Luego de la conversación informal entre el oficialismo y parte de la oposición de este martes en Casa Rosada y la convocatoria a un almuerzo de trabajo para avanzar con la discusión de modificar la fecha de las elecciones Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias ante el aumento exponencial de casos positivos de coronavirus, en la provincia de Buenos Aires esperan los pasos a seguir a nivel nacional para mover en el mismo camino. Todo está a tiro de la firma del gobernador Axel Kicillof.
Sucede que la provincia de Buenos Aires tiene su propia ley para ordenar las PASO. En dicha normativa -ley 14086- se establece que “cuando el Poder Ejecutivo Nacional convoque a elecciones primarias nacionales, para Presidente y Vice y/o Parlamentarios del MERCOSUR y/o Diputados Nacionales y/o Convencionales Constituyentes, la fecha de realización de las elecciones Primarias obligatorias y simultáneas provinciales se realizarán el mismo día”, y en este caso es Kicillof quien debe hacer la convocatoria a través de un decreto.
Cerca del gobernador explican que “seguramente” si Nación decide posponer las Primarias en la provincia de mayor peso electoral -y que cuenta con un padrón electoral de más de 13 millones de personas habilitadas para votar- se buscará ir por el mismo camino a través de un decreto. Mientras, siguen mirando la cuestión epidemiológica porque la voz de Kicillof tendrá peso en las decisiones que se alcancen en el plano nacional.
En declaraciones realizadas desde la localidad de Mercedes donde se entregaron 556 títulos de propiedad, el mandatario dijo que “hay que supeditar el calendario electoral a la realidad, que es la pandemia”.
En el carril político las posiciones se empiezan a explicitar. Un referente de peso en la oposición bonaerense explicó a Infobae que en las próximas semanas Juntos por el Cambio empezará a ver “qué posición tomamos”, aunque admitió que podría no haber problemas en caso de postergar un mes los comicios. La pelea también es discursiva. En una parte de Juntos por el Cambio creen que si no acompañan la dilación de las PASO, el oficialismo podría endilgarle la falta de empatía ante la frágil situación de contagios en la segunda ola del coronavirus y de exponer a la población a un riesgo masivo de contagio.
El ala más dura de la oposición que encabeza la presidenta del PRO, Patricia Bullrich, ya plantó bandera para no avanzar con un corrimiento de la fecha para las PASO que hasta el momento se realizarían el 8 de agosto.
La ministra de Gobierno bonaerense, María Teresa García, sostuvo este miércoles en declaraciones a FM Delta: “Tiene que haber ya un instrumento legislativo que prevea que si en agosto no estamos bien, tiene que haber una postergación, nadie está hablando de eliminación, sí de postergación. Hay que empezar a tomarlo por estos días porque en abril comienza a funcionar el cronograma electoral al menos en la Provincia de Buenos Aires”. Al ser la ministra de Gobierno, García tendrá en su órbita parte de la logística de las elecciones en territorio bonaerense.
Asimismo, García le recordó a la Unión Cívica Radical que por la pandemia el partido tuvo que postergar las elecciones internas en el ámbito bonaerense que se iban realizar el 11 de octubre del 2020 y terminaron haciéndose el 21 de marzo último.
Algunos intendentes bonaerenses del oficialismo también salieron a pedir la postergación de las PASO. “Estoy absolutamente de acuerdo”, dijo el jefe comunal de Berazategui, Juan José Mussi este miércoles cuando se lo consultó en Radio Provincia sobre la posibilidad de que se realicen en septiembre.
El argumento de la cuestión epidemiológica también había sido uno de los puntos que el intendente de Esteban Echevarría, Fernado Gray, había interpuesto ante el juez electoral Alejo Ramos Padilla para pedir la suspensión al llamado a elecciones internas para el Partido Justicialista bonaerense.
A Axel Kicillof no le gusta sumergirse en la llamada rosca política. Por eso hasta el momento no ha hecho un posicionamiento claro sobre qué hacer con las PASO y siempre suele correrse de ese lugar diciendo que implica un amplio acuerdo con todas las fuerzas políticas y que deberá evaluar para ese momento (en este caso sería el mes abril) cómo está la curva de contagios y el ritmo de vacunación.
SEGUIR LEYENDO: