El incidente ocurrió apenas minutos después de que se inició el toque de queda que puso en marcha el presidente Alberto Fernández para frenar la segunda ola de contagios de coronavirus. Un retén de Prefectura Naval hizo bajar a una familia, con mujeres y niños, y a varios pasajeros de un colectivo que transitaba por el Puente Pueyrredón, debido a que no contaban con un certificado para circular como personal esencial, una de las órdenes que fueron incluidas en el DNU que aplicó una batería de medidas de control anunciadas para intentar reducir la circulación del virus.
El grave episodio -que derivó en una sanción al responsable del operativo- fue transmitido en vivo por las cámaras de televisión y derivó en una comunicación urgente de la ministra Frederic, que ordenó desactivar ese tipo acciones. “No hay que bajar a la gente de los colectivos. No es esa la orden que les dimos. Lo que tienen que hacer es parar a partir de las 8 de la noche a los vehículos particulares, sobre todo, y también al transporte público para constatar que tenga el certificado de circulación, nada más”, aseguró.
Pasadas las 20, una mujer junto a un niño y otros familiares fueron obligados a descender de un colectivo por no contar -ni ella ni su familia- con el permiso para circular a bordo del transporte público. La secuencia quedó registrada por la presencia de Crónica TV, que exhibió el accionar de la Prefectura Naval Argentina (PNA) y cómo la familia comenzó a caminar a un costado del puente para descender en Avellaneda y lograr encontrar otra forma de regresar a su casa.
“No sé cómo voy a hacer, venía del hospital. Llevé a mi hijo. Es un aviso. Me dijeron que vayamos caminando hasta que podamos tomar otro micro”, dijo la mujer en diálogo con el canal de televisión.
Un hombre que iba con ella agregó: “Es complicado, no te pueden dejar arriba de un puente con la criatura. Por lo menos dejarme arriba del puente para poder tomar otro colectivo con los chicos”.
“No puede ocurrir eso. Estamos en horario de transición, acabo de hablar con el prefecto nacional para que cambien rápidamente la modalidad. No es esa la orden que les dimos. Tienen que parar a los vehículos particulares para constatar que tengan el Certificado Único de Circulación (CUC). Tienen que tener el certificado, ser esenciales. Ahora, mujeres con niños, obviamente hay que llamarles la atención pero que sigan el viaje”, quien se enteró de lo que estaba ocurriendo por televisión y se hizo presente en el lugar pasadas las 21.
“Estoy esperando la ronda de supervisación de los controles, se ve una merma significativa de vehículos particulares circulando. Me están diciendo que acá también bajó mucho la circulación. Veremos lo que está pasando en otros controles”, agregó.
“Nosotros siempre dependemos de las instrucciones del juzgado. No podemos per se secuestrar los vehículos. No podemos hacerlo ahora ni podíamos hacerlo el año pasado. El decreto, en cuanto a la operatoria de las fuerzas federales, no tuvo modificaciones. Los juzgados que intervenien definieron que a una persona que es infractora se le labre un acta, que cese en su actitud y, si reincide, definen si toman otras medidas”, continuó la funcionaria.
Y detalló: “Tenemos afectados de 8.500 efectivos de las fuerzas federales en el Gran Buenos Aires y en la Ciudad de Buenos Aires. Hemos coordinado con ellos para que nos apoyen. Eso incluye también los controles en la red de trenes en el área metropolitana”.
Sobre el final, reiteró: “De ninguna manera se puede bajar una mujer con niños para hacerla caminar por un puente. Esto fue a las 20.05, estábamos en el momento de cambio del operativo. Lo que dijimos el viernes pasado es que a partir de las 12 de la noche los controles eran fijos, de 0 a 6. Evidentemente lo que pasó a las 20.05 es que siguieron haciendo lo mismo que el resto del día”.
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