La situación sanitaria en el país, pero sobre todo en el AMBA, monopoliza la agenda de actividades en Casa Rosada, en un contexto de preocupación sobre la posibilidad de la saturación del sistema de salud por la rápida duplicación de los casos de coronavirus. Primero, desde el mediodía, la ministra de Salud, Carla Vizzotti, dialogó vía Zoom con sus pares de la Provincia y de la ciudad de Buenos Aires, Daniel Gollán y Fernán Quirós, para analizar el impacto de las medidas anunciadas por el presidente Alberto Fernández. En una reunión donde abundaron los aspectos técnicos hubo coincidencias para articular la estrategia entre los sectores público y privado para evitar un colapso sanitario.
En este cónclave de la Mesa de Coordinación, que se hizo de modo virtual, también estuvieron el viceministro de Salud de la provincia de Buenos Aires, Nicolás Kreplak; la titular del PAMI, Luana Volnovich; Eugenio Zanarini, a cargo de la Superintendencia de Servicios de Salud, y otros funcionarios del Ministerio de Salud de la Nación. Hablaron de la cantidad de camas UTI que están disponibles en todo el AMBA, de la situación de cada distrito en la Provincia haciendo hincapié en la situación en el Conurbano, de las posibilidades para incrementar la cantidad de testeos y de la marcha del plan de vacunación.
Desde las autoridades provinciales también se solicitó que desde CABA haya información más completa sobre la ocupación de camas de terapia intensiva. Según las cifras que proporcionaron las cámaras que agrupan a clínicas y sanatorios del sector privado durante el fin de semana, el sistema está a punto de colapsar. Sin embargo, desde Ciudad solamente trascienden los datos de hospitales públicos, lo que origina distorsiones y “opacidad”, sostienen los funcionarios que responden al gobernador bonaerense, Axel Kiciloff.
Más temprano, el viceministro de Salud bonaerense, Nicolás Kreplak, había advertido sobre la posibilidad de reducir la presencialidad en los colegios para disminuir el riesgo de contagio. Sin embargo, desde la Ciudad de Buenos Aires aseguran que mantener la presencialidad en la educación es una prioridad y que el nivel de acatamiento de las medidas coordinadas con Provincia y Nación es “muy bueno”, por lo que es necesario esperar algunos días para ver si las restricciones tienen los resultados esperados. En este sentido, esta tarde habrá una comunicación entre el gobernador Axel Kiciloff e intendentes para evaluar la situación.
“La semana pasada se tomó una decisión entre la Nación, la Provincia y la Ciudad y estamos monitoreando la situación día a día. El cumplimiento viene bien. La gente está cumpliendo. La decisión que tomaste el viernes, si todos cumplimos, no la podés cambiar el lunes”, sostuvo el vicejefe de Gobierno porteño, Diego Santilli.
Más tarde, a las 18, el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, se reunirá con científicos para analizar si son necesarias nuevas medidas en el caso de que el porcentaje de ocupación de camas de terapia intensiva en el AMBA siga en aumento. Además de Vizzotti, también estarán presentes los ministros de Seguridad, Sabina Frederic, del Interior, Eduardo “Wado” de Pedro, y de Desarrollo Social, Daniel Arroyo. No se descarta la presencia de la secretaria de Legal y Técnica, Vilma Ibarra, por si se decide introducir cambios en las restricciones que se adoptaron desde el viernes de la semana pasada.
El Poder Ejecutivo apuesta a que el estricto cumplimiento de las nuevas restricciones, con vigencia hasta el 30 de abril próximo, ayude a controlar la curva de contagios de coronavirus durante las próximas tres semanas para acelerar el ritmo de vacunación y enfocar en ese período la inoculación de la población de riesgo, mientras se aceleran las negociaciones para la llegada de nuevas remesas de vacunas desde China y Rusia.
“Queremos vacunar a toda la población mayor de 70 años. Allí debemos enfocar la vacunación en las próximas tres semanas”, señaló Cafiero este fin de semana. Según reveló el funcionario, los datos preliminares que analiza el Gobierno muestran cómo las curvas de contagio –si bien son altas– son distintas en su conformación con respecto a las del año pasado.
“Los mayores de 70 que recibieron la vacuna se contagian menos y hay más casos en otros grupos etarios, y se está viendo una baja de la mortalidad en los mayores de 60. Son datos muy promisorios”, destacó el funcionario.
El DNU que firmó el Presidente la semana pasada determinó la suspensión en todo el país de los viajes grupales y las actividades en bingos, casinos y discotecas; y en los lugares de “alto riesgo epidemiológico y sanitario” –como el Área Metropolitana Buenos Aires (AMBA)– la restricción de circular entre la medianoche y las 6 de cada día.
Además se dispuso la prohibición de reuniones sociales en domicilios particulares y la disminución de los aforos en lugares cerrados –bares, restaurantes, cines, teatros y gimnasios, entre otros– del 50% al 30%.
Mientras tanto en la provincia de Buenos Aires el ministro de Salud, Daniel Gollán, advirtió que “el sistema puede colapsar pronto”. El funcionario aseguró que el nivel de internados es “como el peor momento del año pasado”, señaló que la propagación del virus va más rápido que la vacunación, y cuestionó que se permita comprar inoculantes a las provincias: “Va a aparecer un mercado negro”, dijo.
Ante ese escenario, Gollan consideró que la “única” opción del gobierno de Axel Kicillof es “seguir vacunando a un promedio diario muy alto mientras esperamos que bajen los casos”, aunque por ahora, alertó, “va más rápido el virus que la vacunación”. No obstante, se mostró conforme porque ya está vacunado “el 97% del personal de salud y el 67% de mayores de 70 años”, además de que se está inoculando a “muchos a mayores de 60 con comorbilidades”, un sector sobre el que se avanzará en estos días.
A su vez, directores de hospitales bonaerenses llamaron a la “responsabilidad ciudadana para salvar miles de vidas”, al alertar de que el país está en el “peor momento” de la pandemia. Los firmantes hicieron “un llamado a la solidaridad y a la responsabilidad ciudadana para salvar miles de vidas”, y advirtieron que es necesario que “todos los habitantes de la provincia de Buenos Aires sepan lo que está pasando en cada hospital provincial y municipal”.
Asimismo, indicaron que se trata de “un momento crítico” porque en los últimos 15 días se multiplicó la cantidad de personas que requirieron hisopados, hicieron consultas o necesitaron internación “de una manera que ni siquiera vimos en todo el año pasado”. Las autoridades sanitarias afirmaron que, a pesar de las mejoras que hubo en el sistema de salud de la provincia, “si los casos siguen subiendo, nada va a alcanzar”.
En Ciudad de Buenos Aires, los principales sanatorios tienen una ocupación de entre el 95% y el 100%. “Esto tiene que ver con el aumento de la positividad de los testeos que ronda el 40 por ciento de casos positivos. Esta segunda ola nos agarra con los sanatorios que ya venían con una ocupación de enfermedades no relacionadas con COVID-19″, señalaron a Infobae desde la Unión Argentina de Salud.
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