La cumbre política que protagonizarán hoy Alberto Fernández y Horacio Rodríguez Larreta puede terminar en una inédita crisis institucional entre el Presidente y el jefe de Gobierno porteño. Alberto Fernández está muy irritado con Rodríguez Larreta, y aprovechará la soledad de la Quinta de Olivos para hacerle un planteo político que no está en los cálculos protocolares del titular de la Ciudad de Buenos Aires.
Rodríguez Larreta llega a la cita con Alberto Fernández con la intención de que sirva para acercar posiciones y, en cambio, se encontrará con un anfitrión molesto por su gestión de la crisis sanitaria, que no retrocederá un centímetro en las decisiones políticas que tomó respecto a la educación presencial, la actividad comercial y la circulación en el AMBA.
“Es muy difícil trabajar con Rodríguez Larreta. Tiene tanto cinismo. No se puede acordar nada con él”, comentó anoche Alberto Fernández, mientras preparaba un puñado de informes que tenía pensado mostrarle al jefe de Gobierno de la Ciudad. Entre esos documentos reservados se encuentra un dossier preparado con la información aportada por Oscar Atienza, un médico cirujano que monitorea los distintos ciclos de la pandemia en la Argentina.
El Presidente comentó a su círculo más cercano que mantuvo contacto con Atienza, quien le explicó -desde su perspectiva- que la presencialidad escolar multiplicó los casos de contagios en todo el país. Alberto Fernández utilizó esos argumentos para justificar su decisión de cancelar por dos semanas la educación presencial en el AMBA, y tendrá a mano un video posteado por el propio doctor Atienza para mostrárselo a Rodríguez Larreta si le hiciera falta.
“Yo pensaba por qué se multiplicaron los contagios: no hubo frío, no actuó ninguna cepa rara como la Manaos, pero igual estábamos mal. Y la conclusión que saca Atienza es que se sumaron doce millones de personas en la circulación vinculadas a la educación, y esa sería la explicación de la explosión en los casos. Es lo que me dice él, y yo le creo”, dijo Alberto Fernández en Olivos.
Al margen de las explicaciones de Oscar Atienza, el Presidente aprovechará la ocasión para exhibir su desconfianza y malhumor al jefe de Gobierno porteño. “Hace unos días, acordamos que cerrábamos los restaurantes a las 23 y que la circulación se mantenía hasta las 24. Y después el tipo (por Rodríguez Larreta) aparece en la tele diciendo que se pueden quedar hasta las 24 y después irse a la casa. Eso no fue lo que acordamos. No cumple los acuerdos”, se quejó el mandatario.
-¿Por qué creés que no cumple?-, le preguntaron en Olivos.
-Cornejo, Bullrich y Macri, le llenan la cabeza. No tiene sentido hablar con Rodríguez Larreta. La presidenta de su partido (por Patricia Bullrich) vino hasta acá (Olivos) a tirar huevos. Yo jamás hubiera avalado que alguien vaya a la casa de Rodríguez Larreta. Así es muy desgastante, no tiene sentido, replicó Alberto Fernández.
Es una paradoja política, pero Rodríguez Larreta usa el mismo razonamiento del Presidente para vincular sus últimos anuncios con su presunta relación de dependencia política con la vicepresidente y el gobernador bonaerense. El titular de la Ciudad de Buenos Aires considera que Alberto Fernández avanzó con las restricciones a la educación por fuertes presiones simultáneas de Cristina Fernández de Kirchner y Axel Kicillof.
El jefe de Estado no tenía decidido invitar a Rodríguez Larreta a Olivos, pero medió el denominado tándem italiano. Julio Vitobello -secretario general de la Presidencia- y Diego Santilli -vicejefe de Gobierno porteño- construyeron un backchannel entre Alberto Fernández y Rodríguez Larreta que abren cada vez que la agenda cotidiana complica las relaciones políticas e institucionales entre ambos.
Santilli habló ayer con Vitobello, y Vitobello habló con el Presidente. Conclusión: dos funcionarios descendientes de italianos convencieron a dos políticos de origen español que era necesario hacer una reunión para encontrar un punto de contacto entre las decisiones de la Casa Rosada y los intereses educativos de la Ciudad de Buenos Aires.
Rodríguez Larreta planteará la necesidad de mantener vigente la presencialidad en las escuelas porteñas. Y rechazará la decisión del Poder Ejecutivo de enviar a las fuerzas federales para que patrullen la Ciudad y controlen el cumplimiento del toque de queda que comienza a las ocho de la noche en el AMBA.
Alberto Fernández dirá que no.
“Necesito parar la velocidad de los contagios e ir vaciando las camas que no estén ocupadas por casos urgentes. Tenemos que estar preparados ante el impacto de la segunda ola”, precisó el jefe de Estado cuando le preguntaron en Olivos si negociaría sus últimas medidas con Rodríguez Larreta.
-En la Ciudad dicen que tienen camas con UTI (Unidad de Terapia Intensiva), que lo que decidiste fue improvisado y sin consenso con ellos-, comentó un secretario de Estado que pasa sus días en la quinta presidencial.
-Eso es mentira. El sistema privado está colapsado. Y las camas públicas casi. Me da la impresión de que Rodríguez Larreta miente o cuenta a medias la verdad. Y lo mismo hace con las vacunas y su plan de vacunación...-añadió Alberto Fernández.
-¿Qué hizo con las vacunas?-, insistió el secretario.
-Qué hizo. Muy fácil: vacuna a psicólogos de 25 años que trabajan por zoom, o traumatólogos de 30 años. Vacunó a todos los psicólogos de Buenos Aires, y para qué. Explicame. Miente: por qué no cuenta esto...
-¿Y vos que la vas a decir...?
-Le voy a decir que el problema no es el aula, sino la llegada al colegio. Y que no hay forma de controlar los accesos a las escuelas. Eso le voy a decir. Y que sé que pago costo político y le estoy complicando la vida a muchísima gente. Pero es mi deber y lo voy a cumplir.
La cumbre de Olivos está citada para las 10 en punto. Alberto Fernández esperará junto a Vitobello, y Rodríguez Larreta llegará acompañado por Santilli. Si no hay cambios imprevistos, el guion del cónclave ya está escrito: el Presidente no enmendará una coma del DNU que se publicó hoy en el Boletín Oficial, y al jefe de Gobierno no le quedará otro camino que ir a la Corte Suprema.
En los despachos más influyentes del alto tribunal adelantaron que la presentación de Rodríguez Larreta no tendrá un trámite express, y que terminará siendo una cuestión abstracta por el paso del tiempo.
Es decir: cuando llegue a la reunión de Acuerdos, ya habrán vencido los 14 días de vigencia del DNU que Rodríguez Larreta pretende suspender con su recurso de amparo que presentará hoy en el cuarto piso de Talcahuano 550.
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