Raúl –se preserva su apellido–, un argentino que se encuentra en los Estados Unidos y tenía pasajes para regresar a la Argentina en los próximos días, recibió esta mañana una comunicación sorpresiva de parte de su compañía aérea. Su vuelo será reprogramado porque el país de destino, en este caso su tierra natal, decidió reducir las frecuencias aéreas por el aumento de casos de coronavirus.
Sabía que el Gobierno había prohibido viajes a Brasil, Chile y México. Y que la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC) había reorganizado los aterrizajes para generar una ventana temporal entre vuelo y vuelo que les permitiera a las autoridades sanitarias cumplir con testeos y protocolos vigentes. Pero no había escuchado nada sobre la suspensión de operaciones con los Estados Unidos y por eso llamó a la compañía. Del otro lado del teléfono, escuchó la siguiente explicación: “La Argentina nos comunicó que solo permitirá cuatro aterrizajes por día en el Aeropuerto de Ezeiza y estamos trabajando para reorganizar todos los vuelos que teníamos programados”.
En rigor, la decisión de la administración de Alberto Fernández no es secreta, pero prácticamente no trascendió. Hace dos días, el ministro de Transporte, Mario Meoni, lo anunció durante una recorrida por el Aeropuerto de Ezeiza en el inicio de controles más estrictos: “Planificamos un sistema de restricción de vuelos de manera gradual, estamos reduciendo frecuencias hasta llegar a 4 diarias a mediados de abril”.
Sus dichos se apoyan en un artículo de la resolución administrativa 219/21, que habilita a la ANAC a reducir las frecuencias en el marco de la segunda ola de la pandemia de coronavirus. A partir de que se publicó la norma en el Boletín Oficial, los casos positivos de coronavirus no dejaron de aumentar. Y por tal motivo las autoridades ya empezaron a tomar decisiones destinadas a restringir la circulación de personas. De hecho, en las próximas horas habrá una reunión entre Alberto Fernández y Horacio Rodríguez Larreta para analizar nuevas medidas.
Esa norma prevé además un tope máximo de ingreso y egreso al país en vuelos aerocomerciales internacionales de 2.000 personas por día. Sobre esa base, se establecerá un “flujo decreciente y gradual” de pasajeros. El argumento principal es lograr un espacio adecuado entre cada operación para garantizar la realización de los controles.
“No se han cortado los vuelos, lo que se hace es restringir la cantidad. Teníamos 18 frecuencias diarias hace una semana, ahora estamos en 11 y seguramente la semana que viene bajaremos a siete frecuencias diarias y así paulatinamente hasta llegar a 4, 5 o 6 frecuencias diarias si es necesario”, dijo Meoni durante su visita a uno de los pocos puntos de ingreso a la Argentina que continúan abiertos.
Y agregó: “La frecuencia está programada para que a finales o mediados de abril estemos en 4 frecuencia diarias, esa va a ser la totalidad incluyendo los destinos regionales, Europa, EEUU y la conectividad con Asia. Hay dos empresas que vuelan desde Asia que van a pasar a tener frecuencia cada 15 días. Esto será hasta que la situación sanitaria establezca que es posible volver a un nivel de frecuencia diferente”.
La reducción de arribos comenzó a reflejarse notoriamente la semana pasada en Ezeiza. Fuentes aeronáuticas informaron a Infobae que el 21 de marzo llegaron 20 vuelos; el 25 de marzo, 14; el 28 de marzo 12 y el 30 de marzo, 6. Ayer, 31 de marzo, hubo 10 aterrizajes. Y la decisión política es acelerar ese proceso para llegar cuanto antes al promedio de 4 operaciones que anunció Meoni.
Las compañías aéreas ya tomaron nota. Aerolíneas Argentinas, que suele tener 11 conexiones semanales entre Buenos Aires y Miami, bajó a 3. Algo similar empezaron a hacer American Airlines y United, que aplicaron fuertes reducciones en la cantidad de operaciones que involucran al aeropuerto de Ezeiza.
El recorte de frecuencias suma complicaciones para argentinos que viajaron a países que hasta la semana pasada no eran considerados una amenaza por las autoridades argentinas. Fuentes corporativas consultadas por este medio aseguraron que entienden las medidas de precaución adoptadas frente a países donde hay circulación comunitaria de las cepas más contagiosas de coronavirus, pero no con respecto a naciones que empiezan a dejar atrás el virus con campañas de vacunación exitosas. Por ejemplo, este jueves se confirmó que Estados Unidos ya inmunizó a más de 100 millones de personas. Y no son pocos los argentinos que viajan por estos días a ese país para poder vacunarse.
A la par, continúan vigentes estrictos controles para los viajeros, que en algunos casos son hisopados tres veces, deben firmar una declaración jurada y realizar cuarentena.