Ante el avance de la segunda ola de la pandemia del coronavirus, el Gobierno nacional anunció mayores restricciones para controlar la curva de contagios, con medidas de control más fuertes y focalizadas en el AMBA. Entre otras decisiones, el presidente Alberto Fernández resolvió que las actividades comerciales finalicen a las 19 horas y que los locales gastronómicos podrán funcionar después de ese horario, pero solo bajo la modalidad de entrega a domicilio. Además, las actividades recreativas, sociales, culturales, deportivas y religiosas en lugares cerradas quedan prohibidas.
Más allá de la disminución de la circulación de personas, las medidas restrictivas van a repercutir en la economía. El sector turístico y gastronómico, más que ninguna otra actividad económica con impacto social, se basa en la interacción entre las personas. Es por eso que fue y es uno de los sectores más afectados por la pandemia, tanto en la oferta como en la demanda: durante diciembre de 2020 tuvo una merma en su actividad del 47,1% interanual, según un reporte de la Fundación Mediterránea-IERAL.
En una primera etapa de cuarentena, estos comercios permanecieron cerrados al público y solo podían funcionar con el sistema de entrega a domicilio y de modalidad take away. Más adelante, en el marco de las medidas de flexibilización tomadas dentro del decreto vigente de Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio, a través de la Decisión Administrativa 1600/2020, el Poder Ejecutivo habilitó “la actividad gastronómica al aire libre, exclusivamente en vereda, calzada u otros sectores del espacio público”. Luego, se permitió, con aforo limitado, el ingreso a los locales.
Tras los anuncios de este miércoles, los locales gastronómicos podrán permanecer abiertos hasta las 23, pero desde las 19 solo estarán habilitados para trabajar bajo la modalidad de delivery. De esta manera, inevitablemente, la caída en el consumo se hará sentir.
Consultado por Infobae, Marcelo Salas Martínez, Socio gerente de Café Martínez y vocero de #SillasAlRevés, una campaña en redes sociales incentivada por el propio sector gastronómico que en 2020 exigía la reapertura de los locales, brindó su punto de vista al enterarse del anuncio del Presidente: “La crisis para nosotros nunca terminó y esto es solo un golpe más. Hay todo tipo de casos. Hay provincias y barrios a los que les ha ido mejor y otros que nunca se recuperarán. Pese a todo, somos optimistas, pero necesitamos la ayuda del Gobierno. Somos un sector que tiene la posibilidad de dar empleo apenas se le inyecta un poco de ayuda y eso es lo que esperamos”.
Los gimnasios deberán cerrar sus puertas por la medida que indica que las actividades recreativas, culturales, deportivas y religiosas en lugares quedan prohibidas. De acuerdo a la Cámara de Gimnasios de la Argentina, el 20% de los establecimientos del país cerraron desde el inicio de la pandemia. Hasta el viernes a las 0, cuando empiecen a regir las nuevas medidas, estos locales podían abrir sus puertas para grupos reducidos. Pero tras el anuncio, el sector verá su actividad frenada nuevamente.
Otros rubros que se han visto muy afectados desde el comienzo de la pandemia y que sufrirán una fuerte caída en su actividad con estas nuevas medidas son los cines y los teatros, además de los eventos musicales.
Por su parte, los bingos, casinos y discotecas -o cualquier salón de fiestas y eventos- permanecen cerrados desde el 8 de abril, cuando Alberto Fernández anunció el decreto de necesidad y urgencia con el que oficializó medidas de restricción.
Los salones porteños recién habían logrado abrir sus puertas en diciembre, cuando el Gobierno de la Ciudad los habilitó con los protocolos que ya regían para la actividad gastronómica. Se calcula que cerca del 50 por ciento de los salones de fiestas cerraron desde que comenzó la pandemia.
Las medidas que anunció Alberto Fernández
Después de reunirse con el Jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, y la ministra de Salud, Carla Vizzotti, el Presidente resolvió restringir aún más la circulación, suspender las clases presenciales por dos semanas y prohibir las actividades deportivas, culturales, sociales y recreativas para el AMBA.
Además de las medidas mencionadas que afectan a los comercios, los locales gastronómicos y diferentes actividades en espacios cerrados, el Gobierno decidió suspender las clases presenciales desde el lunes 19 hasta el viernes 30 de abril. Las restricciones a la circulación serán entre las 20 y las 6 de la mañana.
El Gobierno consideró que el mayor riesgo de transmisión se produce en las actividades sociales y recreativas nocturnas, donde no hay dos metros de distancia y se producen aglomeraciones. Por eso decidió implementar nuevas medidas, más duras y focalizadas.
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