Tras el anuncio de Alberto Fernández de nuevas restricciones que regirán a nivel nacional para contener el fuerte aumento de los contagios de coronavirus, desde el Gobierno porteño adelantaron que, a pesar de no coincidir con algunos puntos particulares, se plegarán a las medidas.
“Podemos no estar de acuerdo con la restricción a la circulación, pero hay que acatar”, explicaron a Infobae fuentes cercanas al jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta.
En ese sentido, en la sede de Uspallata descartaron por completo la posibilidad de recurrir a la Justicia, algo que se había barajado luego de que la Casa Rosada diera por terminada este martes la negociación sobre las eventuales medidas.
En la mesa chica de Rodríguez Larreta vieron con buenos ojos que bares, restaurantes y teatros puedan estar abiertos hasta las 23. “Hubiésemos preferido que sea a las 0, pero no está mal tampoco”, dijo a Infobae uno de los hombres de confianza del alcalde.
En medio de un clima de fuerte hermetismo, en el Gobierno porteño reconocieron que lo anunciado “está muy cerca” de lo que se venía conversando con Nación y Provincia y destacaron que es algo “mucho mejor que el toque de queda a las 22 que querían implementar originalmente”. No obstante, dejaron entrever su malestar por la decisión de restringir completamente la circulación entre las 0 y las 6.
Este jueves por la mañana, Horacio Rodríguez Larreta brindará una conferencia de prensa para sentar la posición oficial del distrito, tras analizar la letra chica del decreto de necesidad y urgencia que se publicará esta noche. Se estima que seguirá poniendo el foco en la importancia de aumentar los testeos y de avanzar con el plan de vacunación para los grupos de riesgo.
Durante los últimos días, las reuniones entre funcionarios de la Casa Rosada y del Gobierno porteño se sucedieron con la esperanza de llegar a un acuerdo sobre las medidas a implementar para frenar la segunda ola. Ambas administraciones coincidían en la gravedad de la situación epidemiológica, pero no en la metodología para enfrentar el problema.
Rodríguez Larreta se había mostrado muy firme en su objetivo de “cuidar primordialmente la educación presencial” y, en segundo lugar, la actividad económica. La primera cuestión quedó resuelta durante el encuentro virtual entre Alberto Fernández y Rodríguez Larreta del sábado pasado: las escuelas seguirán abiertas.
Sin embargo, las diferencias se mantuvieron respecto a cómo proteger la actividad económica. En un principio, el gobierno nacional se mostró más receptivo a los pedidos de la administración de Axel Kicillof, que planteaba la necesidad de cerrar las actividades a las 22. Desde la Ciudad argumentaron que las 0 sería una mejor hora límite. Finalmente, Alberto Fernández optó por una solución salomónica y fijó el “toque de queda” a las 23.
Por su parte, con respecto al transporte público, en el AMBA sólo podrán utilizarlo trabajadores considerados esenciales, toda la comunidad educativa y aquellos que ya fueron expresamente autorizados.
En plena segunda ola, la Ciudad de Buenos Aires registró este miércoles 2.480 nuevos contagios en 24 horas, una cifra alarmante comparable con los picos del año pasado.
Durante el mensaje grabado que emitió desde Olivos, Alberto Fernández sostuvo: “No me gusta que se haga política con la pandemia. Lo cierto es que el relajamiento social continuó en los últimos días y el virus está volviendo con vigor”.
Y agregó: “El compromiso que debemos tener es avanzar con la vacunación para reducir los contagios. Lo que suceda dependerá de las medidas que tomemos para detener el aumento de los contagios”.
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