Joseph Biden apuesta a la relación bilateral con Alberto Fernández, pese a su salida del Grupo de Lima y a la cercanía que exhibe con Vladimir Putin y Xi Jinping, los dos principales proveedores de vacunas contra el COVID-19 en plena segunda ola de la pandemia. El presidente argentino y su colega de los Estados Unidos comparten idéntica mirada sobre la importancia de la cooperación diplomática en un mundo atravesado por la incertidumbre causada por el coronavirus. Ese es el punto de contacto que vincula a la Casa Rosada con la Casa Blanca.
Biden invitó a Alberto Fernández a una cumbre de Cambio Climático que organiza la administración demócrata, envió al jefe del Comando Sur, Craig Faller, para donar tres hospitales de campaña, y ahora llegará Juan González, su asistente especial para los asuntos geopolíticos de América Latina.
Alberto Fernández almorzará este martes 13 con González -aún no está definido si en Olivos o Balcarce 50-, y se prevé un encuentro con agenda abierta. El Director Principal del Consejo Nacional de Seguridad para el Hemisferio Occidental, tiene una larga experiencia en la región: trabajó con Hillary Clinton y John Kerry, secretarios de Estado durante los dos mandatos de Barack Obama.
A priori, el jefe de Estado y González van a congeniar sin problemas. Los dos consideran -cada cual en su estilo- que Donald Trump fue una catástrofe para la agenda internacional, que es necesario encontrar una salida democrática a la crisis política en Venezuela, que es importante la vigencia del Mercosur y que la cooperación es clave para enfrentar las consecuencias sociales y económicas causadas por el COVID-19.
En este sentido, meses antes de asumir en la Casa Blanca, González escribió lo siguiente en Americas Quaterly: “La visión de Joe Biden para la región está basada en la creencia fundamental de que la promoción de un ´hemisferio seguro, de clase media y democrático´es de enorme interés para la economía y la seguridad nacional de los Estados Unidos. Que los Estados Unidos deben trabajar en colaboración con sus vecinos si quieren ganar la lucha contra la pandemia del COVID-19 y reconstruir la economía estadounidense de una mejor manera que en el pasado. Que en tiempos de gran crisis, el liderazgo democrático y de principios —anclado en el estado de derecho— une a las naciones hacia un propósito común. Que las instituciones multilaterales, bajo el liderazgo adecuado, otorgan a todos una participación en nuestro futuro. Es esa visión, cimentada en la empatía por los que sufren, y una comprensión cabal de los intereses de los Estados Unidos, la que inspirará el enfoque de la administración Biden con respecto a las Américas. No hay necesidad de asumir esto basándose en la fe: existe un extenso historial que señala los valores, ideas e intereses que estarán en el centro de la política de la administración Biden en el hemisferio occidental”.
La agenda de González en Argentina no será un secreto de Estado. Biden está preocupado por el avance de China a nivel global, y como ha ganado terreno en América Latina durante los último años. De hecho, el almirante Faller -jefe del Comando Sur- explicitó esta preocupación en su reunión a solas con Agustín Rossi, ministro de Defensa, y en el reportaje concedido a DEF que reprodujo Infobae.
Además de China, el asesor de Biden abordará con Alberto Fernández la compleja situación en Venezuela. El presidente retiró a la Argentina del Grupo de Lima, no cree que Juan Guaidó sea una pieza clave para terminar con Nicolás Maduro y cuestiona los bloqueos comerciales y financieros que ejecuta Estados Unidos contra el régimen chavista.
El consejero González, a diferencia de Mauricio Claver en la Casa Blanca o Eliott Abrams en el Departamento de Estado durante la gestión de Trump, considera que la crisis en Venezuela no puede resolverse a través de una acción militar encubierta o un putsch palaciego, y ese es un punto de coincidencia con Alberto Fernández.
El Presidente y el enviado de Biden apuestan a una salida pacífica para terminar con la dictadura de Maduro. Y ya es un tema que han conversado Alberto Fernández con el líder demócrata y el canciller Felipe Solá con su su colega del Departamento de Estado, Antony Blinken.
En esa agenda común, Alberto Fernández planteará a González la posibilidad de acceder a las millones de dosis de AstraZeneca que Estados Unidos guarda en Baltimore y Ohio, y la necesidad de contar con el apoyo del Departamento del Tesoro al momento de cerrar la refinanciación de la deuda externa con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
González se irá el miércoles 14 desde Bogotá (Colombia) y al otro día partirá hacia Montevideo (Uruguay). Otro gesto de Biden para demostrar a Alberto Fernández que propone una cercanía diplomática, basada en los intereses comunes, al margen de las diferencias geopolíticas respecto a Venezuela, China y Rusia.
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