de un 77,2% a un 83,7%, casi al rojo, es decir en situación de saturación.
Localidades como Berisso, Ensenada, Merlo y Malvinas Argentinas, también están en situación crítica, pintadas de naranja. Allí se da una situación muy delicada, porque a los casos diarios de coronavirus que se registran hay que sumarle la tasas de desempleo, pobreza e indigencia de esos distritos, lugares donde ya se reforzó la entrega de alimentos desde el inicio de la pandemia.
Algo similar ocurre, por ejemplo, en La Matanza, el distrito más populoso del AMBA y, junto a La Plata, el de mayor concentración de barrios vulnerables. Allí el Ejército aún sigue distribuyendo alimentos calientes o secos, en los lugares menos accesibles.
La intendencia gobernada por Fernando Espinoza presenta la mayor cantidad de contagios de COVID-19 en el conurbano, 111.264 desde el comienzo de la pandemia. La cantidad de fallecidos derivado de las complicaciones generadas por el Coronavirus es de 3.141 personas, casi el 10% de los 32.000 del total de la provincia.
Estos números no significan que la situación epidemiológica de La Matanza sea más grave que otros, sino que tiene que ver porque allí habitan más de 2.200.000 de personas. La situación de las camas de terapia se mantienen en un preocupante naranja: 72,4%, un porcentaje apenas superior al 71,6% que registraban las camas UTI el pasado 17 de abril.
A pesar de esto, las autoridades locales observan con preocupación la situación de estrés hospitalario ya que algunos de sus hospitales, como el Paroissien, ubicado en Isidro Casanova, tienen su capacidad desbordada. Los últimos días, sobre todo entre jueves y domingo, tuvieron que derivar de urgencia a pacientes a localidades como La Plata y José C. Paz.
El municipio de Quilmes llegó a tener su capacidad de camas de terapia colapsadas, sin embargo, del 83,2% del sábado 17 de abril, pasó a 75,5% de ocupación el pasado viernes.
De todos modos, los directores de los hospitales, como el Isidoro Iriarte, no se relajan. Al contrario, el jueves, con un par de internaciones de urgencia, se habían ocupado el 80,8% de las plazas. Esto marca que los números que hoy se exponen, y que han alertado al gobernador Kicillof y su ministro de Salud, es apenas una foto de una película aún incompleta, sin terminar de filmar y cuyo rodaje aún demandará varios meses, siendo optimistas.
Escenario para decidir
Con estas cifras en la mano, el ministro de Salud de la Provincia de Buenos Aires pidió ayer “un cierre estricto por al menos 15 días”, ante la suba de casos positivos en la Provincia y en Capital Federal.
“La situación es la que venimos anunciando hace un mes y medio. Todas nuestras proyecciones nos daban como resultado esta situación que está pasando ahora”, abundó Gollan y sostuvo que “desde el punto de vista sanitario y epidemiológico, estamos en una situación crítica y necesitamos una medida drástica. Estamos viendo que si no se toman decisiones firmes y no se avanza en la vacunación, la imagen va a ser saturación completa del sistema”.
En las últimas 24 horas el ministerio de Salud de la Nación registró 18.793 nuevos contagios de Coronavirus. De esa cifra, 8.884 son de la provincia de Buenos Aires.
“No podemos darnos el lujo de decirle a un argentino que no lo podemos atender porque no hay camas”, sostuvo ayer el presidente Alberto Fernández. Sus dichos surgen en una semana compleja en la que el propio mandatario deberá resolver nuevas medidas para enfrentar el aumento de casos positivos de coronavirus. Este viernes vence el último decreto dictado con restricciones para el AMBA.
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