Los expertos médicos, que asesoran al presidente Alberto Fernández desde que comenzó la pandemia, le recomendaron al Gobierno esperar 72 horas para tomar una decisión sobre cómo continuar con las medidas restrictivas y evitar la implementación de un confinamiento estricto.
Los especialistas coincidieron en que el Gobierno debe guardarse una carta más porque la situación epidemiológica puede empeorar en poco tiempo. Por eso consideraron que el mejor camino a seguir es, de mínima, mantener las restricciones vigentes, y de máxima, profundizarlas, pero sin llegar a una cuarentena total.
Además, coincidieron en la necesidad de ejercer más controles sobre las restricciones vigentes, uno de los reclamos que le hacen desde el gobierno nacional a Horacio Rodríguez Larreta, por considerar que no cumple con la fiscalización como lo debiera hacer. En Casa Rosada se mantiene vigente el enojo con el Jefe de Gobierno porteño porque consideran que no aplica los controles convenidos en la circulación.
El tiempo de espera que propusieron está relacionado a la posibilidad de ver un impacto más concreto del último paquete de medidas. En esos días el Gobierno seguirá el camino de las negociaciones y los acuerdos con los gobernadores. Está semana el Presidente tendrá diferentes encuentros por zoom con los mandatarios para definir las medidas y lograr el acompañamiento político.
La reunión se llevó a cabo en una modalidad mixta. Los funcionarios estuvieron presentes en el Salón Norte, en la Casa Rosada, y todos los médicos a través de una videconferencia. En dos horas reunión fueron elocuentes en precisar que consideran que no es el momento de relajar ninguna medida.
Hay una serie de preocupaciones que todos los expertos dijeron tener en común: las dificultades para conseguir oxígeno, la ocupación de las camas de terapia intensiva y el cansancio del personal sanitario.
Algunos de los presentes plantearon la preocupación por estar cerca el momento de tener que elegir a qué pacientes poder ingresar o intubar. Sin embargo, el consenso de la reunión fue esperar y profundizar los controles para que las medidas vigentes se cumplan a rajatabla.
Respecto a la presencialidad en los colegios, hubo diferentes posiciones. Un sector planteó la necesidad de interrumpir la presencialidad, tal como lo consideró hace algunos días Alberto Fernández; otro mantenerla pero en los últimos años de cada nivel y un tercero, mantenerla tal cuál está ahora. Mientras tanto, puertas adentro, el Gobierno sigue discutiendo la implementación de una presencialidad administrada.
Otro tema importante que plantearon los médicos y que en el Gobierno empezaron a ver de una forma más concreta, es la complicación de los escenarios sanitarios en las provincias. La multiplicación de casos empezó a traspasar la barrera del AMBA.
El virus se está distribuyendo a gran velocidad por el interior del país y el problema dejó de ser solo del conglomerado urbano que forman la Ciudad de Buenos Aires y los 40 municipios del conurbano. Santa Fe, Mendoza y Entre Ríos son algunas de las provincias donde la segunda ola empezó a impactar con fuerza.
Durante la reunión, la infectóloga Florencia Cahn le propuso a los ministros que repasen qué actividades no esenciales pueden ser reguladas, con la idea de limitar más la circulación. En definitiva, el Gobierno está tratando de hacer equilibrio para evitar un cierre abrupto de la circulación.
Del encuentro participaron el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, y la ministra de Salud, Carla Vizzoti, y se lleva a cabo en el Salón Norte. Además, están presentes la ministra de Seguridad, Sabina Frederic, y los ministros del Interior, Eduardo “Wado” De Pedro, y de Defensa, Agustín Rossi. También la asesora presidencial Cecilia Nicolini y la secretaria Legal y Técnica, Vilma Ibarra,
En la última reunión el grupo de especialistas le recomendó al Gobierno cerrar todas esas actividades para intentar frenar la velocidad de los contagios. Alberto Fernández aceptó el consejo y aplicó el paquete de restricciones que está vigente hasta el día de hoy.
Por estas horas el Gobierno debate la posibilidad de aplicar restricciones más duras a la circulación debido al deterioro del sistema sanitario. En el AMBA la ocupación de camas de terapia intensiva ronda el 80% y el temor a un colapso traspasó las puertas de Balcarce 50.
Fernández monitorea la situación sanitaria al detalle y en permanente contacto con los dos ministros que hoy encabezarán la reunión con los expertos médicos. El gobierno de Axel Kicillof pidió llevar adelante “un cierre muy fuerte” durante 15 días para intentar achatar la curva de contagios. La advertencia bonaerense es la que más ha escuchado el Presidente en las últimas horas.
El planteo estuvo a cargo del titular de la cartera sanitaria bonaerense, Daniel Gollán, quien aseguró que “desde el punto de vista sanitario y epidemiológico, que debe ser el que prime ahora sobre la dimensión política, social y económica, necesitamos una medida drástica”.
El último viernes Axel Kicillof y el viceministro de Salud de su gestión, Nicolás Kreplak, se reunieron con el Presidente para detallarle el estado de situación en toda la provincia. Le plantearon la necesidad de incorporar camas nuevas de terapia intensiva y le anticiparon que, al ritmo de ocupación que se está dando en el AMBA, el sistema sanitario corre riesgo de colapso.
El gobierno porteño reconoció en las últimas horas que si los casos no descienden, entonces habrá que tomar nuevas medidas que restrinjan la circulación. Lo aseguraron el vicejefe de Gobierno, Diego Santilli, y el ministro de Salud, Fernán Quirós. Ambos prepararon el terreno para un conjunto de medidas que parece ser inevitable y que la gestión porteña resistió en las últimas semanas.
El gobierno de Rodríguez Larreta amaneció este lunes con una cifra preocupante. La ocupación de camas de terapia intensiva subió al 83,5%. Un número que encendió las alarmas en Uspallata y que obligó a los principales funcionarios a plantear la posibilidad de avanzar con nuevas medidas restrictivas durante esta semana.
Fernández debe definir esta semana cómo va a continuar la gestión de la segunda ola de coronavirus. Días atrás el Ministerio de Salud informó que se registraron 29.472 casos de coronavirus en 24 horas. El Presidente sabe que ese ritmo de contagios es imposible de mantener con las restricciones que están vigentes. Kicillof y su ministro se lo hicieron saber. La situación es extremadamente delicada.
Según el relevamiento que hizo Infobae con las principales prepagas del país, una señal de la saturación del sistema sanitario se ve en las demoras para conseguir camas de terapia intensiva. La camas para pacientes críticos empiezan a escasear en el AMBA y la situación se tornó crítica en las últimas horas.
En la actualidad se puede demorar hasta 10 horas en conseguir una cama en la Unidad de Terapia Intensiva. El gobierno bonaerense trabaja con un sistema de derivación que empieza a estar forzado debido a que todos los días ingresan más pacientes que los que salen. En promedio se ocupan 40 camas de terapia por día.
El gobierno nacional comenzó la semana con la recomendación de los expertos médicos. En agenda aparece una posible reunión entre los jefes de Gabinete y los ministros de Salud de la provincia de Buenos Aires y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, tal como sucedió hace tres semanas. También los zoom con los gobernadores. Un camino de propuestas, realidades diferentes y definiciones.
Aún no hay definiciones sobre un posible cónclave entre Fernández, Kicillof y Rodriguez Larreta. Los tres necesitan coordinar medidas. Ya no se trata de evitar pagar un costo político por las medidas implementadas, sino evitar las fotos de un posible colapso sanitario.
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