Cuáles son los números en rojo de las obras sociales que pusieron en alerta a la CGT y hacen peligrar la atención médica de 14 millones de personas

Mientras aún no logró hablar con la ministra Carla Vizzotti, la central obrera teme por la combinación de gastos en alza, un déficit mensual que crece y problemas de financiamiento del sistema sindical de salud. Hay 35 obras sociales que el Gobierno tiene en la mira y considera insostenibles

Guardar
La cúpula de la CGT aún no pudo ver a la ministra Carla Vizzotti para hablar sobre la crisis de las obras sociales
La cúpula de la CGT aún no pudo ver a la ministra Carla Vizzotti para hablar sobre la crisis de las obras sociales

El sindicalismo está al borde de un ataque de nervios: en un escenario de plena pandemia, la segunda ola de COVID-19 que se perfila y pocas vacunas, las obras sociales están en una situación crítica, con gastos en alza, un déficit mensual que crece y problemas de financiamiento que no se solucionan. Incluso el Gobierno tiene en la mira a unas 35 de esas entidades porque son insostenibles.

Mientras, la misma CGT que se quejaba de cierta indiferencia por parte de Ginés González García ante estos temas, aún no consiguió una audiencia con la ministra de Salud, Carla Vizzotti, quien asumió ya hace un mes, para analizar alternativas que alivien la situación del sistema sindical de salud.

Los números que se manejan en la central obrera, y que circulan entre los principales dirigentes, son altamente preocupantes: el Fondo Solidario de Redistribución (FDS), el corazón del sistema, que se nutre del aporte mensual de trabajadores y contribuciones patronales para financiar los reintegros de las prestaciones de alta complejidad y medicamentos costosos, recaudó en 2020 unos $64.000 millones, pero, en el mismo período, gastó $79.000 millones para pagar subsidios y reintegros.

El déficit del FSD ascendió a más de $15.000 millones en 2020, con egresos que superan a los ingresos en un 20% (una situación que se repite desde 2017), y para este año se estima que será de $20.000 millones, e incluso podría ser finalmente de $31.000 millones si el Gobierno concreta un aumento del 30% para las prestaciones por discapacidad, que tienen una alta incidencia en el gasto total (y elevaría el déficit mensual de $1.500 millones a $2.600 millones).

El sistema de obras sociales atraviesa una crisis profunda que se va agravando
El sistema de obras sociales atraviesa una crisis profunda que se va agravando

El mayor porcentaje de los gastos del sistema de obras sociales (casi un 37%) corresponde al pago del rubro discapacidad (rehabilitación, tratamientos, educación y transporte), que en 2020 representó unos $28.700 millones. A través del programa oficial llamado Integración se pagan las prestaciones básicas para beneficiarios con discapacidad mediante dinero que provienen del FDS.

Los dirigentes gremiales alertan que el gasto en este sector estaba dirigido en 2017 a 54.086 personas y que hoy llega a 91.906. Y con un gasto real que pasó de $6.900 millones en 2017 a $28.752 millones en 2020 (lo que representa un crecimiento de más del 400%). El gasto promedio por beneficiario con discapacidad financiado desde el FSD es de 36.000 pesos (en junio 2020) y el 50% de esa cifra es para educación y transporte (unos 1200 millones de pesos por mes).

Del FDS también surge la plata para pagar los subsidios automáticos correspondientes a los programas SUMA, SANO y SUMA 65, dirigidos a financiar las prestaciones de los mayores de 65 años (unos 350.000 jubilados que no están en el PAMI) y de los monotributistas (2 millones de personas). Este rubro representa un 33% del gasto total y el año pasado ascendió a $26.200 millones.

Por otra parte, la Superintendencia de Servicios de Salud tenía una deuda en enero de 2021 de $9.150 millone en concepto de expedientes analizados y solicitudes presentadas para reintegros por tratamientos de alta complejidad a través del SUR (Sistema Único de Reintegros), que equivale a un 31% del gasto total y que alcanzó $24.190 millones en 2020. La deuda proyectada para 2021 es de $35.000 millones, considerando el atraso de solicitudes de reintegros debido a la pandemia.

La ministra de Salud, Carla Vizzotti
La ministra de Salud, Carla Vizzotti

El panorama es desolador y, para colmo, la CGT aún no consiguió lugar en la agenda de la ministra Carla Vizzotti. Su nexo actual para analizar estos temas, sobre todo a través de José Luis Lingeri, secretario de Acción Social de la central obrera, es con el superintendente de Servicios de Salud, Eugenio Zanarini, el último mohicano de Ginés González García en el Ministerio de Salud.

Quienes sí lograron ser recibidos hace diez días por Vizzotti fueron los líderes del gremio de Sanidad, Héctor Daer, cotitular de la CGT, y Carlos West Ocampo. “Pero fueron sólo para charlar sobre problemas de su obra social”, se quejaron otros colegas de la central obrera, donde algunos siempre miraron con suspicacia la histórica amistad entre aquellos dirigentes con Ginés González García.

Aun con vaivenes en la relación, la CGT pudo comenzar a analizar con el ex ministro de Salud no sólo los problemas de la composición del gasto de las obras sociales, sino también posibles soluciones para el dilema del financiamiento del sistema, el nudo donde se traban los mejores esfuerzos para sanearlo.

En este decisivo aspecto hay tres cuestiones básicas que aceleran la desfinanciación de las obras sociales. Por un lado, el sistema sindical de salud debe brindarles a los 2 millones de monotributistas, que pagan un aporte mensual muy bajo (1041,22 pesos), las mismas prestaciones establecidas en el Programa Médico Obligatorio (PMO), la canasta básica de servicios médicos, que reciben los trabajadores en relación de dependencia, que aportan mucho más ($2000 mensuales en promedio).

La CGT le planteó a Alberto Fernández en varias oportunidades los problemas de las obras sociales
La CGT le planteó a Alberto Fernández en varias oportunidades los problemas de las obras sociales

La CGT propone no sólo el aumento del monto de la cápita sino también que sea obligatoria la afiliación de todo el grupo familiar (hoy lo es sólo para el titular) y que la escala para el pago sea en forma progresiva, de forma tal que la esposa y los hijos abonen menos que el principal beneficiario.

Además, las obras sociales brindan cobertura médica a 350.000 jubilados que eligen seguir en estas entidades y no en el PAMI, que recauda sus aportes y destina sólo una parte a financiar las prestaciones.

Por último, hay alrededor de 4 millones de argentinos que, aun teniendo su obra social, se atienden a través de la triangulación de aportes con la medicina prepaga y muchos lo efectivizan con un pago extra para el sector privado, del que no se descuenta el 15% que va al Fondo Solidario de Redistribución.

Ginés González García y Eugenio Zanarini, titular de la Superintendencia de Servicios de Salud
Ginés González García y Eugenio Zanarini, titular de la Superintendencia de Servicios de Salud

Hace menos de dos meses, la CGT suspiraba de alivio al comprobar que no prosperaba el proyecto del kirchnerismo duro para crear un sistema nacional integrado de salud, que fue sugerido en público por Cristina Kirchner y fue interpretado como un intento de apropiarse de los fondos de las obras sociales.

Hoy, con obras sociales cuyos números están en rojo e incluso van empeorando al calor del creciente desfinanciamiento, los sindicalistas temen mucho más que siga la indiferencia oficial ante una situación crítica en la que está en juego la atención médica de 14 millones de argentinos que se atienden en el sistema sindical de salud.

Y todo se da, para colmo, en un escenario de plena pandemia, la segunda ola de COVID-19 que se perfila y pocas vacunas.

SEGUIR LEYENDO:

Guardar

Últimas Noticias

G20 de Brasil: Milei no firmará el comunicado final si violenta su posición sobre la agenda de desarrollo, la guerra en Ucrania y la crisis en Medio Oriente

Hoy comienzan las deliberaciones de la cumbre de presidentes y jefes de Estado, en un contexto de incertidumbre por las posiciones que sugiere Brasil respecto a la invasión ejecutada por Putin, la responsabilidad de Israel en el conflicto de Gaza y la propuesta vinculada al pacto global contra el hambre y la pobreza
G20 de Brasil: Milei no firmará el comunicado final si violenta su posición sobre la agenda de desarrollo, la guerra en Ucrania y la crisis en Medio Oriente

Tras el mensaje de Macron a Milei, se aceleran las negociaciones a contra reloj para salvar el Acuerdo Mercosur-Unión Europea

El presidente francés le hizo saber al libertario que presionará para bloquear la firma del Tratado. Es el principal opositor europeo como respuesta al reclamo de los agricultores de su país. La semana que viene habrá reunión de negociadores de ambos bloques en Brasilia para acelerar las conversaciones. Werthein define a quién enviará para representar a Argentina. Buscan firmar el pacto en diciembre en Montevideo
Tras el mensaje de Macron a Milei, se aceleran las negociaciones a contra reloj para salvar el Acuerdo Mercosur-Unión Europea

En el Senado quieren que los ascensos militares dejen de ser supervisados por organismos de derechos humanos

Lo planteó el peronista disidente Juan Carlos Romero en la última reunión de la comisión de Acuerdos. Qué le respondió la titular de la misma y legisladora del PRO, Guadalupe Tagliaferri
En el Senado quieren que los ascensos militares dejen de ser supervisados por organismos de derechos humanos

Con buena parte del Gobierno en el G20, Guillermo Francos coordina en Buenos Aires la negociación final del Presupuesto

El jefe de Gabinete se quedó en la Argentina y sigue de cerca las negociaciones parlamentarias, que continúan trabadas por las diferentes posturas entre los bloques y los gobernadores
Con buena parte del Gobierno en el G20, Guillermo Francos coordina en Buenos Aires la negociación final del Presupuesto

Nuevo round por los libros de colegios con escenas sexuales: Kicillof publicó una foto y lo cruzaron Villarruel y los libertarios

Minutos antes del acto de Cristina Kirchner en Santiago del Estero, el gobernador difundió una imagen con las cuatro obras que reciben alumnos bonaerenses de 14 y 15 años. “Sin censura”, fue el mensaje. La vicepresidente lo acusó de “meterle mierda en la cabeza a los niños”
Nuevo round por los libros de colegios con escenas sexuales: Kicillof publicó una foto y lo cruzaron Villarruel y los libertarios