El gobierno de la provincia de Buenos Aires espera definiciones de Nación que impacten tanto en territorio bonaerense como en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Ayer miércoles, Kicillof conversó con el presidente Alberto Fernández y el jefe de Gobierno Horacio Rodríguez Larreta luego de conocerse la cifra de más de 16 mil contagios en todo el país, de los cuales 8.063 correspondían al territorio bonaerense y 1.707 al porteño.
La intención de la administración bonaerense es que Nación defina políticas similares a las que se aplicaron en el pico de contagio 2020 y que la Ciudad también se pliegue. “Si no es nacional y consensuado entre las tres administraciones, no va a funcionar”, explican cerca del gobernador. Agregan que “si no hay controles, no sirve”.
El gobierno provincial estudia la situación epidemiológica aunque no tomaría decisiones en las próximas horas hasta tanto no se sepa qué harán la Ciudad y Nación. Por lo pronto, ya rigen desde esta semana las restricciones horarias para la nocturnidad y la prohibición de reuniones sociales de más de diez personas en 110 municipios.
Según confirmaron fuentes de la gobernación a Infobae, Kicillof, en principio, no participaría del encuentro a realizarse entre Fernández y Rodríguez Larreta el próximo sábado por la mañana en la residencia de Olivos.
Este jueves temprano, el ministro de Salud bonaerense, Daniel Gollan, había dicho en Radio del Plata que le gustaría que las decisiones a tomar sean “con medidas nacionales”.
“Va a haber que dictar de base medidas nacionales y después cada jurisdicción se adecuará como se hizo el año pasado”, agregó Gollan. De esta forma, nuevamente, el responsable sanitario de la Provincia vuelve a adelantar la hoja de ruta, algo similar a lo que ocurrió cuando explicó que se trabajaba en el cierre de las fronteras para evitar la llegada de nuevas variantes de coronavirus.
En CABA la postura parece diferente del análisis que hacen en La Plata. Como contó Infobae, en el gobierno de Rodríguez Larreta creen que tienen margen para una gestión más independiente. Consideran que el mayor conocimiento científico del coronavirus y su forma de transmisión, el mayor grado de infraestructura sanitario en el ámbito porteño y la experiencia en la articulación de los procesos de testeo, cuidados, protocolos y control les dan un margen de autonomía.
Para la provincia de Buenos Aires las medidas a tomar deben impactar de igual forma en la jurisdicción bonaerense y porteña al mismo tiempo.
Por su parte, el viceministro de Salud bonaerense, Nicolás Kreplak, expresó este jueves en declaraciones a Radio Provincia: ”Tenemos que articular entre todos –Nación, Provincia y Ciudad– desde las posibilidades más drásticas hasta intermedias, pero tenemos que tomar decisiones; si con esto no alcanza, iremos tomando más medidas”.
El jefe de Gabinete bonaerense, Carlos Bianco, adelantó que el gobierno provincial volvió a analizar qué actividades se permitían en fase 3, porque si los casos siguen en aumento (de la semana del 15 de marzo a la del 29 los contagios crecieron en un 32%) dicha instancia de restricciones podría volver, aunque con algunos retoques.
La premisa es apuntar específicamente a las actividades de recreación, no así a actividades productivas que en la fase 3 no estaban permitidas y que ahora con un eventual regreso a fase 3 continuarían con fuertes protocolos, como por ejemplo la gastronomía.
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