El pasado 30 de marzo Infobae daba cuenta de la renovada inquietud que la Asociación de Prácticos de la República Argentina elevó ante las máximas autoridades del Poder Ejecutivo Nacional respecto al modo en que el Ministerio de Salud de la Nación maneja la cuestión sanitaria en todo el sistema fluvial, portuario y marítimo del país. “Los prácticos somos los primeros ciudadanos argentinos que subimos a buques extranjeros con tripulaciones desconocidas y confiando solamente en una declaración jurada suscripta por el capitán de cada nave indicando que no hay contagiados a bordo. Son reiterados los casos constatados en los que esa declaración terminó siendo desvirtuada por la realidad”, indicaron a este medio.
En forma concurrente con el reclamo de estos profesionales, gremios representativos del personal de la Marina Mercante plantearon ante las autoridades pertinentes del Ministerio de Transportes que conduce el massista Claudio Meoni distintas solicitudes tendientes a lograr el status de “personal de riesgo” y de esta forma obtener alguna prioridad para recibir la vacuna contra el COVID-19.
La petición, llevada adelante en principio por el Centro de Capitanes de Ultramar y Oficiales de la Marina Mercante y por el Sindicato Obreros Marítimos Unidos (SOMU), recibió no solo una acogida favorable en lo formal por parte del ministerio, sino que dio origen a la elevación a Vizzotti de un reclamo formal y oficial -expediente electrónico n° “EX-2021-20353166- -APN-JST#MTR”- en el cual se brinda un pormenorizado detalle de los motivos y circunstancias que avalan la petición de los profesionales del mar.
“Como funcionario me extraña que un documento emitido hace ya varias semanas aún no haya merecido respuesta por parte del área de Salud. Aquí no solo está en juego la seguridad de los prácticos. Personal de la pesca, de la navegación fluvial y marítima y trabajadores portuarios están altamente expuestos y si bien hay protocolos más o menos estrictos todos los días tenemos bajas por contagios de COVID-19″, aseguró a Infobae uno de los responsables de la confección del reclamo administrativo interno.
Por otra parte, el Capitán Jorge Bianchi, directivo del Centro de Patrones y Oficiales Fluviales, de Pesca y Cabotaje Marítimo, expresó, en diálogo telefónico con Infobae: “El comunicado de los capitanes de buques de ultramar expresa lo que estamos planeando hacer como declaración conjunta de todos los gremios del sector, si bien el documento dado a conocer en el día de hoy fue suscripto solo por el capitán de Ultramar Marcos Castro - titular del centro de capitanes-, el texto refleja acabadamente el sentir de todos los trabajadores marítimos, fluviales y del sector pesquero”
Infobae requirió reiteradamente la opinión de la ministra Carla Vizzotti sobre la pretensión de la gente de mar, pero si bien desde su oficina de prensa se manifestó que la funcionaria daría una declaración al respecto, hasta el momento ello no ha sucedido.
El grueso de los sindicatos marítimos integran la FEMPINRA (Federación Marítima Portuaria y de la Industria Naval de la República Argentina) que conduce el dirigente moyanista Juan Carlos Schmid. Hace pocos días y en forma reservada fue el propio Hugo Moyano quien le solicitó al Presidente Alberto Fernández un apoyo concreto a la vacunación de marinos a la que además sumó a pilotos y auxiliares de vuelo, como así también a camioneros que realicen transporte internacional de mercadería.
Con fecha 25 de marzo, la OMI (Organización Marítima Internacional, dependiente de Naciones Unidas), junto a las también agencias oficiales del máximo organismo internacional OIT, OMS, OIM y OACI reiteraron la recomendación esbozada en noviembre de 2020 respecto a la necesidad de que todo el personal involucrado en el transporte internacional de mercancías o personas esté debidamente vacunado a efectos de evitar transformarlos en vector de propagación del virus y en resguardo de su propia integridad física.
En este sentido, uno de los especialistas marítimos que dialogó con Infobae resumió así la situación actual: “Cuando arrancó la pandemia los esfuerzos oficiales estuvieron mayormente centrados en el transporte aéreo y terrestre. Mientras se controlaban aeropuertos y cerraban rutas, los puertos siguieron a abiertos a la llegada de mercaderías y pasajeros hasta que el descontrol demostrado en Tierra del Fuego, cuando se permitió el descenso de centenares de pasajeros de un mega crucero que luego debió ser aislado en altamar por presentar un importante número de infectados por COVID-19, hizo tomar conciencia de la gravedad de la situación. A partir de allí se aplicaron protocolos más o menos serios para el resguardo sanitario en las terminales portuarias y entre otras cosas se dispuso el control sanitario de las naves extranjeras antes de su ingreso a puerto. Con el cambio de autoridades en el Ministerio de Salud todo fue dejado de lado al punto que es común el arribo de buques procedentes de Brasil con tripulantes infectados, tal como ocurre en el presente con el carguero “Hellas Némesis” aislado en el Puerto de San Lorenzo”.
Tanto los gremialistas consultados como las autoridades del Ministerio de Transportes, confían en que desde la cartera de Salud se ofrecerá alguna solución al planteo sindical ya que, de producirse una medida de fuerza general, el comercio exterior nacional y el abastecimiento interno de combustibles quedarían paralizados sin que el Ministerio de Trabajo pueda dictar una conciliación obligatoria ya que no se estaría en presencia de un conflicto salarial sino de una cuestión sanitaria no atendida por el Estado Nacional.
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