El diputado José Luis Ramón anunció este martes que presentará un proyecto de ley para llamar a una consulta popular no vinculante en la provincia de Mendoza luego de que el ex gobernador de esa provincia, Alfredo Cornejo, volvió a ratificar la idea de plantear una independencia de la Argentina.
Concretamente, el diputado mendocino y presidente de Protectora Fuerza Pública pide que en las próximas elecciones provinciales se vote entre dos opciones: “Ser argentino” y “Dejar de ser”. “Pretendemos tener al fin la conclusión del pueblo de nuestra provincia al respecto de las ideas separatistas de Cornejo y compañía”, aseguró Ramón a través de un comunicado. Y agrega: “Nuestra fuerza está convencida de que el ser mendocino es una identidad por sí misma, pero que se contiene sobre las bases del patriotismo nacional”.
En el comunicado, donde menciona dos veces a Cornejo, Ramón sostuvo que “quienes deben dirimir si Mendoza es argentina o no, debe ser el pueblo mendocino”. “Los dueños de la provincia tienen que dejar de hablar por la ciudadanía de a pie y enfrentarse a la decisión que tome el pueblo soberano”, finalizó en alusión al titular de la UCR.
A mediados del año pasado, el ex gobernador de Mendoza y actual presidente de la UCR, Alfredo Cornejo, dijo que su provincia tiene que considerar “seriamente su autonomía” al afirmar que el Gobierno busca “perjudicarla”. Fue en el marco de un reclamo por la megaobra pública Portezuelo del Viento.
Ese proyecto es la mayor obra de ingeniería eléctrica que se instalaría en Mendoza, con una capacidad de generación prevista de 210 MW, y está emplazada sobre el río Grande, el más caudaloso de la provincia, cuyo recorrido atraviesa las provincias de Buenos Aires, La Pampa, Río Negro y Neuquén.
Según las reglas del Comité Interjurisdiccional del Río Colorado (Coirco), si las propuestas no tienen unanimidad de todos los integrantes, es el Poder Ejecutivo el que dirime en condición de árbitro, en este caso el propio presidente Alberto Fernández, con la pronunciación de un laudo.
La decisión del Gobierno fue en dirección contraria al laudo decretado en 2018, cuando el presidente Mauricio Macri autorizó la construcción de la central hidroeléctrica. Por ese entonces, La Pampa demandó ante la Corte Suprema para que se anule lo resuelto por Macri, pero el litigio no prosperó y el máximo tribunal no habilitó el reclamo.
Con el recambio de gobierno, los gobernadores de Río Negro, Neuquén y de la provincia de Buenos Aires apoyaron los reclamos históricos de La Pampa, para que se vuelva a auditar el proyecto hidroeléctrico. Ya había existido un informe de impacto ambiental realizado por la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) y la Universidad Nacional del Litoral, y que fue aprobado por el Coirco en marzo de 2019.
Cornejo se animó incluso a coquetear con apoyar a una especie de #MendoExit, como ocurrió con el Reino Unido con la Unión Europea, al afirmar que la región “tiene todo para vivir como un país independiente”.
Cuando empezó el conflicto, el titular de la UCR aseguró que la demora de la obra fue impulsada por el Gobierno nacional, que “lo hace por maldad” y con el único objetivo de “perjudicar a Mendoza” ya que “enderezó a tres provincias para que votaran distinto a lo que habían votado antes”.
En las últimas horas, en una entrevista con Perfil radio, Cornejo ratificó su postura: “Hay un movimiento en Mendoza y Córdoba. Son dirigentes del sector privado que creen que la Argentina los contagia, que de nada vale hacer las cosas bien en las provincias porque las condiciones macroeconómicas se imponen. En ese contexto, hay gente que plantea autonomizarse”, dijo.
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