El ex presidente Mauricio Macri se refirió a las restricciones que anunció ayer Alberto Fernández y aseguró que “no hay dudas de que las escuelas deben seguir abiertas”. En este sentido, ratificó su apoyo al jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, para que la ciudad de Buenos Aires “actúe haciendo respetar su Constitución y su autonomía”.
“La improvisación e ineptitud, también en el manejo de la pandemia, han generado angustia y enojo en los argentinos”, señaló el ex mandatario a través de las redes sociales.
A raíz de las restricciones impuestas para frenar la segunda ola de COVID-19, que incluye la suspensión de las clases presenciales por 15 días, el cierre de shoppings, la restricción horaria para circular entre las 20 y las 6, el gobierno porteño evalúa ir a la Corte para defender evitar el cierre de las escuelas y rechazar la intervención de las fuerzas federales.
Las autoridades de la ciudad de Buenos Aires se apoyarían en el artículo 6 de la Constitución de la Ciudad que determina que las autoridades “tienen mandato expreso, permanente e irrenunciable del Pueblo de la Ciudad, para que en su nombre y representación agoten en derecho las instancias políticas y judiciales para preservar la autonomía y para cuestionar cualquier norma que limite la establecida en los artículos 129 y concordantes de la constitución nacional”.
Ayer, luego del mensaje grabado por el Jefe de Estado, Larreta manifestó su desacuerdo ante un reducido grupo de funcionarios. Sobre todo, porque horas antes, en una sesión del Consejo Federal, el propio ministro de Educación de la Nación, Nicolás Trotta, les había pedido a los ministros provinciales que sostuvieran las escuelas abiertas.
Los números oficiales que difundió el Ministerio de Educación el 6 pasado de abril son elocuentes. A partir de una muestra de 5.926 escuelas, se registró que tan solo se contagió el 0,16% de los alumnos y el 1,03% de los docentes. Incluso, desde la propia cartera educativa afirmaron que esos contagios no se produjeron necesariamente al interior de las escuelas, que por el contrario, los establecimientos educativos se perfilaban como los espacios de detección temprana de los casos.
Pese a esa bajísima incidencia, ayer el presidente Alberto Fernández anunció la suspensión de las clases presenciales en todos los niveles educativos en el Área Metropolitana de Buenos Aires por dos semanas, desde el próximo lunes. Contradijo así las cifras oficiales, las recomendaciones científicas nacionales e internacionales, y hasta a sus propios funcionarios que habían garantizado la continuidad escolar.
Además de la crítica pública de Macri, el interbloque de diputados nacionales de Juntos por el Cambio emitió un comunicado donde señalaron que “el Presidente y la improvisación de su gobierno empuja a los alumnos nuevamente a una tragedia educativa y a los comercios a la quiebra”.
“Las medidas anunciadas por el señor Presidente de la Nación para hacer frente al crecimiento de los casos de Covid-19 en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) dejan en evidencia una profunda improvisación, falta de conducción política y el divorcio respecto de la realidad que viven millones de familias que habitan en la región”, agregaron.
Para el conjunto de diputados opositores, “la decisión de suspender temporalmente el dictado de clases en el AMBA afecta particularmente a los sectores más vulnerables que habitan en la región y que se encuentran sumidos en una pobreza acuciante. Muchos de esos niños y niñas dejarán definitivamente sus escuelas y pasarán a engrosar las listas de quienes las abandonaron el año último: es el drama de la Argentina que viene”, destacaron.
“Esta medida choca a todas luces con el trabajo, el esfuerzo y la dedicación que ha demostrado la comunidad educativa en un proceso de adaptación sobrehumano a la dinámica de protocolos destinados a preservar la salud de estudiantes, maestros y personal no docente”, añadieron.
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