El gobierno de la Ciudad de Buenos Aires cree que aún no es momento de adoptar nuevas medidas restrictivas frente al aumento de casos de coronavirus. Ésa será la posición que llevará mañana Horacio Rodríguez Larreta al encuentro que tiene agendado con el presidente Alberto Frenández en la Quinta Presidencial de Olivos, según adelantó este viernes el jefe de gabinete porteño Felipe Miguel.
“Nosotros en la ciudad no estamos tomando ninguna medida de restricción. Existen algunas medidas que restringen algunas actividades todavía y algunas otras medidas que a través de protocolos provocan algunas limitaciones. Pero por encima de eso no vemos que sea necesario tomar alguna medida adicional”, planteó Miguel en diálogo con Eduardo Feinmann en radio Rivadavia.
Si bien la toma de decisiones en pandemia es dinámica y cambia día a día, el funcionario de la administración porteña resaltó que la ocupación de camas no ha crecido en la misma magnitud que los casos positivos, lo que le da a la Capital Federal la posibilidad de volver a enfocarse en las medidas de prevención sin tener que avanzar con nuevas restricciones.
Hoy el plan de acción de la Capital Federal se resume en cuatro ejes: vacunación (tiene capacidad para aplicar hasta 40 mil dosis por día en caso de ser necesario), prevención (focaliza en que la ciudadanía vuelva a cumplir con las recomendaciones luego de semanas de relajamiento), protocolos para la actividad comercial y rastreo, testeo y aislamiento de casos positivos.
“Nosotros estamos haciendo todo este esfuerzo para preservar nuestra prioridad número 1, que es la educación presencial. Vamos a hacer todo el esfuerzo para sostener las clases. Y la segunda prioridad es el trabajo, sostener el empleo. El 2020 fue durísimo y recién estamos empezando a levantar cabeza”, completó Miguel.
De las cifras analizadas por la Unidad de Datos de Infobae se desprende que en los últimos 19 días, la suba del promedio semanal de nuevos casos por día fue del 88 por ciento. Este ritmo de crecimiento contrasta con la velocidad del ritmo de vacunación, que depende de la fabricación y disponibilidad de vacunas de los laboratorios y gobiernos con los que el Gobierno hizo acuerdos de compra. El Ejecutivo Nacional acrecentó las gestiones para apurar la llegada de más vacunas ante una segunda ola que, según las autoridades y expertos, ya está comenzado en el país. Ayer arribaron un millón de dosis de Sinopharm provenientes de China, que forman parte de los 3 millones que ya pagó el Ministerio de Salud, y hoy aterrizan en Ezeiza otras 500.000 de Sputnik V embarcadas en Rusia.
Convocar a una reunión con Larreta estaba en el horizonte del Presidente desde la semana pasada. Cuando empezó a vislumbrarse una inclinación positiva más rápida en la curva de contagios, Alberto Fernández conversó esa posibilidad con su círculo íntimo y algunos funcionarios se la transmitieron informalmente a sus pares porteños. En principio era un plan posterior a Semana Santa, pero entre el martes y el miércoles el Presidente decidió adelantar la convocatoria. Alarmado por el fuerte aumento de casos en pocos días, le pidió uno de sus hombres de máxima confianza, el secretario General de Presidencia, Julio Vitobello, que llevase a cabo las gestiones.
La intención inicial del Presidente era realizar una cumbre tripartita con el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, y así lo transmitió Vitobello, pero el gobierno porteño se mostró reticente y solo aceptó un encuentro bilateral. “No es el momento”, dijo una alta fuente porteña ante una consulta de Infobae sobre los motivos del rechazo a la presencia de las autoridades bonaerenses. En Uspallata tienen presentes los pases de factura que hizo el año pasado el gobierno provincial a través del ministro de Salud local, Daniel Gollán, respecto de la “importación” de casos desde el otro lado de la General Paz. Además, en términos sanitarios, en la Ciudad creen que coordinar políticas con la Provincia no se presenta como una medida estrictamente “necesaria”, ahora.
Alberto Fernández aceptó el reparo y excluyó a Kicillof de la convocatoria. Según pudo saber Infobae, en el Gobierno hay incomodidad con la Provincia en la postura sanitaria. La Nación recibe presiones desde la administración bonaerense, desde donde el ministro Gollán sugiere públicamente restricciones más severas y mantiene un discurso de mayor alerta que su par nacional, Carla Vizzotti, que sigue la línea más moderada exigida por el Presidente. El miércoles, el viceministro bonaerense, Nicolás Kreplak, mostró un video de turistas yendo a la costa argentina por Semana Santa y pidió “reforzar al máximo los cuidados”. “Los casos escalan a una velocidad nunca vista hasta el momento. El sistema de salud tiene un límite”, dijo.