Las nuevas restricciones anunciadas por el presidente Alberto Fernández generaron un fuerte rechazo en la oposición que cuestionó principalmente la decisión de suspender las clases presencial en el área metropolitana de Buenos Aires.
La presidenta del PRO, Patricia Bullrich, denunció que el Presidente “decide en contra de los que trabajan, de los padres que llevan sus hijos a la escuela, de los comercios que se funden. Decide por los que tienen la vida resuelta contra los que trabajan”.
Según la ex ministra de Seguridad, con la suspensión de las clases “ganó la oligarquía de los burócratas”, en referencia a los gremios, que siempre se resistieron al retorno de la presencialidad.
En la misma línea, el presidente de la Coalición Cívica, Maximiliano Ferraro, aseguró que es “inadmisible e irracional que vuelva a cerrar las escuelas”. “Quedó demostrado que son el lugar más seguro que podemos ofrecerle a estudiantes, docentes y familias. En vez de privilegiar la presencialidad y el bien común ceden la política educativa a sectores corporativos”, agregó.
Por su parte, el titular de la UCR, Alfredo Cornejo, señaló que se trata de un “gobierno de improvisados” y “sin brújula”.
En tanto, el ex ministro de Economía y referente liberal Ricardo López Murphy lamentó que el gobierno nacional vuelva a implementar medidas restrictivas “que destruyen comercios, trabajadores y deja sin clases a los chicos”.
“La estrategia debería ser testear más, aislar y gestionar mejor las vacunas. El plan sanitario y económico que llevó el kirchnerismo adelante fracasó y fracasará”, planteó.
Cristian Ritondo, titular del bloque del PRO en Diputados, instó al gobernador Kicillof a anunciar medidas económicas “de apoyo para los miles de comerciantes gastronómicos que deberán cerrar sus puertas. El sector no tiene margen para un nuevo cierre”.
Miguel Ángel Pichetto, Auditor General de la Nación y referente de Peronismo Republicano, se refirió al tema en “A dos Voces”, en la señal TN, y afirmó: “Acá hay un sector del mundo del trabajo y el comercio al que la medida le impacta muy fuerte”. Dijo que las decisiones “tienen que tener convalidación en el Congreso” y que a partir de la suspensión de las clases presenciales “ganó Baradel”. “Esto es una gran derrota para los chicos y los padres”, subrayó.
Mientras que el senador Martín Lousteau cuestionó que la Casa Rosada no haya consultado a las provincias que las medidas no tengan “rigurosidad ni sustento”. Y agregó: “Es hora que pensemos en los más chicos y el daño que están sufriendo”.
“El Gobierno, por falta de ejemplaridad y pérdida de credibilidad, es incapaz de persuadir. En lugar de buscar consensos, amenaza con militarizar”, dijo el titular del interbloque de Juntos por el Cambio en Diputados, Mario Negri.
Federico Angelini, diputado nacional y vicepresidente del PRO, también reclamó que “no cierren las escuelas”: “No le arruinen la vida a millones de chicos. No le arruinen el futuro a nuestro país”.
“Llevar los chicos al shopping: todo bien. Llevar los chicos a la escuela: todo mal. El reino del revés”, ironizó Eduardo Macchiavelli, Secretario General del PRO.
Por otro lado, el ex diputado nacional y actual director del Banco Ciudad, Nicolás Massot, señaló que más allá de la responsabilidad que tienen los ciudadanos de cuidarse, la principal responsabilidad del gobierno es vacunar. “Y lo está haciendo mal. No nos olvidemos de que en diciembre en teoría teníamos más de 22 millones de vacunas aseguradas”, dijo.
“Los chicos fuera de las aulas y el Ejército en las calles. El progresismo más delirante”, lamentó el diputado Jorge Enríquez.
Ante el fuerte aumento de los contagios el gobierno nacional anunció hoy la suspensión de clases presenciales, entre el 19 y el 30 de abril, y restringió la circulación en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) entre las 20.00 y las 6.00 del día siguiente.
Con el correr de las horas, cada vez más dirigentes de la oposición se expresaron sobre los anuncios. El ex ministro del Interior durante el gobierno de Mauricio Macri, Rogelio Frigerio, advirtió: “Esta noche los comerciantes, los gastronómicos, los de la industria del turismo y del esparcimiento no van a poder dormir. El gobierno vuelve a hacérselas difícil pero no dice como los va a ayudar a sobrevivir a esta angustiante situación”.
Y continúo, en su perfil de la red social Twitter: “Para que las políticas públicas tengan efecto, los funcionarios tienen que tener credibilidad. El Ministro de Educación manifestó hoy que las clases no son un factor de contagio. 4 horas después el Presidente anuncia que se cierran las aulas otra vez”.
El diputado nacional y titular de la Coalición Cívica, Maximiliano Ferraro, fue otro de los que rechazó las medidas: “Inadmisible e irracional que vuelvan a cerrar las escuelas.. Quedó demostrado que son el lugar más seguro que podemos ofrecerle a estudiantes, docentes y familias”, expresó. Y recalcó que “en vez de privilegiar la presencialidad y el bien común ceden la política educativa a sectores corporativos”.
En ese contexto anunció que hoy presentarán “un pedido de Juicio Político” al ministro de Educación, Nicolás Trotta, por “su mal desempeño en garantizar el derecho a la educación”.
Luis Naidenoff, senador nacional por Formosa y Presidente del Interbloque de Juntos por el Cambio y del Bloque UCR en la Cámara Alta, opinó que los “drásticos anuncios del gobierno” muestran un “alto nivel de improvisación, soledad en la toma de decisiones y falta de aprendizajes después de un año de pandemia”. Como hicieron, varios dirigentes que se ubican en la vereda contraria al Gobierno, destacó que “ayer la presencialidad educativa era prioridad, hoy suspenden las clases en AMBA”.
Jorge Macri, Intendente de Vicente López, uno de los jefes comunales de peso que tiene la oposición, reclamó: “La educación presencial debe ser declarada ESENCIAL en la PBA. En ese sentido estamos presentando con el Senador Tapia un proyecto con ese fin. La escuela educa CIUDADANOS LIBRES. #NoCierrenLasEscuelas”. También requirió un apoyo económico “para todos esos comerciantes y gastronómicos que bajarán sus persianas”.
Por la noche, en la Quinta de Olivos se desarrolló un cacerolazo luego de los anuncios y agentes de seguridad debieron trasladarse a la zona e intervenir para disuadir la manifestación. Bullrich formó parte de la manifestación y allí dijo que “estabamos esperando las 20 millones de vacunas que el Presidente prometió” y hoy “solo hablamos de más cierres y cierres”. “Más de un año de pérdidas, comienzan con la ilusión y después vuelven a cerrar”, criticó. Habló de falta de resoluciones “nuevas e inteligentes” y afirmó que “los chicos están angustiados” por la suspensión de clases presenciales desde el lunes 19 hasta el viernes 30 de abril.
Las protestas se replicaron en distintos puntos de la Ciudad de Buenos Aires como Palermo, Núñez, Flores, Belgrano, Almagro, Barracas, Recoleta y Paternal, entre otros barrios.
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