Empresarios y sindicalistas de Sanidad llegaron este jueves por la tarde a un acuerdo que permitirá actualizar las remuneraciones de la paritaria acordada en 2020: los trabajadores del sector recibirán un aumento retroactivo al 1° de abril de entre el 15% y el 16%, de acuerdo con el convenio, con lo cual completarán un 36,1% anual.
Se disipa de esta forma la posibilidad de que se reanude el plan de lucha que había iniciado el sindicato hace dos semanas en clínicas, sanatorios, laboratorios y geriátricos, y cuya continuidad generaba preocupación porque iba a coincidir con el aumento de contagios de coronavirus.
La cifra acordada, que es la misma que reclamaba el gremio liderado por Héctor Daer y Carlos West Ocampo, corresponde a la cláusula de revisión del convenio firmado el año pasado y dentro de 45 días deberán comenzar las negociaciones salariales para pactar el aumento de 2021.
Las cámaras empresariales accedieron a otorgar el incremento luego de que el Gobierno aceptó impulsar algunas medidas para aliviar la crítica situación del sector: el PAMI aumentará un 34% el valor de las prestaciones, habrá incrementos para los aranceles en las prepagas y se extenderán hasta fin de año los alcances del decreto 300/20, que redujo en un 95% las contribuciones patronales con destino a la ANSES para los servicios, establecimientos e instituciones relacionadas con la salud.
En las negociaciones tuvo un papel fundamental el ministro de Trabajo, Claudio Moroni, que intervino personalmente para destrabar las negociaciones e impulsar las medidas que necesitaba el sector empresarial para poder otorgar el aumento, que argumentaba no contar con los fondos para mejorar los salarios si el sector financiador no actualizaba los valores que paga por las prestaciones.
De la misma forma, fuentes de la Confederación Unión Argentina de Entidades de Salud (UAS), que preside Claudio Belocopitt, advirtieron que “hace 14 meses que las prepagas tuvieron un aumento del 13,5% mientras la inflación de ese período superó el 36%” y aseguraron que hubo aumentos en medicamentos e insumos que superaron incluso esa cifra y que incluso en algunos casos se incrementaron entre un 500 y un 1500%.
La postura de las cámaras derivó en un plan de lucha dispuesto por la Federación de Trabajadores de la Sanidad Argentina (FATSA) desde el 22 de marzo pasado, que comenzó con asambleas informativas y luego con paros de tres horas por turno que afectó a las clínicas, sanatorios, hospitales privados, laboratorios y geriátricos, aunque se mantuvo la atención de las urgencias.
Por eso el Ministerio de Trabajo dispuso la conciliación obligatoria, que implicó el levantamiento de las medidas de fuerza y el comienzo de 15 días de negociaciones. En la primera audiencia, que se realizó el jueves pasado, las partes tampoco pudieron llegar a un acuerdo porque las medidas de alivio ofrecidas por el Gobierno para los empresarios fueron consideradas insuficientes.
El presidente de la Federación Argentina de Prestadores de Salud (FAPS), José Sánchez, afirmó a Infobae que las medidas de alivio para el sector empleador que dispuso el Gobierno “ponen a a los prestadores en un equilibrio inestable, pero equilibrio al fin”.
Destacó que “todo el mundo entendió la importancia del sector prestador en una pandemia y los trabajadores de salud se merecen el aumento porque le han puesto el pecho a la situación tan difícil y es admirable lo que están haciendo en estas circunstancias”.
“Por suerte, además, aumentó el ritmo de vacunación, así que con eso también tendremos un poco de alivio a pesar de la etapa que estamos pasando en la pandemia”, agregó Sánchez.
De todas formas, lo que se acordó completó la paritaria 2020. El convenio 2020 vencerá en junio, por lo que dentro de 45 días comenzarán las nuevas negociaciones salariales para este año.
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