En un día de máxima tensión entre la Ciudad y la Nación, Alberto Fernández ratificó la sintonía con la provincia de Buenos Aires sobre la forma de enfrentar la segunda ola de coronavirus: este tarde, el Presidente siguió junto al gobernador Axel Kicillof la conferencia de prensa donde el jefe de gobierno Horacio Rodríguez Larreta, quien en otro bucle de la espiral de cruces por las nuevas medidas restrictivas en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), ratificó más temprano su postura sobre la importancia de mantener la educación presencial.
Alberto Fernández, quien fue dado de alta el jueves luego de su aislamiento por COVID-19, se dirigió a la Casa Rosada en las primeras horas de la tarde. A la mañana se había reunido con Rodríguez Larreta, y al mediodía había brindado desde Olivos un duro discurso con datos para respaldar la suspensión de la educación presencial en el AMBA, donde ratificó su decisión de suspender las clases presenciales, y ponderó “el diálogo”. Minutos después de la conferencia de prensa, desde la sede de Parque Patricios informaron que el mandatario porteño brindaría un nuevo mensaje, esta vez desde la sede de la cartera de Educación local. Ayer había hablado desde Uspallata.
En la Casa de Gobierno, el Presidente recibió a Kicillof antes de la transmisión del mensaje televisado de Rodríguez Larreta, que estaba previsto para las 14 pero se atrasó una hora y media. En su conferencia de prensa, que el primer mandatario y el Gobernador siguieron en conjunto, el alcalde porteño dijo que su posición a favor de la educación presencial sigue firme, aseguró que las aulas no son un foco de contagio, negó los datos de la Nación sobre el aumento de la circulación en el transporte público a causa de la apertura de las escuelas y deslizó una crítica al Presidente: “Se debe gestionar la pandemia con evidencia y datos”, dijo. Picante, adelantó que le enviará información y documentación científica al presidente Alberto Fernández para que revea su decisión.
Más temprano, Alberto Fernández había hecho un balance público de su encuentro de la mañana con Rodríguez Larreta. Aunque calificó la reunión como “cordial”, dijo repetidas veces que había debido “explicarle” a Rodríguez Larreta las consecuencias de la educación presencial para la situación sanitaria, cuando se superaron los 30 mil casos por día y el sistema de salud está en tensión en el AMBA.
Desde la gobernación bonaerense aseguraron que el Presidente había invitado a Kicillof al acto celebrado esta mañana en Campo de Mayo donde entregó, junto a la ministra de Seguridad, Sabina Frederic, equipamiento a las fuerzas de seguridad federales. Como el mandatario provincial no pudo asistir, decidieron encontrarse en la Casa de Gobierno por la tarde. El horario coincidió con la conferencia de prensa de Rodríguez Larreta. Desde La Plata aseguraron que “no vieron” la conferencia y cuestionaron el mensaje de Larreta, que consideraron como un discurso para “el público duro” del mandatario porteño y referente de Juntos por el Cambio.
“Se repasó cómo quedó la adaptación de la normativa nacional al sistema provincial, se analizaron las ayudas económicas que se van a instrumentar y cómo facilitar el acceso a todo esas alternativas para los comercios afectados”, informaron fuentes de la gobernación. También se evaluaron la vacunación y las “alternativas” para “el nuevo escenario post 30 de abril”, cuando caduquen las medidas.
El jueves por la noche, después de los primeros cruces entre la Ciudad y la Nación por las nuevas medidas restrictivas anunciadas por el jefe de Estado el miércoles, Kicillof había brindado una dura conferencia de prensa donde cargó contra el gobierno porteño por resistir las restricciones a la circulación y el cierre de los comercios y las escuelas, y sostuvo que CABA es “el epicentro de la segunda ola”. Tras el discurso de Larreta, fuentes oficiales oficiales dijeron que consideraron sus palabras como “humo para la tribuna”. “Habla pero no brinda soluciones, las camas siguen ocupadas al límite”, lanzaron cerca del gobernador.
Mientras tanto, en la Ciudad se multiplicaban las manifestaciones y expresiones de la sociedad civil en contra de la medida que el gobierno nacional aplicó en el AMBA. Muchos comercios expresaban su intención de permanecer abiertos, y había fuertes críticas de parte de la comunidad educativa. El Presidente dijo este mediodía que enviará a 5000 efectivos de las fuerzas federales para monitorear la situación e instó al gobierno porteño a obligar a la población a cumplir las restricciones con la actuación de la policía local.
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