Luego de varios tropezones con las vacunas y de todas las promesas incumplidas, el Gobierno argentino decidió firmar contratos parciales con la empresa Sinopharm: primero por 1 millón de dosis y luego por otros 3 millones. El objetivo de esos contratos parciales era “no comprometer las arcas públicas”, según explicó esta semana ante el Congreso un funcionario que trabaja junto a la ministra de Salud Carla Vizzotti. Ese mismo funcionario reconoció que el segundo contrato con la empresa china “venció el 31 de marzo”. Pese a los incumplimientos, el Gobierno sigue negociando con la empresa china para adquirir más vacunas.
El 1 de abril, 24 horas después del vencimiento del contrato, llegaron a Ezeiza 1 millón de dosis de Sinopharm. “Estamos contentos porque con este millón que recibimos hoy vamos a poder continuar avanzando en la vacunación de las personas con alguna condición de riesgo, incluidos los mayores de 60”, dijo Vizzotti ese mismo día.
Esta semana, la funcionaria se cansó de repetir en entrevistas periodísticas, e incluso ante el Congreso, que no hay una fecha confirmada para el próximo vuelo de Aerolíneas. “No les podemos decir ni cuántas ni cuándo”, respondió el miércoles en la comisión de Salud de Diputados ante el bombardeo de preguntas.
Menos de dos días después, el presidente Alberto Fernández vaticinó en una entrevista radial que las dosis comprometidas por China, 2 millones, podrían arribar “en la segunda mitad de abril”. No dio una fecha concreta. Es más, se encargó de aclarar que llegarán “si todo se cumple de acuerdo a los que hemos hablado”.
En la segunda quincena de este mes, siempre según los pronósticos del Presidente, también llegarían más dosis de la vacuna Sputnik V. “El problema para Rusia sigue siendo la alta demanda que tienen en Europa”, dijo una fuente que tiene contacto estrecho con las autoridades rusas.
Además de los esfuerzos diplomáticos por las vías tradicionales, la relación con Rusia sigue teniendo un personaje clave: el cineasta argentino Fernando Sulichin. Según pudo confirmar Infobae, el cineasta estuvo hace dos semanas en Buenos Aires y mantuvo encuentros con allegados al Presidente. Sulichin suele codearse con la estrellas de Hollywood y pero también tiene llegada a líderes mundiales como Vladimir Putin. En su última visita, le contó a uno de sus interlocutores que hizo gestiones para que Bolivia reciba más dosis de la vacuna Sputnik V. No es casualidad: uno de sus hijos se llama “Evo” por el ex presidente de ese país.
Com pasa en otros lugares del mundo, los proveedores de vacunas no solo incumplen los contratos sino que además exigen un pago por adelantado. El 16 de marzo, tal como reveló Infobae, el Gobierno transfirió USD 60 millones a una cuenta bancaria de “Sinopharm International Hong Kong Limited”, a razón de USD 20 por cada dosis. En los registros oficiales, también figura el costo total en pesos: 5.451.000.000.
Para ese entonces, Administración Nacional de Medicamentos (ANMAT) todavía no había aprobado el uso de la vacuna china para los mayores de 60 años. Ahora la situación es distinta. “La ANMAT indicó que la seguridad analizada en el ensayo de Fase III entre el grupo de vacunados y el grupo placebo, resulta con un perfil aceptable y hasta el momento del análisis no hubo eventos adversos inesperados o graves relacionados al producto. La inmunogenicidad correspondiente al grupo etario de mayores de 60 años presenta una cantidad de anticuerpos neutralizantes compatible con el de menores de 59 años”, informó el Ministerio de Salud el 25 de marzo.
Según un informe publicado en la web de esa cartera, la vacuna de Sinopharm tiene una eficacia de 78,89%, siempre y cuando estén aplicadas las dos dosis. No hay datos con una sola dosis.
En su exposición ante la comisión de Salud de Diputados, el martes pasado, Vizzotti volvió a defender la estrategia oficial para comprar vacunas, a la que denomina como “multi proveedores”. “Si hubiéramos firmado con Pfizer, también nos estarían criticando”, respondió con cierta ironía ante una consulta.
La ministra repite donde puede que “Argentina está entre los 20 países que recibieron más dosis”. No es un dato menor, pero no invalida los errores que se cometieron en la negociación.
Cuando llegaron las preguntas sobre los contratos firmados, Vizzotti le cedió la palabra a Mauricio Monsalvo, subsecretario de Gestión Administrativa. “El contrato con Sinopharm está vencido desde el 31 de marzo”, admitió. El dato pasó casi desapercibido para la mayoría de los diputados.
Monsalvo contó que antes de firmar los contratos con Sinopharm se consultaron abogados en China y que hubo largas discusiones sobre algunos de los términos utilizados en el contrato en inglés. Sobre la modalidad elegida agregó: “Era preferible firmar sucesivos contratos para exponer menos las arcas públicas”.
El mismo funcionario también dio precisiones sobre el contrato con AstraZeneca, por un total de 22,4 millones de dosis: “Ya se pagó el 60% y el 40% restante está contemplado que se pague 30 días después de la presentación de la primer factura”.
Pese a los incumplimientos de Sinopharm, el Gobierno sigue negociando de manera sigilosa para adquirir más dosis. “Estamos conversando con todos, incluido Sinopharm”, contestó a este medio una funcionaria del riñón de Vizzotti. El avance de los chinos preocupa, y mucho, al Kremlim. “No quieren perder ninguna cuota del mercado”, advirtió una fuente que tiene trato con la embajada rusa.
Sobre el final de marzo llegaron varios cargamentos y la cifra total de dosis llegó a 7.266.500, pero el avance de la segunda ola y el aumento de los casos puso otra vez en alerta al Gobierno. Infobae reveló ayer que Sinopharm reducirá sus envíos en mayo y que no se descarta una comunicación del jefe de Estado con Xi Jinping para que la compañía china haga un esfuerzo de producción.
Vizzotti dijo el jueves, en una entrevista en A24, que durante el fin de semana se repartirán unas 500 mil dosis en todo el país. Pero no pudo responder sobre la próxima entrega de vacunas. Un día después, Alberto intentó despejar todos los fantasmas con nuevas promesas.
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