Mientras aumentan a un ritmo vertiginoso los contagios -el martes hubo 27.000 casos-, se imponen mayores restricciones y crece la impaciencia por la mengua en la reserva de vacunas, el Gobierno adoptó una política de total cautela a la hora de anunciar fechas, cantidades y origen de las dosis que importará en lo sucesivo. Bajo el paraguas de que el complicado mercado internacional condena a cualquier administración a la incertidumbre sobre la disponibilidad, hasta que cada cargamento no esté absolutamente confirmado la Casa Rosada no informará ningún detalle al respecto. Hoy, se desconoce cuándo se va a recibir el siguiente lote para abastecer el cada vez más escaso stock de inyectables.
El costo político de pasados anuncios fallidos, analizan, supera la carga que pueda representar la ausencia de buenas noticias en ese ámbito. “No nos adelantamos más”, resumieron fuentes de la Casa Rosada. Con esta decisión buscan evitar las falsas expectativas con respecto a la compra del preciado y escaso bien sobre el que están enfocadas todas las miradas. Sobre todo, a medida que se disminuye la provisión de dosis y se acrecienta la cantidad de casos.
En este delicado contexto, la Casa Rosada recibe señales de impaciencia de parte de los gobiernos provinciales, que están a cargo de ejecutar la inoculación. En definitiva, son las administraciones locales las que deben hacer frente de la manera más directa a la demanda socio-sanitaria de una inoculación sostenida, que llevan a cabo a través de sus respectivos sistemas de turnos. Varios distritos, entre ellos la Ciudad de Buenos Aires y Córdoba, detectaron que, si no arriban nuevos lotes, deberán suspender la vacunación antes del fin de semana. En el Gobierno admitieron a Infobae que podría haber distritos que se queden sin vacunas en los próximos días. Hasta el martes se habían distribuido más de 7 millones de dosis y se habían superado las 5 millones de aplicaciones.
El fantasma del “stock cero” viene arrastrándose hace semanas. Las dosis llegan a cuentagotas y aunque hasta ahora no hubo faltantes, a medida que se acelera la aplicación, una demora en la llegada de cargamentos puede hacer realidad el escenario más temido por las autoridades. En este sentido, altos funcionarios de la Casa Rosada y el Ministerio de Salud aseguran que trabajan contra reloj para obtener más dosis.
Mientras tanto, sigue el pase de factura de parte de la oposición por la falta de acuerdo con Pfizer. El martes, el Gobierno dijo que no hay aún avances en las tratativas, que se vieron frenadas por las “inaceptables” condiciones jurídicas que imponía el laboratorio. Sin embargo, fuentes oficiales informaron que el Presidente instruyó a la secretaria Legal y Técnica, Vilma Ibarra, para que trabaje en la elaboración de las condiciones jurídicas para impulsar nuevos diálogos para la compra de la vacuna, que se encuentra considerada entre las de mayor eficacia para evitar la enfermedad sintomática, con un 94 por ciento en la escala de la Revista de la Asociación Médica Americana (JAMA, por sus siglas en inglés).
La semana pasada, entre los crecientes cuestionamientos por las gestiones, el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, dijo que los estados provinciales están habilitados para comprar vacunas. El mensaje del ministro coordinador, reconocieron en la Casa de Gobierno, fue una respuesta a los discursos de los referentes más duros de la oposición que echan en cara al Gobierno, públicamente y en repetidas ocasiones, las “fallas” en el mecanismo de negociación de dosis en el mercado internacional.
El ejemplo más utilizado como caso testigo es el de los diálogos fallidos con Pfizer. El argumento de Juntos por el Cambio es que de haberse concretado un pacto con ese laboratorio, la Argentina estaría en mejores condiciones para hacer frente a la segunda ola, es decir evitar la explosión en la cantidad de contagios, y disminuir el impacto en términos de mortalidad.
Enfrentados por los recientes roces por temas diversos, especialmente la quita de un punto de la coparticipación a la Ciudad y las disidencias sobre el alcance de las medidas para paliar la suba de casos, los esfuerzos de la Nación y la Provincia para la compra de vacunas se hacen por separado.
Ante la consulta de Infobae sobre la posibilidad de mancomunar esfuerzos para las negociaciones internacionales -la Ciudad, por programas que incentiva con otros distritos del mundo, mantiene aceitados vínculos con el exterior-, en Balcarce 50 dijeron que por ahora no existe una mesa de trabajo conjunta entre la Nación y las provincias en ese campo. “Ellos jamás vinieron a ofrecernos sus contactos o ayudas para cerrar contratos”, dijo una fuente oficial.
Desde la Ciudad contradicen esas declaraciones y aseguran que sí se pusieron a disposición. “Los canales de diálogo con la Nación están dañados”, se resguardaron. En el Gobierno repiten que su deseo es que el gobierno porteño, a pesar de las diferencias políticas, logre comprar vacunas. Con un dejo de ironía, en la administración nacional advirtieron que “esperan” que los gobiernos de los estados provinciales no se dejen engañar por “intermediarios”. Según reveló una fuente de Balcarce 50, en Casa Rosada recibieron varias ofertas de vacunas de lobbistas y sospecharon que podrían provenir del mercado negro. “Ojalá no se manden a anunciar cargamentos de este tipo y después tengan que dar marcha atrás”, dijo un vocero. Hay una cuota de resentimiento por las presiones opositoras respecto del manejo de la pandemia.
Mientras tanto, el gobierno nacional analiza el impacto de las recientes medidas de restricción aplicadas en todo el país. En los últimos días hubo frenéticas reuniones para evaluar el aumento de casos. El miércoles, la ministra de Salud, Carla Vizzotti, pidió a la ciudadanía, en su habitual conferencia de prensa por la mañana desde la Casa Rosada, que “solo salgan a la calle para ir a trabajar, hacer tareas esenciales y llevar a los chicos a las escuelas”. Nación no descarta enfatizar las medidas de reducción de la circulación en el preocupante contexto de masivos contagios, aunque por ahora solo se emitieron recomendaciones en este sentido.
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