El ministro de Salud de la provincia de Buenos Aires, Daniel Gollán, solicitó este lunes que el Gobierno avance con un cierre “muy fuerte” de la circulación para evitar un colapso sanitario total en medio del aumento de casos de coronavirus. Esas restricciones deben incluir también a los partidos profesionales de fútbol, explicó.
“Desde el punto de vista sanitario y epidemiológico, que debe ser el que prime ahora sobre la dimensión política, social y económica, necesitamos una medida drástica de 15 días por lo menos”, puntualizó. Y explicó: “Necesitamos un cierre de circulación de las personas muy fuerte y por ende de circulación del virus”.
Ante las repreguntas de los periodistas Marcelo Bonelli y Pablo Gravellone en Canal 13, el funcionario aclaró que ese cierre debe incluir los partidos de fútbol. “Si empezamos con las excepciones, todos van a empezar a decir: no hay clases, pero se juega al fútbol. Si hay algo drástico, tiene que ser drástico para todos”, planteó.
Gollán expresó en público el tono de las conversaciones privadas que mantuvo en los últimos días con el gobernador Axel Kicillof y con funcionarios de otras jurisdicciones. Estas preocupaciones fueron trasladadas en persona el último viernes al presidente Alberto Fernández en una reunión de urgencia realizada en Casa Rosada.
“Si no se toman decisiones firmes y no avanzamos con la vacunación, la imagen de saturación va a ser completa. Esto que está pasando acá, empieza a pasar en muchas ciudades del interior del país. La situación es gravísima, con un punto de saturación muy fuerte. Lo que sucede en el AMBA repercute en todo el país”, describió.
Este viernes vence el último decreto de Alberto Fernández que dispuso medidas especialmente enfocadas en el Área Metropolitana de Buenos Aires, entre ellas el cierre de las escuelas, lo que provocó una fuerte controversia con el gobierno porteño. El tema se judicializó y se espera una definición de la Corte Suprema.
La tensión política entre ambas administraciones parece haber cesado en los últimos días. Si bien el gobierno porteño mantiene la bandera de las escuelas públicas, ahora está abierto a discutir restricciones en la circulación. Hay un dato que explica el cambio de estrategia: la ocupación de camas de terapia intensiva en el sistema público de salud de CABA superó por primera vez el 80 por ciento.
Las autoridades sanitarias no están solo preocupadas por las camas (y los recursos humanos necesarios) para atender a pacientes graves. Con el aumento de casos, también aparecen dificultades para acceder a insumos indispensables como el oxígeno y los sedantes que se utilizan para intubaciones.
La suspensión del fútbol sería una novedad. El deporte más popular de la Argentina estuvo parado en 2020, durante la cuarentena estricta. A fin de año se retomaron los partidos profesionales con estadios vacíos. Una decisión de esta naturaleza conlleva una complejidad: los torneos internacionales que son organizados por la CONMEBOL que ya se encuentran en marcha, como por ejemplo la Copa Libertadores de América.
La postura del gobierno porteño
Cuarenta y ocho horas claves. En ese plazo, el gobierno porteño analizará la evolución de los contagios y la ocupación de las camas de terapia intensiva para definir las nuevas medidas frente a la segunda ola de coronavirus. “El sistema está tenso”, admitió hoy el vicejefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Diego Santilli, y agregó: “Tenemos que lograr que no suban los casos; si suben, tenemos que tomar mayores restricciones, sobre todo en la circulación”.
“Vamos a analizar hoy, mañana y pasado para ver la decisión que tomaremos el viernes”, indicó el funcionario, en relación al día que vence el DNU firmado por el presidente Alberto Fernández. Santilli, por otro lado, destacó los controles que realiza la ciudad de Buenos Aires para evitar la aglomeración de personas y para garantizar el ingreso seguro de los alumnos en las escuelas porteñas.
La ocupación de las camas de terapia intensiva en los hospitales públicos porteños superó el 80%, según el último reporte epidemiológico. El registro alcanzado -un nuevo récord desde que se declaró la pandemia- sorprende por su velocidad: creció más de 20 puntos el ingreso de pacientes graves en el plazo de una semana.
De acuerdo a los datos oficiales, la ocupación de plazas de las unidades de terapia intensiva (UTI) es del 83,5%, cuando la semana pasada ese porcentaje estaba en 61,1%, y hace 14 días, en el 48%. En lo concreto, son 376 camas críticas ocupadas en el sistema de salud público de un total de 450, mientras que los pacientes de diagnóstico moderado son 775.
El dato refuerza las últimas declaraciones del ministro de Salud porteño, Fernán Quirós, que aseguró que el número diario de contagios se estabilizó en la Ciudad de Buenos Aires, pero admitió que si no comienza a bajar “no hay manera de que el sistema de salud pueda seguir competente”. Así, adelantó que si no cambia la tendencia “hay que acompañar nuevas restricciones”.