El presidente Alberto Fernández y el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, estuvieron reunidos durante dos horas y media en la Casa Rosada para analizar la situación sanitaria por el COVID-19 en la provincia de Buenos Aires. En particular, evaluaron medidas de emergencia para ampliar la cantidad de camas en hospitales ante la preocupación por el posible desborde del sistema de salud bonaerense.
Los mandatarios se encontraron poco después de que se conocieran las cifras de contagios y muertes de coronavirus de la jornada -el Ministerio de Salud de la Nación informó que en las últimas 24 horas se registraron 557 muertes y 27.884 nuevos contagios de coronavirus-, y al final de una semana en la que se registró un aumento sostenido de la cantidad de casos. “Nos preparamos para atender lo que CABA no va a poder”, dijo, picante, una fuente de Gobierno, mientras se libra la pelea por las clases presenciales con el jefe de gobierno, Horacio Rodríguez Larreta.
La reunión fue convocada a último momento por el Presidente. Aunque los dirigentes del Frente de Todos dialogaron todos los días de la semana por teléfono y chat, hoy al mediodía Alberto Fernández le pidió al gobernador encontrarse personalmente. Quedaron en verse por la tarde, luego de que se conocieran las nuevas cifras de contagios. Kicillof llegó al primer piso de la Casa de Gobierno junto a su viceministro de Salud, Nicolás Kreplak, a las 17.15, y se dirigió al despacho de Alberto Fernández. El último tramo de la conversación lo tuvieron a solas. Según aseguraron fuentes oficiales a Infobae, el motivo del encuentro, que no había sido anunciado oficialmente, fue “analizar la situación por el COVID-19 en la provincia de Buenos Aires”.
“Estuvieron viendo cómo se va a hacer para ampliar la capacidad en la provincia para recibir la demanda creciente que está provocando el excedente del sistema sanitario de CABA. Más de dos horas estudiando distintas alternativas. Estuvieron analizando datos de camas, de casos y como se va incrementando todo de una manera muy acelerada”, expresó una fuente de Gobierno. Y confirmó que Rodríguez Larreta no fue invitado. “Están las puertas abiertas para todos los gobernadores, pueden venir cuando quieran”, expresó el vocero ante una consulta de Infobae.
Hay sintonía desde las últimas tres semanas entre las administraciones de la Nación y la Provincia, que coinciden en la necesidad de imponer restricciones más duras frente a la segunda ola. La última fue el corte de la circulación entre las 20 y las 6 en el AMBA y el restablecimiento de la educación virtual por dos semanas. Sin embargo, por el momento no habría planes establecer nuevas medidas y hoy no se harían anuncios, adelantaron en el Gobierno. “Aún es temprano para evaluar el impacto de las últimas restricciones”, agregó una fuente provincial.
En cambio, se evaluaban medidas de refuerzo del sistema sanitario bonaerense. Según aseguró un funcionario, uno de los temas que se abordaron esta tarde era el modo de enfrentar un escenario -que las autoridades consideran “probable”- de falta de camas en el servicio de atención sanitaria durante la segunda ola. En La Plata analizan volver a armar algunos centros de aislamiento para pacientes leves, con el objetivo de alivianar la presencia de internados de menor gravedad en los hospitales y usar esas camas -unas 200- como unidades de terapia intermedia.
Hoy en el territorio bonaerense las Unidades de Terapia Intensiva están ocupadas en un 55,8% -con 583 camas libres-, y en en un 76% en el AMBA -con 776 camas libres-, según cifras provinciales.
En paralelo a la reunión de los líderes del Frente de Todos, sigue vigente la pelea entre el tándem oficialista y el jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, de Juntos por el Cambio, por la educación presencial en el Área Metropolitana de Buenos Aires. Esa discusión, que ahora corre por los carriles de la Justicia, comenzó el miércoles de la semana pasada, cuando Alberto Fernández estableció, a través de un Decreto de Necesidad de Urgencia, entre otras medidas, que se cerraran las escuelas en el AMBA para evitar los contagios de coronavirus. La Ciudad consideró que esta medida no era necesaria para bajar la curva de casos y mortalidad y presentó un amparo ante la Corte Suprema -que aún no se expidió-. También avaló la presentación de una ONG ante la Justicia porteña para frenar el decreto presidencial, que terminó con un fallo que permitió al gobierno porteño mantener las escuelas abiertas.
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