Los primeros movimientos no fueron los esperados. Apenas un traslado a la Procuración General para evaluar la competencia y poco más. Sin embargo, en las oficinas de Uspallata todavía hay expectativa que Corte Suprema intervenga, en el corto plazo, ante el conflicto generado por el cierre de las escuelas. Horacio Rodríguez Larreta escuchó a sus principales asesores jurídicos, internos y externos, y espera una señal del Máximo Tribunal. Los antecedentes no son buenos.
¿Cuál sería esa señal? “El presidente de la Corte (Carlos Rosenkrantz) debería convocar este mismo lunes a los demás jueces si es que hay voluntad de resolver u ordenar una medida preliminar”, admitió ante Infobae uno de los principales asesores jurídicos del jefe de Gobierno. Ocurre que la Ciudad interpuso una acción declarativa de inconstitucionalidad pero también una medida cautelar para que se frene la aplicación del artículo 2 del decreto firmado por Alberto Fernández.
“Creemos que hay predisposición a tratar nuestro planteo en el corto plazo, lo que pasó con la Procuración el viernes fue una buena señal”, respondió uno de los principales funcionarios del gabinete de Larreta. La expectativa se basa en contactos informales con algunos de los integrantes de la Corte. Como es habitual, nadie revela quiénes son los emisarios y muchos menos qué magistrados contestan los llamados.
“Nuestro único límite son los guardapolvos blancos”, soltó alguna vez un miembro de la Corte. La frase ilusiona a los asesores del jefe de Gobierno.
A partir del anuncio de las restricciones, el miércoles pasado, los asesores jurídicos de la Ciudad comenzaron a debatir la estrategia. Tal como adelantó Infobae, primero se evaluó un amparo -de hecho Larreta habló de un amparo en la conferencia del jueves- y hasta se pensó acudir a la Justicia de la Ciudad o al fuero Contencioso Administrativo Federal. Finalmente se optó por una acción declarativa de inconstitucionalidad ante la Corte Suprema. El escrito ingresó por mesa de entradas a las 9:50, apenas diez minutos antes del comienzo de la reunión en Olivos entre Alberto Fernández y Rodríguez Larreta.
Un detalle que no es menor: la Ciudad solo objetó el artículo 2 del DNU, que dispone la suspensión de las clases presenciales y las actividades educativas no escolares presenciales en todos los niveles y en todas sus modalidades hasta el 30 de abril inclusive. No cuestionó la totalidad del decreto. ¿Por qué se tomó esa decisión? “Hay una arbitrariedad manifiesta en la decisión de cerrar las escuelas, ya quedó bien claro que no es el remedio, lo demostramos con las estadísticas, pero alguna restricción era entendible (en el caso de los bares y restaurantes). Por eso se decidió concentrar el reclamo en las clases, no queríamos perder el foco”, explicó un alto funcionario porteño.
Traducido: fue una decisión política, que terminaron acatando los abogados de la Ciudad. Dentro de la Procuración, igualmente, hubo debate sobre los avances del reclamo. “Todo el DNU es inconstitucional, al no plantearlo dejamos el antecedente que el Presidente pueda volver a tomar medidas de la misma naturaleza sobre la Ciudad”, fue una de las posturas disonantes. De hecho, la presidenta del PRO, Patricia Bullrich, anunció el viernes en un programa de TV que irá a la Justicia contra todo el DNU.
En la Ciudad le restaron importancia a esa movida. Creen que es parte de la puja de poder con el ala dura de Juntos por el Cambio. La relación con Bullrich es zigzagueante. En el Gabinete todavía recuerdan los dichos de la ex ministra de Seguridad contra Fernán Quirós por su estilo diplomático, justo en medio de la puja por las vacunas. Las quejas de la Ciudad por aquellas declaraciones llegaron hasta el propio Mauricio Macri.
El ministro de Salud nunca le contestó en público, pero hizo saber su descontento puertas adentro. Tampoco quiere subirse al ring de la campaña y mucho menos ser candidato. “El ministro de Salud no se cambia en medio de una pandemia”, dicen en su entorno. Pero su alta imagen positivo tienta a cualquier encuestador.
Pese al nivel de tensión entre Rodríguez Larreta y Alberto Fernández, que incluyó cuestionamientos cruzados sobre el plan de vacunación, Quirós se empeña en mantener el vínculo con Carla Vizzotti. También hay comunicación entre los jefes de Gabinete. “No nos podemos pelear en este contexto, el plan de vacunación es sagrado”, suelen repetir los asesores del Ministro de Salud.
Igualmente, la Ciudad salió esta semana a blanquear esta semana que se estaba quedando sin stock de vacunas. Y este fin de semana no pudo aplicar vacunas luego de varias semanas ininterrumpidas de dar turnos. “Nos queda un remanente de la segunda dosis (que hay que esperar para aplicarla), y nos avisaron que hoy nos entregan más”, confirmó anoche un vocero de Salud.
El malestar con Axel Kicillof es más difícil de disimular. Los funcionarios porteños sacan número para salir a contestarle. “No puede decir que la Ciudad es el foco de contagio cuando estuvieron un año sin poner hoteles para los que llegaban a Ezeiza”, se quejó un ladero de Larreta.
Volviendo al conflicto con las escuelas, la Corte estuvo lejos de darle un trámite exprés. Apenas notificó a la Procuración del Tesoro de la Nación y le pidió opinión a la Procuración General para que dictamine si el Máximo Tribunal es competente para intervenir en el caso. Apenas unas horas después, la procuradora ante la Corte Laura Monti respondió que la Corte es competente en base a un precedente de 2019. “La Ciudad Autónoma de Buenos Aires tiene el mismo puesto que las provincias en el sistema normativo que rige la jurisdicción de los tribunales federales y, por lo tanto, el mismo derecho a la competencia originaria de la Corte Suprema de Justicia de la Nación”, sostuvo Monti.
El Presidente ya había adelantado su opinión sobre ese debate. En la conferencia de prensa del viernes, sostuvo que la Ciudad no puede recurrir de manera directa a la Corte porque la Constitución no la asimila a una provincia. Acto seguido, juristas alineados con la Casa Rosada salieron a apoyarlo.
Las próximas horas son claves para saber si la Corte se involucrará en el conflicto o dejará que los días pasen hasta que el reclamo se vuelva abstracto. Los antecedes recientes no son auspiciosos para la Ciudad: en el caso de los fondos de la coparticipación federal, el Máximo Tribunal demoró casi siete meses para llamar a una audiencia de conciliación. La cita será este miércoles, justo en medio de este nuevo conflicto.
Con todo, ya hay decenas de amparos y recursos judiciales presentados por padres y madres en el ámbito de la Ciudad y de la provincia de Buenos Aires. Algunos ya fueron rechazados por jueces de primera instancia. Otros podrían tener respuesta favorable en los próximos días, aunque la atención está puesta en la Corte.
Si no hay sorpresas, la Justicia otra vez llegará tarde: la convocatoria para asistir a las escuelas el lunes a la mañana es furor en las redes sociales y en los chats de varios colegios. ¿Cuál será la respuesta de la Ciudad? “Promover que la protesta se haga con todos los cuidados”, respondió un funcionario que dialoga a diario con Larreta.
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