En el Congreso la actividad es frenética. No en las bancas ni en el recinto, pero sí en cada uno de los bloques. En especial en el principal grupo opositor conformado por Juntos por el Cambio, que ahora corre contra los tiempos para definir si acompaña o no el proyecto de ley que va a enviar el gobierno nacional para posponer las PASO.
La semana pasada el ministro del Interior Eduardo “Wado” De Pedro envió a los legisladores de Juntos por el Cambio un borrador del proyecto de ley para postergar cuatro semanas las PASO y las elecciones de medio término. Esto fue un pedido de la oposición que señalaba que el oficialismo tenía posturas divergentes que iban desde posponer a suspender las PASO.
Pero ahora, con el cumplimiento del pedido por parte del oficialismo, el problema está entre los legisladores de Juntos por el Cambio que en cada una de las bancadas del interbloque hay voces disonantes.
“Pidieron una ley del oficialismo para tratar modificar la fecha de las PASO y en principio había acuerdo, pero ahora hay bastante desacuerdo de parte de ellos”, explicó un legislador del Frente de Todos en referencia al pedido que había hecho Mario Negri de que sea un proyecto del Ejecutivo el que modificara la fecha.
El viernes pasado la mesa chica del interbloque de Juntos por el Cambio analizó en un zoom los detalles del proyecto oficial que establece la nueva fecha de las elecciones primarias para el 12 de septiembre y las generales para el 14 de noviembre.
Y ahora se está a la espera de que este martes o miércoles el tema sea tratado en la mesa nacional de Juntos por el Cambio, que en esta ocasión serán virtual ya que Mauricio Macri está aislado por contacto estrecho.
En ese encuentro se intentará acordar una postura uniforme porque, aunque muchas de las voces más potentes dentro del recinto se mostraron de acuerdo con el cambio de fecha, en las charlas en los pasillos muchos otros legisladores que no tienen tanta exposición pública empezaron a señalar que no quieren tocar el calendario.
Un ejemplo de esta disidencia interna la expuso hoy el diputado del PRO Martín Maquieyra quien en declaraciones al canal Diputados TV dijo que el cambio de fecha que propone el Gobierno es una decisión “electoralista” y no “sanitarista”.
“No nos han dado argumentos sanitarios para pensar que en septiembre vamos a estar mejor que en agosto. Hasta ahora nos parece que es una cuestión de política electoral, de que van a tener mejores resultados en septiembre”, señaló el diputado.
En paralelo a estas definiciones, un hombre que suele hablar poco en el recinto pero con mucho poder en el andamiaje de Juntos por el Cambio, había adelantado que “un atraso de cuatro semanas como máximo se podría hacer, más de eso no”.
El punto que muchos discuten es qué puede llegar a suceder si el bloque opositor define no acompañar la idea de posponer. Mientras se está organizando un encuentro con el resto de los bloques, cada uno cuenta sus “porotos”, y parece que el ábaco del oficialismo cuenta con más.
“Hay algunos que discuten si acompañar es ser servil o no. El problema es que el oficialismo tiene los votos para suspender las PASO y Juntos por el Cambio no. Y hay provincias que son importantes, como Córdoba, Buenos Aires y Santa Fe que sin las primarias no se van a poder ordenar. La pelea entre los intendentes del Grupo Dorrego y los denominados “sin tierra” -dirigentes que hoy no tienen responsabilidad de gestión- en Buenos Aires sólo la ordenas con PASO”, explicó un conocedor de los intercambios entre los tres partidos. “Si avanzan con los cambios en el calendario tienen que estar todos de acuerdo y votar unidos”, agregó.
Otro punto que también van a querer avanzar, y ya lo había adelantado el presidente del bloque del PRO, Cristian Ritondo, es el uso de boleta única.
“Planteamos tres propuestas concretas, entre ellas la boleta única de papel. También planteamos la necesidad de devolver el voto postal de los argentinos en el exterior y que los efectivos de las Fuerzas Armadas que el día de los comicios esté en funciones puedan sufragar en la mesa más cercana”, dijo Ritondo al término del encuentro de la semana pasada.
De estos pedidos, el único que avanzó es el voto de las fuerzas armadas, el resto ya fue descartado por el propio De Pedro. Pero, a pesar de eso, en el Senado volvió a circular un proyecto para que las próximas elecciones se vote con Boleta Única.
Por ahora la oposición busca encausar la discusión y buscar uniformidad en el Congreso en donde levantará o no la mano para posponer las elecciones. Lo que sí parece tener en claro las cabezas de cada uno de los bloques es que o votan todos juntos o la pérdida puede ser mayor. A muchos les queda el recuerdo del intento de tratar biocombustibles y el fracaso de ni siquiera juntar la totalidad de los legisladores del interbloque.
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