Luego de una jornada en donde el oficialismo y la oposición se cruzaron mensajes de desmentidas respecto al llamado de una reunión en la Cámara de Diputados para discutir la realización de las elecciones primarias abiertas y obligatorias (PASO), finalmente las partes están reunidas desde las 19 en el despacho del titular de la cámara, Sergio Massa.
Del encuentro participan, por el oficialismo, Massa, el ministro del Interior, Eduardo “Wado” De Pedro, y las diputadas Cecilia Moreau y Cristina Álvarez Rodríguez. Por la oposición están Cristian Ritondo (PRO), Mario Negri (UCR) y Juan Manuel López (Coalición Cívica).
Los funcionarios están analizando el cronograma electoral vigente en el marco de la situación sanitaria actual. “Venimos a cumplir con la invitación de los distintos bloques con el objetivo, tal como nos indicó el presidente Alberto Fernández, de dialogar con todos los sectores con la prioridad puesta en la salud”, indicó De Pedro antes de llegar al Congreso.
Aunque a principios de semana la expectativa era la de un encuentro en buenos términos y con una posibilidad cierta de posponer las PASO programadas para el 8 de agosto, en los últimos dos días se enrareció el clima y las perspectivas no son tan buenas para el oficialismo.
“No se observa un marco de confianza propicio para acordar con el Frente de Todos. Massa piensa algo muy distinto al Ministro del Interior y a Máximo Kirchner sobre las elecciones PASO. ¿Sobre qué base política se podría acordar algún cambio en la ley electoral si hay posiciones tan disímiles en el oficialismo?”, explicó una fuente de Juntos por el Cambio previo al cónclave.
A pesar de esta crítica, los presidentes de cada uno de los bloques confirmaron su asistencia a la reunión para escuchar a De Pedro. Pero, de todas formas, advirtieron que le pedirán “garantías de que el propio oficialismo está ordenado para iniciar cualquier ronda de consulta”.
La pregunta que surge en este contexto es cuáles serían las garantías que conformarían al bloque de Juntos por el Cambio, y desde la oposición señalaron que una de ellas podría ser que el Presidente se involucre y envíe una ley para postergar cuatro semanas las PASO y las generales. Y explicaron que otra posibilidad sería que Máximo Kirchner, Massa y diputados que responden a los gobernadores presenten una ley en este estricto sentido. “De este modo todo el FdT demostraría estar ordenado”, coincidieron.
Las exigencias de Juntos por el Cambio de una ley incluye también que sea del oficialismo de manera exclusiva. Esto es porque hay un proyecto en trámite legislativo presentado por los diputados radicales Carla Carrizo y Emiliano Yacobitti. “El proyecto tiene que ser del oficialismo para que quede manifiesta la intención de respetar un acuerdo”.
Pero Juntos por el Cambio se sentó en la reunión con una posición de fuerza y no solo exige un proyecto del oficialismo para mover la fecha -no suspender- de las PASO, sino que también pretende avanzar en otras líneas ya que, según confiaron desde el interbloque, se “evalúa sumar mejoras a la discusión, como por ejemplo el uso de la boleta única”. Esta postura, que no estaba presente hace una semana, fue una idea que se consensuó como exigencia en la cumbre presencial de Juntos por el Cambio del martes pasado.
A partir de esto, de las exigencias y del nivel de desconfianza, aquellos que siguen de cerca la discusión señalan que el clima “no es el mejor” para lograr un acuerdo que postergue las elecciones abiertas y simultaneas como máximo cuatro semanas.
“No es tan sencillo el camino que queda por recorrer. No es razonable esperar que mañana se anuncie algo”, repiten desde el entorno de los jefes de los bloques de la oposición. El tiempo corre y el oficialismo cuenta con poco más de treinta días para poder modificar las fechas del calendario electoral, que hasta ahora está previsto en el 8 de agosto para las PASO y las elecciones generales el 24 de octubre.
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