“Cuando en julio de 2020 hicimos una evaluación de la situación en el conurbano, el resultado fue que el 40 por ciento de los chicos se había comunicado menos de cinco veces con la escuela; comunicaciones que consistían, por ejemplo, en ir a buscar un cuadernillo de ejercicios”, dice Joaquín De La Torre, ex intendente de San Miguel y ex Ministro de Gobierno de la provincia de Buenos Aires durante la gestión de María Eugenia Vidal.
De La Torre aclara que se refiere a la escuela pública -”esa a la cual la mayoría de los dirigentes no envía a sus hijos”, acota- y que, a dos cuadras del público, “un colegio privado tuvo clases virtuales todos los días”.
“Tampoco fueron la panacea .-aclara- porque igual aprendieron poco, pero por lo menos mantuvieron un hábito, una rutina”.
“En total, el año pasado, más de un millón de chicos no tuvo continuidad pedagógica o su relación con el colegio se limitó a tener entre 10 y 20 contactos con la escuela en todo ese tiempo”, afirma, en esta charla con Infobae.
Y sentencia: “El año pasado fue un año perdido para los chicos de primaria de la escuela pública del conurbano”.
Este año, antes de la decisión presidencial de volver a cerrar las escuelas, “cuando llevábamos 35 días, ningún chico había ido más de 5 días a la escuela y en ninguno de esos días más de 2 horas”.
De La Torre entiende la preocupación de los docentes que en su mayoría todavía no se pudieron vacunar aún y que tienen un lógico temor al contagio. “Pero es el mismo temor que puede tener cualquier otro trabajador -señala-, como los cajeros del supermercado que nos atendieron todo el año o los policías”.
En la Policía de la Provincia de Buenos Aires, los contagiados ya llegan a 16.000, pero nadie piensa en que los policías no salgan a trabajar hasta que estén vacunados, dice. “Esa no puede ser una excusa”, para que no haya clases presenciales. “Más teniendo en cuenta que te privilegian con la vacuna”, agrega, en referencia a que los docentes se están vacunando antes que otros esenciales que salieron a trabajar durante todo el 2020.
“Esta situación muestra quién es el verdadero dueño de la Educación”, dice, en alusión a Roberto Baradel, secretario general del Sindicato Unificado de Trabajadores de la Educación de Buenos Aires (SUTEBA).
“¿Qué derecho está primero? ¿El de los chicos a educarse o el de los docentes a vacunarse?”, pregunta. “Además no entiendo por qué Baradel no protesta contra los vacunados de La Cámpora, ya que está tan preocupado por los maestros”, agrega.
Cree que la decisión presidencial de cerrar las aulas obedeció a la necesidad de sacar gente de la calle con la menor afectación posible de la economía; “esa economía que al principio de la pandemia era lo menos importante”, ironiza.
“El problema que tienen es grave porque su palabra (la del Presidente) ya no es creíble -sigue diciendo De La Torre-, por los excesos del año pasado. La palabra presidencial está devaluada. Tiene que tomar medidas importantes y no puede porque perdió credibilidad. Debería invitar a la oposición y a expertos de todas las tendencias para que las decisiones sean creíbles. Pero no lo va a hacer”.
Y concluye: “El año pasado fue una catástrofe. Nadie quiso esto, nadie quiso una pandemia. Pero frente a esta situación crítica, hay que tomar las mejores medidas y buscar el mayor consenso posible para respaldarlas”.
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