El gobierno nacional oficializó las nuevas restricciones que estarán en vigencia durante las próximas dos semanas con el objetivo de contener la escalada de contagios de las últimas jornadas en el Área Metropolitana de Buenos Aires. Desde este viernes rige el toque de queda entre las 20 y las 6 de la mañana, se cierran centros comerciales y shoppings, se suspenden actividades sociales en lugares cerrados y para los chicos será el último día de presencialidad en las escuelas, ya que desde el lunes vuelve la modalidad virtual.
El miércoles Alberto Fernández comunicó las restricciones bajo la premisa de que “el problema del contagio no está en las fábricas ni en los negocios, sino que está en las reuniones sociales”. En ese sentido, el Presidente explicó que el cierre de la nocturnidad que decretó la semana pasada tenía el objetivo de “evitar que después del trabajo la gente se relaje, genere encuentros y se contagie”, ya que “el problema es el descuido individual de cada uno de nosotros”. Frente al aumento de los casos de COVID-19 y el porcentaje de ocupación de camas de terapia intensiva, lamentó que el esfuerzo realizado hasta el momento “parece insuficiente”.
Por ello avanzó con un endurecimiento de las medidas. “Buscamos evitar el encuentro social, recuperar el distanciamiento, bajar la circulación y de ese modo volver a ganar tiempo para que las camas de terapia intensiva que hoy están siendo utilizadas por otras patologías vuelvan a reservarse para la atención del COVID-19, en un momento donde el aumento de los contagios es sostenido”, argumentó al tiempo que expresó la desafortunada frase con la que acusó al sistema sanitario de “relajarse”.
En efecto, tras la publicación este viernes del Decreto 241/2021 -”Medidas Generales de Prevención”-, rige la restricción de la circulación nocturna entre las 20 y las 6 de la mañana. Los comercios podrán abrir sus puertas entre las 9 y las 19; fuera de ese horario deberán permanecer cerrados. Solo podrán seguir abiertos durante la noche los considerados “esenciales”. En el caso particular de los gastronómicos, podrán atender a sus clientes durante el día solamente en espacios habilitados al aire libre; luego de las 19 horas solo podrán funcionar bajo las modalidades de delivery y take away con domicilios de cercanía.
El transporte público solo podrá ser utilizado por las personas afectadas a las actividades y servicios esenciales, para atender circunstancias excepcionales, y quienes “deban concurrir para la atención de su salud, o tengan turno de vacunación, con sus acompañantes, si correspondiere”. En estos casos deberán portar el “Certificado Único Habilitante Para Circulación - Emergencia COVID-19″, que se obtiene a través de la App Cuidar o en la web oficial del gobierno nacional. En transporte privado se podrá circular sin restricciones ni controles desde las 6 de la mañana hasta las 20.
Desde hoy y hasta el 30 de abril los shoppings y centros comerciales permanecerán cerrados durante todo el día. Además se suspenden las actividades deportivas, recreativas, sociales, culturales y religiosas en lugares cerrados.
Todas las medidas oficializadas en las próximas horas entran en vigencia hoy mismo, a excepción de las clases virtuales que empezarán el lunes. Entre el 19 y el 30 de abril se decretó la “suspensión del dictado de clases presenciales y las actividades educativas no escolares presenciales en todos los niveles y en todas sus modalidades”.
Por ahora todas las medidas serán implementadas únicamente en el AMBA, el punto geográfico al que más le impactó la segunda ola de coronavirus. Sin embargo, el Presidente les pidió a los intendentes y gobernadores que lo acompañen en “este momento difícil” y les abrió el camino para que se adhieran.
En el resto del país, el Gobierno especificó en el artículo 10 del Decreto que “se mantendrán las clases presenciales y las actividades educativas no escolares presenciales”, pero se facultó a los mandatarios provinciales a “suspender en forma temporaria las actividades, conforme a la evaluación del riesgo epidemiológico, de conformidad con la normativa vigente”. “Solo en caso de haber dispuesto por sí la suspensión de clases, podrán disponer por sí su reinicio, según la evaluación de riesgo”, aclaró el DNU firmado por el Presidente. Salvo en el AMBA, personal directivo, docentes, no docentes y estudiantes están habilitados a circular en transporte público para asistir a las clases de forma presencial.
El artículo 7 que rige para todo el país explica que “los trabajadores del sector privado que fueran dispensados del deber de asistencia al lugar de trabajo recibirán una compensación no remunerativa equivalente a su remuneración habitual, neta de aportes y contribuciones al Sistema de Seguridad Social”. “Los trabajadores y las trabajadoras, así como los empleadores y las empleadoras, deberán continuar efectuando sobre la remuneración imponible habitual los aportes personales y las contribuciones patronales correspondientes a la Obra Social y al Instituto Nacional De Servicios Sociales Para Jubilados y Pensionados (INSSJP)”.
El Poder Ejecutivo justificó las nuevas medidas haciendo hincapié en que “el aumento de casos se registra en casi todas las jurisdicciones del territorio nacional y más del 50 % de los nuevos casos se concentran en el AMBA”. “El crecimiento exponencial de contagios que se ha observado en los últimos días, proyectado hacia las próximas semanas, evidencia un panorama inquietante con riesgo de saturación del sistema de salud y de aumento de la mortalidad, lo que amerita el establecimiento de medidas urgentes destinadas a evitar estas gravosas consecuencias”, argumentó el Gobierno.
Sobre la suspensión de las clases presenciales, se manifestó su “reinicio posterior luego de transcurrido el plazo” de estas dos semanas. En medio de la polémica y las diferencias con los dirigentes de la oposición, el Gobierno aclaró que “comparte el criterio de que la suspensión de la presencialidad en las aulas debe llevarse adelante por el menor tiempo posible, tal como han indicado prestigiosos organismos vinculados a los derechos de niños, niñas y adolescentes, como UNICEF y la Sociedad Argentina de Pediatría”.
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